ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

domingo, 31 de enero de 2021

TU CUERPO

 



"Mujer sentada" 1953, Pablo Picasso. Museum of Art, St. Louis, Missouri






TU CUERPO

 

De manera inmediata,

en este preciso momento,

verbo en marcha,

la vida pasa y nos cumple

sin que podamos divisar límites. 

 

Recuerdo milagros y apariciones, 

magias del enamoramiento,

nacer y renacer a la fiesta,  

entusiasta trayectoria del querer

estar contigo.

 

Tu cuerpo, alargándose

ha logrado cubrir el mío  

llenando de amor un hondo vacío. 

 

Luz, que emocionado recibo;

quebranto, que admito;

pena, dolor pasión, goce, 

que de ti transeúnte asumo.

 

Tu cuerpo, amor, 

vinculo intenso de libertad.

 


Océanos de luna”

(Cuaderno  VIII. (1984-1987) 

©Teo Revilla Bravo.






jueves, 28 de enero de 2021

 







  ARTE CONCEPTUAL

 

       El arte conceptual es una tendencia que no ha dejado de ser atractiva, quizás por haber continuado siendo novedosa pese a que apareció en torno al año 1965. Tiene como antecedente al dadaísmo, primer movimiento en  intentar desmitificar el arte. Coge también tendencias, entre otros ismos, del minimalismo. Es un arte -si se le puede llamar así- que intenta apartarse del concepto tradicional que se tenía hasta ese momento del mismo, y lo hace mediante la reducción lo más posible de lo objetivo, pues tiende a ir tras un análisis sistemático de los conceptos y condiciones de lo que se supone es “existencia y esencia”. Podríamos abreviarlo diciendo que el concepto se sitúa sobre la misma materia, o resumiendo que las ideas pueden ser por sí solas verdaderas obras de arte. Para que esto sea así, los procesos ideológicos que intenta realizar el artista, han de llegar a ser asequibles al espectador mediante la extensión de textos, esquemas, dibujos, diagramas o fotografías, todo ello ajustado a la obra ideada  en intento de definir su sentido.

        El arte conceptual es una forma de expresión que intenta evitar el estímulo óptico inicial, a favor de procesos intelectuales donde el público sea invitado a compartir la obra con el artista. En este sentido, se aparta radicalmente del concepto tradicional de lo que era –y aún es- entendido como creatividad. Mediante la deflación de lo objetivo, tiende a situarse ante un análisis que sea consecuente con contextos ajustados a la idea que se tiene del arte. En ese sentido acaba siendo más que obra en sí, soporte o sustentáculo de la misma. Para que esto suceda, han de predominar los elementos conceptuales sobre los meramente formales, centrándose sobre todo en ambientes cromáticos y luminosos así como en las  variaciones que señala la misma naturaleza en cada ciclo.

        El Arte Conceptual tiene varias manifestaciones, alguna de las cuales voy a tratar (con evidentes limitaciones) de aclarar un poco:

        -El Body Art nació a finales de los años sesenta. En esta modalidad el artista investiga su propio cuerpo como materia artística y medio de expresión. Puede ir desde acciones que rozan el sadomasoquismo, hasta la formación de esculturas vivientes con su atractivo visual.



        -El Happening -del inglés suceso o acontecimiento- designa una manifestación, en la que el autor pretende implicar al espectador sorprendiéndole favorablemente al usar elementos que no le dejen indiferente.



     El Arte Povera, es el arte pobre, precario. Podríamos decir también, que antiinformal, al que se le presupone que está en contra de todo lo que huela a comercial y productivo; o sea, un arte consecuente. El arte Povera se realiza con materiales que se pueden hallar retirados,  desguarnecidos o  vacíos.




     -Al Land Art se le conoce como el arte de la tierra ya que se construye a través de la misma naturaleza de la forma más ecológica posible. Busca criticar seriamente los daños que el hombre provoca en el entorno natural.




        Desde los años cincuenta, y sin altibajos, el mundo de las artes visuales vive el cierre de la modernidad para iniciar el de la contemporaneidad, camina en busca de una nueva realidad. Se habla desde hace tiempo de la muerte de la pintura, e incluso del mismo arte. Lo que sí parece cierto, es que con el cambio de época la pintura y la escultura dejan de reinar sobre las bellas artes al aparecer disciplinas novedosas así como medios y soportes, objetos, construcciones, instalaciones, vídeos, ambientaciones, intervenciones.…, con el único fin de que lo expuesto deje de parecer y considerarse precisamente arte. Los protagonistas trabajan sobre elementos cotidianos como desechos industriales: vidrios, luces, filmaciones, textos, etcétera, proponiendo experiencias corporales y sensoriales, recogiendo ideas y conceptos que se  combinen con poéticas de novedosas figuraciones como el pop, el minimalismo, el neosurrealismo y la geometría.

        Este arte se realiza y presenta de  forma extravagante, pues no deja de ser una manera de llamar la atención en un intento por representar la realidad de tal forma que al expresar sus sentimientos el artista invita a ir más allá de lo que lo hace la fotografía, la escultura o la pintura.




        Uno de los primeros ejemplos que suele salir a relucir al hablar de arte conceptual, es el conocido como “Una y tres sillas” de Joseph Kosuth, artista norteamericano que en 1965 creó una obra consistente en una silla plegable de madera, una fotografía de la silla, y una ampliación fotográfica de la definición silla extraída del mismo diccionario. Con todo esto buscaba que el público contestase en cuál de los tres elementos se encontraba la identidad del objeto expuesto: ¿en la cosa u objeto mismo, en la representación de la cosa u objeto, o en su descripción verbal? ¿Puede descubrirse la identidad de la silla en uno, en algunos, en todos,  o en ninguno? He ahí la cuestión que se planteaba. En fin: todo un poco o un mucho natural en esencia, pero de alguna obtusa manera complejo.

 

Barcelona.-enero.-2014

©Teo Revilla Bravo

martes, 26 de enero de 2021

ARTE CONTEMPORÁNEO

 





"Amarillo-rojo-azul" Obra de Vasili Kandinsky (1925)





ARTE CONTEMPORÁNEO  

 

        El arte contemporáneo, al extremo de su libertad y hasta de sus mayores audacias, queda unido por mil cuestiones con el pasado, con todos los pasados. Agudiza una combinación de ecos y estimula futuros prometedores. Aunque sea en parte  dependiente de épocas anteriores, no quiere decir que no esté provisto de una génesis propia que le identifica.

      El arte es siempre una aventura. Una aventura que no todo espectador de buena fe entiende de primeras al plantarse ante una obra contemporánea sin un mínimo de preparación. Es muy probable que le parezca oscura, ininteligible, rara, o incluso fea y provocativa. En esto, como en todo, se necesita un rodaje, una preparación, una afinidad, una predisposición. Los que son receptivos lo aceptan y  admiran sin dificultad al no notar abismos ni rupturas sino una transición con mensaje (simbolismo ineludible, lógica de lucidez), en un fluir constante hacia la tópica plenitud.

        La creación, bien entendida, constituye un ritual, el de sondear misterios que trascienden obra e individuo. 



Barcelona, enero del 2021. 

©Teo Revilla Bravo                                                                 






lunes, 25 de enero de 2021

DOS EN LA HABITACIÓN

 


"Los amantes  en rosa" Obra de Chagall 1916.









DOS EN LA HABITACIÓN

 


Dos en la habitación quietos.

Mundo sorprendente en el túnel

luminoso de la noche donde lo común

ordinario se desvanece.

 

Enciendo un anhelo para mirarte

tranquilo no lejos de tu cuerpo

respirando la llama  dichosa

que refleja tu rostro.

Haces un movimiento de complicidad,

te acercas,   y al hacerlo

borras dudas y contrariedades.

 

Momento de eternidad, 

o quizás súbito desvanecimiento 

de un instante supremo que junto a ti, 

al no existir el tiempo,

en mi lo es todo.


Las retinas se desprenderían de sus órbitas,

errarían por el mundo del eternal olvido,

si fuera verdad amor,

que en noche de ensueños como ésta,

no te hallaras en unión conmigo.    

 


Océanos de luna”

(Cuaderno  VIII. (1984-1987) 

©Teo Revilla Bravo.






jueves, 21 de enero de 2021

OBSERVAR UNA OBRA DE ARTE

 


  Dos espectadores ante el tríptico de Francis Bacon,"Tres estudios de Lucien Freud"





OBSERVAR UNA OBRA DE ARTE

 

      Hemos de hallar la disposición propicia desde la que mirar una pintura. Esa donde el ojo se siente cómodo abarcándola complaciente. Una prudencial distancia desde donde se hace más grande y global, al producirse la correcta acomodación visual, ya nos acercaremos luego para percibir y estudiar detalles. Porque es en el hecho de retroceder, entornando los ojos un poco, que sentimos el verdadero valor global captando la composición y el ordenamiento general de las masas de materia y color que posee. El escudriñamiento e inspección cercanos, nos permitirá apreciar los valores que pueden tener las diversas partes de la obra, como es la limpidez de las veladuras, las peculiaridades del dibujo y sus líneas, así como el mecanismo y la andadura de la materia usada.

     En la escultura sucede prácticamente lo mismo, aunque en este caso dándose uno lentamente la vuelta tras haber quedado antes unos instantes magnetizados. Con ese movimiento corporal, se nos va revelando la diversidad y complejidad de los distintos perfiles que posee, así como la soltura prevista con cuidadoso aplomo y mimo por el artista; podemos sentir y comprobar, también, los juegos infinitos de luces y de sombras que flexionan delicadamente sobre su superficie, quedando posiblemente sorprendidos y sensibilizados por sus formas o su  belleza.

    Manteniendo estas prácticas, el ojo comenzará poco a poco a perder hábitos perezosos, aprendiendo a ver la obra tal cual es (y no como se quisiera que fuese previamente), dialogando con ella e interiorizándola asimilando cualidades y defectos.

      La obra de arte, al provocar la atención, se convierte en reflejo de quien la observa si es seducido por ella. Nuestras almas se las ingenian bien para interpretar casi lo imposible en arte, acercándonos a los aspectos más elevados que puede lograr el hombre en puro deleite sensorial.

 


Barcelona, enero del 2021

©Teo Revilla Bravo




miércoles, 20 de enero de 2021

ARTE. EL URINARIO DE MARCEL DUCHAMP

 



      Marcel Duchanp invento en 1913, el concepto READY-.MADE. Una manera de designar objetos de la vida cotidiana y hacerlos parecer obras de arte. Con ello quería subrayar que el arte guarda más relación con las ideas que con las cosas, pretendiendo de este modo que el espectador se cuestione su propia racionalidad, el modo en que percibe ésta y los objetos que la rodean.





ARTE. EL URINARIO DE MARCEL DUCHAMP



           La definición de arte es entendida, básica y generalmente, como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética y o comunicativa mediante la cual el artista expresa ideas y emociones generando novedosas perspectivas.

      Casi todos los temas sobre arte acaban siendo una controvertida manifestación y constatación de que cada cual ve las cosas a su modo y no desea dejarse influenciar, tan maduros creemos estar en la consideración  y percepción artística. Como lo creemos también en tantas otras cosas que seguro que muchas veces nos quedan intelectualmente grandes. Es más: cuanto más rompedor e iconoclasta cree uno ser, más sinceros y formados nos sentimos aunque nos estemos engañando con sofismas y extravagancias sin que ni siquiera nos percatemos. Esta apreciación que hago al libre albedrío, se puede ver con frecuencia en todo comentario que aparece al respecto en redes sociales, bien sea sobre pintura, música, escritura, escultura, o cualquier otra temática propuesta para abrir un debate. Llevar la contraria a todos en la cuestión que se suscite, parece ser la consigna para creer tener éxito personal y el del foro que tutelamos. Pondré un ejemplo: ante una pintura hiperrealista, unos dirán que es una buena respuesta de choque al arte contemporáneo, ya que siendo objetivos cualquiera puede hacerlo hoy en día por aquello de que cuanto más “loca y alterada” sea la idea mejor resultará en el debate planteado, por ruidosa, extravagante, novedosa y rompedora que se supone debe ser. Pero habrá quien opine -y no serán pocos-, que eso no es arte y sí una tremenda tomadura de pelo.

        “El urinario” de Marcel Duchamp fue la prueba de que todo puede llegar a ser arte, si alguien con suficientes poderes o soportes lo avala  mediante una logística de acertado márquetin. Hay quienes opinan al respecto, que estamos invadidos por artistas “flojos” que se contentan con ofrecer lo que sea so pretexto de ser conceptuales, malentendidos pero originales, incomprendidos por las élites artísticas,  y malditos como debe ser para diferenciarse, pues así podrán pasar la reválida; es decir, el carnet de artista profundo

        No deberíamos encasillar el arte con miopía, y sí expresarnos libres  con respeto al otro lo otro. En el mundo artístico existen muchos sentimientos de envidia y de poder, que a menudo matan ilusiones, frustran tendencias e incluso malogran la labor de artistas, atenazados por conceptos rígidos que no permiten el asomo de de quienes puedan hacerles sombra. Los advenedizos, si no están bajo tutela, molestan a muchos prohombres del arte, e intentan anularlos. El artista ha de convivir con este enredo y saber salir de él si le es posible. No le queda más remedio, pues lleva el estigma que suele frenar la expansión  y éxito de una buena obra. Pero sin desalientos, y manejando sus técnicas esperando su oportunidad consciente de que ante todo es un trabajador nato. El fotógrafo, por ejemplo, ha de tener sensibilidad para captar en imágenes todo aquello a lo que otros no llegan tan fácilmente; ha de impresionarlas, para asombrarnos inteligentemente buscando belleza e impacto transmitiéndolo con transparencia y sinceridad. Honestidad y neutralidad, serían los ideales que han de acompañar a todo experto en arte. El verdadero artista labora y no juzga, consciente de que se le conceptuará desde fuera y será juzgado. Cada artista tiene algo que decir y algo de lo que opinar, pero sin crecerse ni creerse juez absoluto. Hay que dejar una puerta abierta a la magia, al asombro, a la comprensión, al entusiasmo, a la duda. 

       El arte, a pesar de estar tan etiquetado y manipulado por medios y artistas, es ante todo lo que es: arte. No importan los ismos ni las arrogancias banales. Todas las tendencias son necesarias para su desarrollo y para bien de quienes las comparten. A mayor diversidad, más riqueza y manifestación humana. Lo importante: que el arte que se crea tenga respuestas en quien lo sienta, generándole grandes y significativas emociones. Es esa capacidad de sensibilización, lo que define que una obra sea o no considerada arte para muchos, para pocos, o incluso para un solo un individuo. Todo aquel que hace sentir y logra sensibilizar, es artista.

      El arte es la manera de expresar un sentimiento y que éste quede a través de la interpretación diferenciada de quien lo aprecie y lo instale en el fondo de su alma. Los que mal critican son precisamente aquellos incapaces de lograr nada positivo, los que no cuentan con técnicas apropiadas pues jamás las han buscado o han tenido la debida paciencia para intentarlo. El arte ha de ser libre, sincero y tolerante, bases de donde debe nacer y partir todo lo que lo aliente. Una simple mancha puede decir miles de cosas, pero a veces se abusa de este paradigma para hacer valer más esa mancha de cuatro segundos que un arduo trabajo  que ha costado decenas de horas elaborarlo. Abracemos la mente y los sentidos y dejemos que todo, hasta la misma palabra a la hora de hacer valoraciones, fluya pacífica, confortadora y libre.

 

Algo sobre el "Urinario" de Marcel Duchap:

 

         La historia es más o menos así: medio en serio o medio en broma, en abril de 1917 tres hombres se sientan en un café de Nueva York a hablar sobre arte y acuerdan revolucionarlo. Acto seguido uno de ellos, el artista francés Marcel Duchamp, se dirige a un negocio de gasfitería y compra un urinario de porcelana de la marca Bedfordshire. Va a su taller, toma el objeto, lo gira en 90°, y lo firma con el nombre de R.Mutt. Acababa de hacer su nueva obra de arte. Misteriosamente, la pieza llega a la primera muestra organizada por la Sociedad de Artistas Independientes, de la que Duchamp es miembro. Nadie conoce a R.Mutt, pero ya lo detestan: la obra es tachada de inmoral y absurda, decidiendo vetarla. Dio igual: La llamada Fuente ya había cambiado los paradigmas del arte para siempre.

 

Barcelona.-Diciembre.-2013.

©Teo Revilla Bravo.