DOS EN LA HABITACIÓN
Dos en la habitación quietos.
Mundo sorprendente en el túnel
luminoso de la noche donde lo común
ordinario se desvanece.
Enciendo un anhelo para mirarte
tranquilo no lejos de tu cuerpo
respirando la llama dichosa
que refleja tu rostro.
Haces un movimiento de complicidad,
te acercas, y al hacerlo
borras dudas y contrariedades.
Momento de eternidad,
o quizás súbito desvanecimiento
de un instante supremo que junto a ti,
al no existir el tiempo,
en mi lo es todo.
Las retinas se desprenderían de sus órbitas,
errarían por el mundo del eternal olvido,
si fuera verdad amor,
que en noche de ensueños como ésta,
no te hallaras en unión conmigo.
“Océanos de luna”
(Cuaderno VIII. (1984-1987)
©Teo Revilla Bravo.
Mágico...
ResponderEliminarFrancisco, amigo, muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Hermoso tierno y lleno re romanticismo. Precioso.
ResponderEliminarQué bueno que te agrade, apreciada Imelda.
EliminarUn fuerte abrazo.
Poema al amor de dos, cómplices en una habitación que los envuelve. Bello. Besitos.
ResponderEliminarKaryn, si las habitaciones hablaran.... Hay momentos de intimidad suprema en ellas, cuando el amor decide actuar. Un abrazo.
Eliminar