ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

lunes, 25 de diciembre de 2023

POESÍA Y MEMORIA

 


Obra de  Marc Chagall. Para él el arte era "Un estado del alma". Como la poesía...






POESÍA Y MEMORIA 

 

Si existe un camino de expresión literaria ligado al perfil individual, a la particularidad profunda y al ánimo transparente del escritor, ese sin duda es el de la poesía. Color y vida. En ella se revelan los entresijos más claros de la sensibilidad, nutriéndose de lo más profundo y sensible de la memoria humana. El poema mece las imágenes, las llena de belleza insoslayable, de la memoria de otros poetas, de la manera de entender el desarrollo de la propia sensibilidad, de la tradición de un patrimonio cultural  que por fortuna nos transciende, espíritu colectivo enraizado en un fondo revolucionario permanente. Todo pertenece a una memoria única evocada a través de símbolos, propiedad privativa de la poesía. Lugares, estados de ánimo, mitos, pasiones, solidaridad, vida, muerte. Transformación de la realidad protegiéndose de diatribas ajenas, de poesía, roma, materialista, simple, vulgarmente experimentadora y hueca, tan en boga hoy y siempre.    

La emoción poética no cobra cuerpo, ni es perceptible ni activa hasta que no encuentra una expresión definida en el ritmo, en el color, en el sonido, en la forma en cómo se usa la palabra, elementos que deben funcionar al unísono para ser relevantes. En realidad, el arte, todo arte sea cual sea, se vale de los materiales más sencillos que el artista tiene a mano. De ahí, desde la humildad de quien escribe, pinta, hace cine, música o lo que sea, hay que saber sacar expresiones convincentes, sean dramáticas, desgarradoras, coloristas, tristes, risueñas o felices. En tal caso, hablando del poema como chispa luminosa, significa que hay un hombre colocado en su tiempo con sus sentimientos —aquejado o gozoso buceando en su alma inquieta—, ante una circunstancia concreta que siente debe  desarrollar.

Originalidad compositiva, profundidad e inquietud existencial. Ambas virtudes, en la conformidad de la sustancia eterna —trascendencia metafísica—, han de ser evidentes en el poeta y en la profundidad universal del hacer de todo artista.

 


Barcelona, diciembre del 2023.

©Teo Revilla Bravo 





 


miércoles, 13 de diciembre de 2023

DESNUDO

 


"Sinuosidad" 1999. Obra de mi autoría. 




DESNUDO


Sobre tu desnudo cuerpo el beso

resbala feliz al igual que lo hace

la luz abriendo dormidas penumbras

sobre el doblado reverso de la noche

dejando ecos de amor y silencios.

 

Tu piel —término

atrayente, nupcias,

abrazos, sosiegos—,

me atrapa.

 

Qué secreto triunfo de dos

en clara armonía.

 

Hora en que la aurora se detiene

y serpea sobre la luz rutilante

de tus ojos, primicias de un instante

en que abobado te contemplo y retengo:

orgullo, sensibilidad, belleza,

mirada fluvial, rostro que día a día

vengo amando, dulce porvenir

de mares, bajel del último sueño,

gran privilegio de vida



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo




 

miércoles, 6 de diciembre de 2023

LA ESCRITURA

 


"Juan Ramón Jiménez" obra de Joaquín Sorolla.  





LA ESCRITURA

“Las palabras ya no son concebidas ilusoriamente como simples instrumentos, sino lanzadas como proyecciones, explosiones, vibraciones, sabores…”

                                                                       Roland Barthes, “El placer del texto”

 

 

La escritura es una de las invenciones con más poder de transformación social de la historia de la humanidad. Sus mejoras en la comunicación, decisivas en todo momento histórico, permitieron el perfeccionamiento eficiente de la expansión de los intercambios y del comercio entre los distintos pueblos.

Sin la escritura nos hubiera sido difícil conjeturar sobre la vida cotidiana, sobre cómo se fueron articulando las sociedades. Sus orígenes se remontan al desarrollo del comercio allá por el lejanísimo año 3.000 antes de Cristo. Nació, se supone, en las provincias sumerias del Asia Menor, donde la creación de los caracteres cuneiformes permitió garantizar la eficacia en los registros notariales de bienes materiales y  cosechados, además de la aparición de las transacciones mercantiles a las que se les asignó un valor netamente utilitario. Para ello se usó un alfabeto práctico, formado por pequeñas tabletas de arcilla sujetas como etiquetas a los objetos con el fin de poder nombrarlos. Los sumerios ricos que poseían grandes depósitos de grano y rebaños de ganado, las usaban para hacer sus cuentas inscribiéndolas en pictografías en forma de columnas.

 Pero la significación máxima se hallaría al ir desarrollándose el universo de las artes, la mayoría de las veces a través de su base fundacional, la artesanía. Al romper con esa definición unitaria primaria, se hizo posible expandir los márgenes de la escritura hasta un tipo de fuentes mucho más contextuales y gestuales como el deleite y el deseo, expresiones más cercanas a la grafía, al dibujo, a la huella, o al garabato, que a la certificación formal de los aconteceres.

Independientemente  de lo que se desee expresar y de la manera en cómo se  haga, la escritura es una práctica que a lo largo de la historia ha ido informando de sucesos y  dimensiones reveladoras, así como de hechos enclavados en el horizonte de la belleza, la inspiración, la intimidad, la ritualidad, y la poética. Es precisamente en ese espacio más sensible, donde el arte y la escritura se fusionan en un proceso de talante expresivo  y estético, ampliándose su enorme potencial del que por suerte hoy nos beneficiamos.

 

 

Barcelona. Marzo. 2015.

©Teo Revilla Bravo