ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

jueves, 30 de enero de 2020

ANTE UNA MIRADA


"Nocturno" Obra del artista madrileño Rubén de Luis. 






ANTE UNA MIRADA

Ante una mirada nacida de semblante provocativo
me detengo atraído por la fuerza magnética,
exuberantes ademanes, alma de mujer,  
fiero cuerpo seductor instigadoramente atrevido
que injerta en el ánimo fragancias sexuales,
ríos de sangre en las venas, arriesgados deseos,
sentidos abismos, suplencias de ámbar...  

Vuelo, vuelo,  vuelo, y al cabo me detengo resignado
exagerando como loco imágenes de lo no tenido
deseado, suspirando con pujanza lo estrangulado
en el pensamiento, lo nunca superado por no poseído,
lo  yerto, todo eso a lo que se va dando entierro
para revivirlo en vago recuerdo de lo que pudo haber sido
─cuerpo de luz y belleza─ y no fue.

Preguntas. Destellos atrevidos con los que configurar
una cosmogonía de formas bailando en torno
a mentes arrogantes alzadas al aire de lo imposible,
amores y desamores, fatuos trofeos de desdichas,  
fracasos, sádicos pesares, vibrantes pero torpes remedos
de imposible felicidad…

Me esfuerzo. Doy a las sensaciones honda realidad,
y también obligado reposo en un intento por descifrar
mensajes burlando pasiones y señuelos falaces,
tentativas por relegar a la nada lo visceral sentido
y encontrarme, torvo campesino, definitivamente
retratado en lo bello muriendo y naciendo a cada instante,
hablando de amor junto al estanque,
removiendo pensamientos, yéndome hacia el eco
inexplicable de los sonidos que agigantan ─talismán
seguro─ la sonoridad del alma, verdadero corpus
de amor y vida.

Restos de suave luz al anochecer,
difuso placer de tristezas.


DESDE EL FONDO
Cuaderno V. 1978 - 1980
©Teo Revilla Bravo.

martes, 28 de enero de 2020

HALLÉ


"El beso" Obra de Pablo Picasso, ya mayor, realizada en 1969. 





HALLÉ


 Hallé, al despertar, el respetuoso secreto
del afecto en tus ojos, y las sílabas mágicas
- cima melódica- apenas pronunciadas
en tus labios movidos de quietud y ámbar.

Sumergidos en los ecos deslumbrantes
del ensueño descubrimos, tras el beso palmo
a palmo en la luz amanecida reflejada en tu
clamoroso cuerpo y en el calor sublimar
de tu mirada -latido, rumor, vena-, el amor
preciso, talismán indefectible que todo lo explica.

Velados en ensoñaciones solitarios andariegos
más allá de continentes e islas despobladas,
despertamos a emotivos estremecimientos
en auroras adormidas, chispas, músicas,
bellos arcoíris, alegrías, colores, aromas.

Un secreto parece querer acallar nuestras voces 
de hoy en el abismo del silencio más allá 
de las fronteras, acróbatas apasionados,
bohemios espectadores del clamor y del relámpago.



 OCÉANOS DE LUNA LLENA
(Cuaderno  VIII. De 1984 a 1987)
©Teo Revilla Bravo.




jueves, 23 de enero de 2020

MARÍA ZAMBRANO Y LA POESÍA


Retrato de María Zambrano de la pintora Amparo Climent.






MARÍA ZAMBRANO Y LA POESÍA

“Pensar es ante todo –como raíz, como acto- descifrar lo que se siente…”

El pensar vivifica, el hombre es el ser que padece su propia transcendencia, nos decía María Zambrano. Esta mujer, que conoció guerras y exilios, fue una de las principales figuras del pensamiento del pasado siglo, una innovadora que defendía la necesidad de lo poético en toda indagación filosófica, así como la negación del pensamiento único que se imponía durante los años treinta y cuarenta en toda Europa. De hecho, sus libros contienen trazos de la mejor poesía escrita en prosa castellana, quizás influida en alguna medida por la amistad que tuvo con poetas de la Generación del 27 como Luis Cernuda o Miguel Hernández. De la importancia que tuvo en ella la poesía, da fe también la amistad que tuvo en el exilio mejicano con Octavio paz y León Felipe entre otros. En Méjico publicó “Pensamiento y poesía en la vida española” y “Filosofía y poesía”, obras singularísimas, que dan idea de su entrega vocacional a la poesía.
El exilio le  fue fecundo, según ella, al darle libertad de pensar, algo que siempre evocaba ya que creía era el mejor motor de vida que  puede tener el ser humano, consciente de que si se hubiera quedado en España de no haber vencido la dictadura, se hubiera acomodado entre las ataduras mentales de una facultad cualquiera. Pasó temporadas por varios países dando charlas y clases. En Puerto Rico y después en Roma, escribió obras como “El hombre y lo divino”, “Los sueños y el tiempo” y “Persona democracia”, distinguiéndose a lo largo de su prolija carrera por buscar esa libertad ansiada -singular, personal- y el saber, reflejados en unas obras cargadas de sensibilidad, diversidad e inteligencia. En todo ello supo conjugar, fructíferamente, filosofía, razón y poesía. Con su generosidad, inteligencia, solidaridad y creatividad, supo abrir caminos a la razón y a la justicia. Una mujer que como tantas -algunas en el olvido aún- con su compromiso y profesionalidad abriéndose caminos cuando a la mujer se le cerraban, contribuyó a mejorar aspectos políticos, sociales, artísticos y literarios.
Jesús Moreno Sanz, filósofo a su vez y experto en la obra de María Zambrano, está convencido de la alta calidad de la autora, a quien coloca al nivel intelectual de Unamuno y Ortega.  

Barcelona, enero de 2020.
©Teo Revilla Bravo.






miércoles, 22 de enero de 2020

ANTOLOGÍA DE NUBES



"Amistad", obra del pintor belga  Leempoels, Joseph






ANTOLOGÍA DE NUBES


Antología de prodigiosas nubes. El infinito, 
en los ojos. Tardes de guitarras y sones 
crecidos junto al río de la ilusión cuando 
la canción entraña sentimientos grandes,
drogas que abrillantan –ámbito feliz-
la paz de un tiempo de prolongadas lunas.

Radial homenaje de amor al amigo,
ojos llorosos de emoción, hondos  regocijos,
grandes afectos, singularidad que la vida
acopla a momentos precisos.

Evocación  fuera de espacio y tiempo, 
en ámbito de íntimas constelaciones donde 
bailan sobrecogidos ecos de púrpuras 
estimaciones. En el clima de tal convulsión 
-leve soplo de luces, jóvenes en la cresta 
de la ola-,volvemos a sentirnos alegres 
y templados, cercanos como nunca.

El fuerte roble se resiste a ser cercenado,
crece y crece en la vertical montaraz 
de nuestras vidas; la firmeza de la amistad, 
atravesando el aire del tiempo, 
se hace irreductible cuando cuerpo y mente 
en progreso son otros y son los que eran.

La amistad  florece bella y arrogante,
se cuaja –libre, victoriosa- en la preceptiva
perpendicular de la mutua estima.


 OCÉANOS DE LUNA LLENA
(Cuaderno  VIII. De 1984 a 1987)
©Teo Revilla Bravo.




viernes, 17 de enero de 2020

CONTESTACIÓN A UNA CARTA DE MARC V. SOBRE LA CRÍTICA




"San Jerónimo leyendo una carta" Obra del pintor barroco francés Georges de La Tour







CONTESTACIÓN A UNA CARTA DE MARC V. SOBRE LA CRÍTICA


Marcs, te entiendo perfectamente. Ojalá fuera tan sencillo como lo planteas. Te muestras exigente al desear que se comenten y aprueben o desaprueben tus poemas adecuadamente. Sé que el hecho de escribir, de lanzar lo escrito a la ventura de quien pueda leerlo y juzgarlo, ha generado en ti ansiedad de ser comprendido y quizás, quizás, por saber en qué y por qué no lo eres o no lo eres tanto.

Dónde acertamos o erramos al dejar de escuchar la lógica para que el poema surja hermoso, bien fundado, entendible o no pero mágico,  armoniosamente acertado, y así lo sientan posibles lectores, es complicado saberlo. Lo primero a tener en cuenta para poder juzgar algo, es centrarse  qué se lee  y cómo se lee. No hay fórmula exacta, todo puede ser en arte cuestionable, y así sucede con la poesía.

Formamos minoría en la práctica poética y, la mayoría de quien escribe de esa minoría lo hace por una necesidad imperiosa de desahogo,  cuidando, eso sí, en acertar con las palabras apropiadas que hagan del poema una obra bien construida. 

Recogemos -o intentamos- la estela artística que otros poetas nos fueron legando, con la idea obstinada de seguir agrandándola con un tesón sugerentemente atractivo. Así apareces tú con tus poemas, con tus reclamos, con tu angustia por superarte en cada verso y ser entendido. Eso es bueno. Otra cosa es la crítica, la corrección, el visto bueno de quien no se atreve a juzgar. Ese es mi caso. El poema es, o ha de ser, una obra abierta a gustos e interpretaciones, y creo que a nadie corresponde entorpecer esa riada de emociones, no al menos a quien no se considera crítico literario, sí ser emocional.

Aun habiendo transcendido recogiendo eco de los sentimientos de un lector ante lo escrito, debemos ser cautos.  Esos lectores son escasos. Aún los de los grandes poetas lo son. Neruda se quejaba - precisamente él- de ello, al decir que no se leía su poesía. La poesía la escriben y la leen los propios poetas. Por eso las editoriales se resisten a publicarlas ya que lo consideran un acto de heroísmo editorial, al suponer que conllevan pérdidas más que ganancias. Habría que tropezar, en este caso, con una editorial especializada en poesía y con un editor altruista que  se ocupe de ello, pero aún así generalmente no arriesgan. Hay que tener esto muy en cuenta a la hora de sentirnos comprendidos o ignorados. Sin pretenderlo somos minorías que no cuentan, como no sea para ofrecer un señuelo cultural de cualquier estamento social o político con la concesión de algún premio en fiestas patronales. Esto de la poesía es un círculo, que se cierra prontamente.

Por otro lado, estos bardos que escriben y leen poesía desde el silencio más religioso, suelen mostrarse remisos a juzgar la labor de otros. Eso es lo que me sucede. Hay miedo a herir susceptibilidades. O quizás por creer, como te decía, no estar a la altura de poder ofrecer una opinión pertinente bien razonada (¿se razona la poesía?). No tengo vocación, ni intelecto, ni ínfulas, ni ganas de crítico, sí de lector al que si le llegan al alma unos versos los agradece profundamente. Uso y abuso de la crítica conmigo mismo, eso no lo puedo evitar, cuando repasando y repasando descalifico versos, estrofas o poema enteros, por no hallar satisfacción al creer haberme perdido en el intento. Esto nos sucede, Marc, a los que somos exigentes y perfeccionistas. Lo uno conlleva lo otro. Me gustaría saber discernir debidamente, poder hacerlo ajustándome a tus requerimientos calificando o analizando debidamente tu poesía que, créeme, valoro bien, y dejarte anotaciones precisas sobre esto, aquello o lo otro. Quizás haga un intento especial sabiendo que lo deseas, intentando ser ayuda ante la duda pese a no poder satisfacerte en lo fundamental, no es mi vocación.

Tienes razón, cuando me dices que hablar de poesía, de nuestra poesía, es la causa primera de nuestra correspondencia de ahora y de nuestra amistad de siempre. Lo celebro.

Volviendo a lo mismo, discúlpame iteraciones, juzgar la labor de otros no es agradable, al menos no lo es para quien esto escribe. Nunca sabes cuándo te pasas o cuándo te quedas corto, cuándo habla la amistad o el afecto, cuándo infravaloras una labor hecha con sinceridad, sensibilidad y delicadeza quizás porque quien escribe no nos cae del todo bien, o nos resultó pedante y pesado en algún momento. ¿Influye esto en la valoración de una obra? Sin duda. Quizás sea por eso que resulta embarazoso y complicado escribir sobre la labor ajena, saber encontrar las palabras justas. Nos falta humildad y conocimientos suficientes como para reconocerlo y encajar una crítica, así como para hacerla sin parecer pretenciosos y engreídos. Es complicado.

De todas formas, Marc, cada cual es como es. Creo que deberíamos aceptarnos así y dejar de querer estar expuestos a valoraciones ajenas aunque ayuden. Al exponer una obra a un posible un lector, dejamos abierta ciertas posibilidades: que agrade o  no agrade; que se lea como algo creativo o como algo que no lo es tanto; que ni siquiera se lea sea bueno o sea malo, algo que suele suceder valorándose desde el limbo literario donde habita el adulador o el inicuo. Ya sabes: encajar una mala crítica, es lo que peor se nos da al ser humano: nuestro orgullo nos lo suele impedir intentando huir de una verdad que no satisface y disgusta- “Dices las verdades y pierdes las amistades”. Por eso, cuando se hace una observación sobre un poema hay que hacerlo con respeto y delicadeza, teniendo siempre la confianza y el visto bueno del otro. ¡Cuántas vocaciones artísticas han roto una dura y cruel crítica! El problema con el que tropezamos, es que el poeta que ha intentado hacer su escrito de la mejor manera con su tiempo y esfuerzo, es generalmente un alma sensible y susceptible: si recibe una mala crítica con severas valoraciones a la contra, se hunde; si se le alaba y se le complace por conformarle, se le engaña y perjudica. Como ves, muy complejo.
Un fuerte abrazo.


En Barcelona. Septiembre del 2010.
©Teo Revilla Bravo



miércoles, 15 de enero de 2020

EL COMPROMISO EN LA POESÍA


Antoni Tàpies, pintor catalán, ejemplo de compromiso social a través de la pintura, fuertemente vinculado con los cambios sociales que se produjeron en España tras el final de la Guerra Civil.  







EL COMPROMISO EN LA POESÍA


La poesía -y la literatura en general- como actividad intelectual que es, hay que pensar que no puede esconderse de las condiciones económicas y sociales que afectan a la sociedad a la que pertenece quien la escribe. El género más sensible dentro de lo que consideramos lectura, el más sustancial en cuanto a la denuncia de injusticias, es la poesía, siempre moviéndose entre minorías. Y esa poesía crítica que se va desarrollando a lo largo de la historia, no es más que un compromiso existencial -incómodo para muchos-, expresión de una actitud moral firme ante los hechos indignos que en la sociedad se suceden.  

El poeta comprometido, se halla ante sí mismo con su lenguaje abstracto, abstraído del parlante y del oyente, tiende a desarrollar su obra  con la libertad que su pensamiento le otorga. Es, una vez sentida la conciencia, una exigencia reflexiva, ringlera de pensamientos que le definen como persona. Escribir se convierte de eso modo,  en un compromiso con las causas que entiende honestas defendiéndolas con la palabra –herramienta única- que considera más apropiada. Y lo hace, empeñándose con destreza y arte en  decir lo que en su interior está queriendo ser dicho, con el propósito de que su mensaje llegue a todos, especialmente a aquellos que ni siquiera tienen voz para poder denunciar los abusos a los que con frecuencia son sometidos. Siempre hubo poetas sensibles a motivos de angustia y amenaza que han escrito con acierto y generosidad sobre lo que emociona, enamora, alegra, o provoca esperanza o desesperanza como es la injusticia en sus múltiples facetas. Lo importante en cada caso, es el compromiso ético de llevar su verdad al verso.

El egoísmo, el fanatismo, la injusticia, los grandes males sociales que nos aquejan, suelen ir acompañados de intereses monetarios, de sucios negocios avarientos entendidos como explotación, algo que tienta mucho a hombres y mujeres de cualquier época y condición social. El poeta, en ese contexto, estorba; es la anomalía que escarba conciencias, el que lucha desde el silencio para intentar equilibrar la balanza y favorecer la igualdad, algo que a menudo se hace difícil de lograr: el contrapeso, es  fuerte.

Para ejemplarizar lo expuesto, dejo, a modo de colación, fragmentos de un poema del irreverente, clásico y enorme, Francisco de Quevedo:


DON DINERO

Poderoso caballero
es don Dinero.
Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nace en las Indias honrado
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado;
y pues quien le trae al lado
es hermoso aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es galán y es como un oro;
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de noble descendiente,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y pues hace las bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra,
mirad si es harto sagaz,
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra;
y pues al pobre le entierra
y hace propio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.

El cantautor Paco Ibáñez, le puso música en los años sesenta: 





Barcelona, enero del 2020. 
©Teo Revilla Bravo.




martes, 14 de enero de 2020

"LA GIOCONDA"




"LA GIOCONDA"






La Gioconda -cerca de veintiún mil personas al día pretenden verla- es una de las pinturas más populares, si no la más popular a nivel planetario, asociada al arte con mayúsculas desde que la pintara el gran Leonardo da Vinci. Con el tiempo se ha convertido en un símbolo de feminidad, quizás, como apunta el poeta Pedro Salinas, por haber llegado audazmente a ese extremo de dar la cara a todo quien la contempla, presumiendo a la vez de que no hay quien traspase la envoltura de sus pensamientos, el semblante magnético de su rostro, y sobre todo que no hay quien pueda acercarse al secreto que celosamente desde hace siglos guarda.

Barcelona, enero de 2020.









viernes, 10 de enero de 2020

HOJA EN BLANCO








HOJA EN BLANCO


Enfrentarse a la La hoja en blanco, es notar cómo ésta desprende el espectro amenazador de una gran responsabilidad, que diría Pedro Salinas. Toda hoja en blanco es una experiencia y es también, para quien se asoma a ella sin temores, bloqueos ni trastornos de ansiedad, creyendo en lo que se está escribiendo, un universo maravilloso, una ineludible exigencia a intentar resolver bien. Su alba mudez es un reto a nuestra capacidad de expresarnos. Gran compromiso, enorme aventura, suerte.

Barcelona, Enero. 2020.
©Teo Revilla Bravo.





jueves, 9 de enero de 2020

TORMENTA DESATADA


Obra de Turner: "Tormenta de nieve", 1842

Pintor representante de la pintura romántica, que supo llevar hasta sus últimos extremos, brillantemente, su pasión por captar los efectos dramáticos de la luz durante tormentas, tempestades y demás desastres naturales...







TORMENTA DESATADA


Al borde de la locura general,

dónde van, de dónde vienen,

dónde se ganan, dónde se pierden

con o sin alicientes queriéndose

o no queriéndose las ilusiones...

 

Quizás intenten realizar un acto

de amor en medio de la tormenta

que se ceba con la ceguera bruta

de la noche que anonada almas,

violenta corazones, barre fantasías,

siembra temblores...

 

Para no ver cómo lloran las flores

ni se afligen las nubes y no ver

cómo sin esperanzas no se puede

gozar ni vivir este turbio mundo,

para no ver cómo vuelan las aves

desde sus alcores desiertos hacia

infinitos pairados de papel y espuma,

cierro puertas y ventanas sintiendo

cómo se pierde el eco de la música,

cómo la luz de la estrella que brillaba

lejana se apaga; lo hago sabiendo

que no queda futuro que cumplir,

que duele el alma, que la vida es

la práctica de un engaño engarzado

tozudamente en la garganta.

 

No obstante, mientras sienta que tú

existes, mientras la vista se extienda

más allá de valles y montañas

iluminada de colores o escondida

entre sombras en leve rumor de luces

y brisas, mientras me lo permita

la vida, engaño o no engaño, amor,

seguiré avanzando por la trémula

ternura de tu alborotada mirada.



“SOLEDADES” (Provisional)
Cuaderno XVIII (2013- 2014)
©Teo Revilla Bravo.








miércoles, 8 de enero de 2020

ME VUELVO HACIA TI


"Desnudo con medias" 1879. Obra academicista del pintor impresionista italiano Giuseppe de Nittis








ME VUELVO HACIA TI

Poema romántico

Me vuelvo hacia ti, aurora allegada
e íntima, para extenderme oportuno
 por tu ser convergiendo en archipiélagos
etéreos de ignotos mares abiertos
al infinito proceso, tiempo de la vida,
espejos refulgentes, mágicos territorios
donde habitan milagrosas tus caricias.

Quiero navegar contigo por los mares,
atravesar verdes campos, recoger crecidas
espigas, admirar las hermosas flores
que en tu alma cada mañana nacen y sueñan.

Quiero guiarme romántico por la belleza
de la luz que emana de tus ojos,
sentir la fuerza natural del sol en tus pupilas
aquillado al bajel que surca y golpea –olas
y olas de espumas-  océanos infinitos
de fértiles ensalmos.

Descubrir en el atardecer del alma
entretenido entre tus senos –amor
 que intento-,movimientos corpóreos,
corazón y colores brillantes plenos
de significados, exigencias que buscan,
determinan, abarcan, gozan, idealizan,
esbozan, íntimos vespertinos momentos.

Ciegamente enamorado,
todo impulsa a explorarte.


 OCÉANOS DE LUNA
(Cuaderno  VIII. De 1984 a 1987)
©Teo Revilla Bravo.