ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

sábado, 23 de septiembre de 2023

LÁGRIMAS

 


"Las lágrimas de San Pedro" del Greco (extracto) 






LÁGRIMAS

 

Emocionarse, verter

lágrimas de forma natural,

hace que se pasee uno

la mano de arriba abajo

por la superficie del rostro,

mapa de lloros y asombros,

hábitat del desconsuelo

avispado por sensibles satélites,

cristales de hilos infinitos

en hielos fugazmente derretidos;

Aguijones de abejas en acción,

prueba material del latido oculto 

sufriendo cuando se rebosan 

de sobremanera  los sentidos.

 

Singularidad del ser,

sofisticado esmero de la pena o el dolor, 

evolutivo asombro,

armónico son del desconcierto 

que es estar un día más contigo sin ti 

mi amor. 



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo





martes, 12 de septiembre de 2023

SERENO REFUGIO

 



El abrazo de Pablo Picasso (1881-1973






SERENO REFUGIO 



Sereno refugio, haz de luz donde 

convergen todas las sendas  

para conformar la vida, mi vida,

huyendo de orfandades,

a veces entre idas, venidas, vueltas 

y más vueltas, entre posiciones anímicas 

indolentemente dormidas.

 

Tu abrazo,

ente sueños,

amor,

revelador.

 

Me adecuo a ti  —voy abriendo 

destino—, retentiva de amor y olvido, 

como si nos visitara la misma luna 

y entre oros y brillantes en hermosa 

ceguera de luz nos retuviera; 

me ajusto a tu cuerpo noches, días, 

vida, sueños, con o sin presagios,

en amorosas disposiciones 

en las que envuelto entre templadas 

brisas en ti pueda prolongarme y ser.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo





miércoles, 5 de julio de 2023

CUERPOS

 


"Los amates" Obra de Paul Gauguin




CUERPOS

 

Cuerpos celestes, estrellas, brumas

huidas en  aparentes terciopelos,

pájaros errantes descendiendo

peldaño a peldaño, a vuelo rápido,

confundidos al fin en la profunda

agonía. 

Cuerpos ávidos, fondos

sin fin, deslices de vida directos

hacia la locura o la muerte ajando

—armazón frío— las superfluas 

mejillas de la apática situación. 

Como una inmensa maldición

la vida su dolor impotente 

grita, mientras  las superfluas  

ideologías yacen ignoradas bajo piedras.

La poesía intenta ser, 

en reclamos de belleza escrita, 

diálogo amortiguador que nos salve, 

viveza de la palabra y del latido,

 reparación, 

alma huida en pos de libertad.

 

La tarde hoy apareció deshilvanada

entre lluvias y fríos destellos de luz.

El silencio se recogió en tus ojos

animosamente, ¡oh, bello conjuro!

mientras -hallazgo prodigioso

del momento- en exacta armonía,

coincidentes me observabas.

 

Del resto, nada que reclamar, amor: 

es memoria, ausencia, pasado,

es simple puntal literario.





BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo

 

domingo, 25 de junio de 2023

MUERTE Y POESÍA

 


"Muerte y vida" de la pintora Cristina Zanchetta.



MUERTE Y POESÍA

.

 

Tanto la muerte como la vida han sido presencia en la poesía desde siempre, penetran en la conciencia de quien escribe instalándose en su ánimo para no salir más. Escribir para morir, morir para escribir, hacer posible muerte y vida a través de la escritura, pues su magnificencia equivale a establecer memoria, huella y similitud, en la tarea de humanizar el pensamiento con libertad.

La muerte conforma la figura del verso y la encarnadura moral de cada poema esté en él real o latente. Es cada verso tenue luz de luciérnaga que ilumina esa noche obscura del alma que cantaba San Juan de la Cruz. A través de esa luz se produce la unión de la labor de morir con la de escribir, haciendo posible la metamorfosis de la negatividad extrema hacia la extrema positividad. Orquestada con precisión y rigor, la muerte contiene todo asomo de existencia, sombra y luz que aguardan pacientes entre lo carnal y excitante tejiendo la urdimbre del final de cada ser. La vida, en el contexto de lo poético, sería  el sol que ilumina, el aire que se respira, el sueño de lo imposible, el sable que reluciente se afila, el constante reproche que nos hacemos, la insatisfacción y a la vez la esperanza necesaria para seguir respirando. El poeta en ese contexto, es la voz luminosa que va muriendo y renaciendo, lenta pero constante, en cada obra.

 

Irrumpe por doquier la melancolía en los versos generando en el poeta la sensación de haber poseído paraísos, puntos emocionales de salvación donde se sueldan, a la manera quevedesca, muerte con vida, vida con muerte, inevitables presencia que en poesía al unirse configuran un todo. En esa travesía de poesía y vida, de poesía y muerte, la reflexión meditativa, se convierten en una forma de forjar versos de alto calado emocional encargados de estimular la propia existencia para intentar ganar, oscilando entre la duda y la certeza, una batalla que nos parece perdida de antemano. En esta labor aparece la luminaria que invoca al amor, al encuentro, a la posibilidad de afianzamiento entre el yo y el otro, la otredad para perpetuarnos y con ella el amor, el gozo, pero también el dolor, la decepción, las palabras dulces y las más mordaces, aquello que nos liga como seres vulnerables a la finitud. La angustia ante este hecho incuestionable, a menudo se convierte en un sinsentido que puede llegar a destruirnos. Saber que hemos de morir, nos puede poner en alerta y estar a la desesperada si no sabemos resolver de alguna manera el enigma que se nos plantea. El cúmulo de tanta inquietud se puede volver en un sinsentido inevitable. La poesía es el arduo camino que emprende el ser desde que nace hasta que muere. Sirve de revulsivo; nos va salvando y sustentado el momento; es vitamina oportuna y fortaleza de espíritu.

 

El tema recurrente de la muerte en la poesía, sirve para ponernos al acecho, para requerir savia vital volcándonos en la fe y en la esperanza pues sin ellas estaríamos obligados a una cita con la peor muerte. Percibiendo todo esto bien, podemos llegar a percibir mejor la obra extraordinaria de todo buen poeta, esa estética arropada de silencios que hablan desde donde cultiva con arresto lo que calla pero está latente, lo manifiesto oculto, el ángel que lleva dentro como metafórico mensajero de luz. El poeta escribe y escribe, y sintiendo que se salva cada vez un poco más con cada verso de las torpezas de la vida y del dolor que provoca pensar en lo irremediable.

 

 

Barcelona. Marzo. 2015.

viernes, 16 de junio de 2023

LA CIUDAD


Barcelona, obra pictórica de  Francesc Labarta Museo Nacional  de arte de Catalunya. 




LA CIUDAD


La ciudad se convierte en algo inhumano cuando no se piensa en las personas, cuando la especulación es la sucia marea que lo arrastra todo. Si no ponemos cuidado para que el espacio público sea habitable, matamos el sentido bienhechor que pueda tener la actividad humana que en ella se origine. Se dice que el hombre la construye y que la ciudad forma al hombre que la habita. No permitamos que brutalice, asfixie y determine la exclusión social de quienes la pueblan, al primar la lógica del mercado y los flujos financieros que solo benefician a unos pocos. Hemos de evitar que nadie trafique con nuestro futuro y el de nuestros hijos, que no lo conviertan  en algo ineludible.

Exijamos unas ciudades menos dañinas, más justas, mejor pensadas y diseñadas, que se acabe con el urbanismo tecnocrático; reivindiquemos que vecinos y residentes puedan hacerse cargo de poder solucionar sus necesidades, determinar qué hacer con los perjuicios como ruidos, suciedad y aglomeraciones, así como gozar  de los beneficios y poder interferir en su inevitable complejidad y desarrollo.

 

Barcelona, marzo del 2023

©Teo Revilla Bravo






sábado, 10 de junio de 2023

DILIGENTE

 


"Muerte y vida" obra de Gustav Klimt. Una reinterpretación suya de la "danza de la muerte". 






DILIGENTE

 

Diligente, secreto, templado,

el día que me asiste, en quien

me miro, a quien debo la vida,

el que ahora respiro en sentido

amor. la compañía, la soledad,

y entre otras cosas vanas

lo hierático de escribir,

aquello que emerge deshojando,

impresiones, horas y minutos.

Lo noto pasar,

como la acción del mar lo hace 

a ritmos tranquilos a veces, 

acelerados y convulsos otros, 

alterando cuerpo y mente,

ardimientos, naufragios, corajes.

 

Soy un suspiro ceñido  a una nube

pasajera. Un pálpito varado

en la vorágine del movimiento 

agitado de un bello atardecer, 

que como mi alma va huyendo 

venturoso, alterado y sin destino. 


Se observa cómo la luz del día 

se debilita momento a momento 

por el entramado urbano de L’Hospitalet, 

destino de sombra y luz, 

metáfora de  vida y  muerte, 

convergiendo en infinita  quietud 

de destino.

 

 BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo






 


sábado, 3 de junio de 2023

EL SÍMBOLO EN LA OBRA ARTÍSTICA

 
"Hércules y la Hidras de Lerna" 1876 de Gustave Moreau, pintor francés precursor del simbolismo





EL SÍMBOLO EN LA OBRA ARTÍSTICA

 

En la obra artística, el símbolo viene a ser lo básico, la génesis. Nos conversa para que manejemos los bocetos que realizamos tras planteamientos previos, algo que se desarrolla en nuestro cerebro con ganas irreprimibles de salir con fuerza para hacerse realidad. Es la idea, y es la imagen que relampaguea con fuerza de eclosión.

El símbolo es también la efigie inicial. Aparece cuando todavía no se comprende el significado real ni la fuerza que pueda llegar a tener la obra. Lo hace para provocarnos e impulsarnos a desarrollarla, sea sobre papel, a color, a la lápiz, con las manos sobre las teclas de un piano, manejando un buril, el barro, o lo que sea. Esto permite que el esfuerzo que hagamos navegue hacia el exterior, materializándose en un punto indefinido y neutro habilitado como alegoría que se irá abriendo a una cosmovisión que influirá, en un sentido u otro, en el artista primero y en el espectador después.

Se trabaja la obra con temor a fracasar, pero también con esperanza e ilusión  en verla emerger libre y avasalladora. Se Trabaja, hasta escuchar el “Déjalo, no lo toques más, no lo vayas a  perder" oportuno,  momento en que caemos en la cuenta que la obra no puede terminarse  pues el arte carece de final. A partir de ese momento sabemos que ha de retroalimentarse magnetizando de una forma u otra a quien con sensibilidad se acerque a ella, pues se ha conseguido una integridad expresiva y una exploración infinita que generará en el artista y en el espectador una desazón, una indeterminación creativa, un desahogo emotivo, un providencial desconcierto.

El arte (intermediario entre el hombre y el universo) tiene que buscar una representación que conjugue la unidad de uno y la infinita complejidad del otro. Para que eso sea posible, es necesario valerse del símbolo como parte de su estructura, tanto desde el punto de vista formal, como desde el mensaje que se pretende divulgar, pues es un puente entre los conceptos (abstracciones) y los cuerpos físicos (materializaciones). En una pintura, por ejemplo, sería los tonos y colores, la estructura o composición, los personajes si los hay, los elementos representados (una flor, un mar, un libro), todo lo que conlleva un mensaje cifrado.

 De algún modo impreciso recibimos sensaciones –u objetos- y emitimos conceptos, que intentamos plasmar como mejor sabemos A eso, y solo a eso, le llamamos expresión artística. El símbolo sería la apertura y arranque de todo el  proceso.

 

 

Barcelona. Marzo. 2015.

©Teo Revilla Bravo.





jueves, 25 de mayo de 2023

SENSACIONES

 



"El doctor paul Gachet" obra del pintor Vincent van Gogh 





SENSACIONES

            San Agustín afirma que la razón lleva a la verdad suprema que es Dios, y nos dice que quien posee a Dios es feliz. Yo no he logrado sentir esa posesión tan substancialmente señalada por el santo. Pienso más  en la relación que pueda tener con la naturaleza, en la gratitud y reconocimiento asentados en un allegado, en sentimientos puros, hermosos y desinteresados hacia los otros seres. Me viene a la mente según voy escribiendo, ese verso tan conocido de la cantautora chilena Violeta Parra, que dice: “Gracias a la vida que me ha dado tanto”, pues así, paso a paso en el camino que nos ofrece, he ido aprendiendo a sentirla, a verme gratificado, a veces participando abiertamente con los otros, otras para reservarme no sé bien de qué o quién, amante de la soledad y el trabajo.

Estoy con Buñuel, en que el nombre de mi enfermedad principal en estos momentos de mi vida es la inevitable vejez. Que acecha. Que va tomando posesión de nuestros cuerpos poco a poco y de nuestras mentes también. Envejecer es más complejo que desafiar a la misma muerte, que soportar la propia decadencia, que ver cómo vamos empequeñeciendo con caducidad progresiva. El ardor juvenil se ha difuminado en los ojos del horizonte, terminando por caer en un nebuloso declive físico, ojalá que con más conocimientos y sin dolor.

Aún no habiendo hallado felicidad junto al Dios agustiniano, he tenido y amado (y sigo teniendo y amando) tardes bellas entre candilejas y músicas pasionales, he sentido (y siento) el albor de nubes de colores que solo existen en los ojos sensibles del artista entregado al amor.

No hablar con temor ni burlarse del momento presente, es lo que me digo, pues pasa como una exhalación y hay que aceptarlo evitando la languidez homicida que a veces se apodera de uno. Como es la llegada del hastío —horripilante bestia que ya acosaba al gran Baudelaire—, evitando también la mortal tristeza que intenta, hostigando, instalarse en nuestros huesos.

Un susto, un dolor, y pareciera dejarnos ante un peligro extremo. Sensación que antes no sucedía de tan aguda manera, y que se traduce en nube pasajera, en jácara olvidadiza, en migraña a la que nunca logramos acostumbrarnos, en desazón permanente o en tinieblas como las de San Juan de la Cruz opacándole el ánimo a fondo. ¿Dónde la alegría embelesada, la belleza de una puesta de sol? En la voluntad personal porque, no obstante, siempre aparece una flor en el camino que nos sonríe bondadosa, un pájaro que nos mira y canta desde una rama alta, una brizna de hierba que nos saluda al paso movida por el viento, la sonrisa de un niño y el temple de un anciano, y ese abrazo que cada mañana, amor, sensibles nos damos.


Barcelona, abril del 2023.

©Teo Revilla Bravo






jueves, 18 de mayo de 2023

CAIGO

 


"El molinillo de tijera" Obra de Giacomo Francesco Cipper, pintor austriaco especializado en la pintura de género,  afincado en Milán. Se le conocía como el alemán.





CAIGO
Caigo en los sueños hasta llegar
a dislocar los sentimientos
más enteros.
Entro prematuramente
en la vejez del espejo
entrometido:
la boca,
al reflejarse, se repliega
en rictus inestable
de desconfort;
las tentaciones menguan
ante el dolor de un mal
desconocido;
a menudo el tedio jalona
humedades en el rostro,
mientras los torpes
pies se detienen.
Ya no siento al propio
corazón al dejar de latir
no entendiendo la noticia
la relevante en el último
tebeo aparecida:
el adiós
alucinado de un loco,
transcrito en el último
espejismo vivido.
La tijera corta y rasga, rasga
y corta, de nada valen anexos
ni cosidos.

OCÉANOS DE LUNA
(Cuaderno VIII. (1984-1987)
©Teo Revilla Bravo.




sábado, 13 de mayo de 2023

ME DUELE

 


Expresiva y poderosa obra del ecuatoriano Guayasamín 




ME DUELE

                                          

Me hundo en un pozo tenebroso

donde el vino amargo fermenta

la trampa que cubre espacios

y  separa calles, aldeas y urbes.

Lo hago en la esquina desolada

donde llora desconsolado un niño

sin reservas de guiños y risas .

 

Me duele el desprecio a lo bello

y la desesperanza de no hallar paz. 

Me duele el peligro de seguir viviendo, 

y me duele ese Dios sin cordura 

manifiesta de la existencia que creó 

aburrido en su cielo gris donde todo 

dice ver pero nada arregla.


Me duele el aullido, el olor amargo

a muerte, el temblor seco de la noche,

el eco iracundo de apartados vacíos,

la carne trémula agrietada,

la memoria de los actos fallidos.


Y me duelen, acosado por la nostalgia

de la laxitud esta larga tarde,

las tristes líneas de agudos aullidos 

que mal escribo, no sé si como 

intento de alivio al tratar de prescindir 

de efectos sentimentales

versos  que me recuerdan, ay amor,

tu abandonado, desolado y abatido

rostro, resbalando calcinando sobre 

el papel en mis yertas manos.


BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo