ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

lunes, 27 de febrero de 2023

¿POESÍA ESCRITA O POESÍA PINCELADA?

 



"Bosque otoñal cántabro" 2008 Obra de mi autoría.






¿POESÍA ESCRITA O POESÍA PINCELADA?


Hay gran afinidad entre poesía escrita y poesía pincelada. Ambos aspectos son parte de lo que engrandece al alma. Simplemente se trata de saber percibir, con sencillez y modestia, la brillantez del arte y toda su grandeza. Sin poesía, el arte no se sostiene ni se alimenta. Picasso dijo en cierta ocasión, que “La pintura es poesía porque siempre se escribe en verso con rimas plásticas”; y yo me atrevo a decir que también se pinta con pinceles cargados de poética palabra. El maridaje entre poseía escrita y poesía gráfica, es absoluto. Quien no ve lo uno es difícil que pueda atender a lo otro, pues ambas se complementan. Suele suceder en toda obra de arte en general. Cualquier disciplina, si quiere ser artística, ha de mamar de la poesía. Es difícil que a un poeta se le escape un propósito, un detalle o un comentario o alusión que se haga sobre un cuadro artístico por un pintor, pues existe una concomitancia entre lo que escucha decir y lo que observa y piensa  de la obra. Ambos aspectos suelen ser significativos y coincidentes, tanto para el uno como para el otro, y viceversa si hablamos de las sensaciones que puede dejar un buen poema en un pintor. Esto nos lleva a pensar que se puede llegar a ser pintor desde la poesía y poeta a través de la pintura, por no hablar de la posibilidad de poder desempeñar ambos oficios sin menos cabo  de lo uno o de otro. Ejemplo de ello lo hallamos en el genial William Blake, enorme tanto en pintura como en poesía.

 En la pintura es fácil advertir, cada vez con más frecuencia, cómo la obra se acompaña con un texto o poema literario que la complementa. Esto es bueno en cuanto a que puede acercar el arte de lo uno, de lo otro, de ambos en conjunto, a personas que a lo mejor se sienten perdidas ante lo que ven, necesitados de ponerle nombre y darle sentido. En ese aspecto, no es difícil ponerle versos de poetas conocidos a célebres cuadros de pintores no menos notorios. Tomemos prestados los ejemplos que nos da Cristóbal G. Montilla en un artículo para la portada del número uno de la revista Litoral. Escribía: El David-Apolo de Miguel Ángel se deja ilustrar por un poema de Cernuda: «Desnudo, en una pausa; Por la selva remota, Traspuesto el tiempo». El amor sacro y el amor profano de Tiziano, abraza la prosa de Cortázar. Joan Perucho asume un trance picassiano. La Venus de Milo arranca versos a Gabriel Celaya, Nicanor Parra y Mario Benedetti. Las meninas de Velázquez se tornan juanramonianas. Rafael Alberti cincela con palabras las revoluciones de Delacroix. Vicente Aleixandre bebe en La fuente de Ingres. Octavio Paz seduce a La Dulcinea de Duchamp. Y La maja desnuda de Goya se echa de pretendiente una greguería de Ramón Gómez de la Serna: «La maja desnuda de Goya, es una almeja abierta», nos dice. No es difícil, pues, descubrir a poetas pintores y a pintores poetas. La relación del lenguaje con la pintura es ilimitada.  Pongo ahora como muestra a Alberti pintor y poeta, a Lorca ídem de lo mismo, a Salvador Dalí que hizo pinitos literarios, a Picasso que fue lector voraz de poesía desde su infancia y autor de numerosos poemas, a Ramón Gaya  que no sé si es más pintor que literato o más literato que pintor, a Kandinsky, a Kokoschka autor de varios torturados poemas, a Bretón, José hierro, Chillida y tantos y tantos otros que sintieron la necesidad, o bien de pintar si eran escritores, o bien de escribir si eran pintores. Este amor entre las dos artes, es muy antiguo y han ido siempre de la mano. Horacio ya nos decía sesenta y cinco años antes de nacer Cristo, que “Una pintura es un poema sin palabras”; pero Horacio, claro está, era poeta… 

Todo ello para conseguir, como diría Kipling, “Imágenes que se escriben y letras que dibujadas sirven para lograr decir lo que no puede decirse. 


Barcelona.-Enero.-2017.
©Teo Revilla Bravo.







miércoles, 22 de febrero de 2023

SENSACIONES

 


"Hombre pensativo frente al mar" 2008. Obra de mi autoría. 






SENSACIONES

 

 

Un movimiento espiritual se desarrolla en el ánimo al reflexionar sobre la vida, sobre la muerte, sobre la naturaleza que nos contiene y alienta. Una búsqueda de desapego, de ganas de eliminar brumas, equívocos y banalidades, al replegarnos ante el acompasado diálogo interior donde la verdad más intrínseca puede hacerse con voluntad lenitiva. Ese sentimiento que suele acompañarnos cuando cavilamos, suele estar envuelto en cierta melancolía, pero a la vez contiene un estado intelectual brioso que nos sirve para organizar pensamientos y proyectos con los que poder desembarazarnos de miasmas y desazones.

Meditar alienta mejoras. Ayuda a eliminar miedos e inseguridades, posicionándonos ante la libertad y logro del raciocinio anhelado. Se hace necesario avanzar. Los apegos y el acomodo no nos permiten vivir en plenitud, con frecuencia estorban al cercarnos y atenazarnos ejerciendo un poder que contrae los estímulos. Debemos mantener la memoria activa, ver la luz del cielo y el horizonte que traza el camino, sentir la alianza con el destino y dejar a un lado sin reproches lo que nos abotaga, desacomoda y traba. Los recuerdos hay que mirarlos de frente. En detalle para reconocerlos apropiadamente, ya que si son positivos forman la parte esencial del proceso que nos ayuda a ir en pos de aquello que nos hace crecer física, mental y espiritualmente.

Al abandonar el apego hacia algo o alguien que nos lastra  y posterga, nos abrimos a nuevas sensaciones y experiencias seguramente más gratas y liberadoras, manteniendo la alerta siempre ante las incertidumbres que provoca  la misma existencia.

En la vida todo va y viene, todo se mueve en círculos aparentemente cerrados. Incluso lo que nos parece novedoso o perdurable aunque sea una falsa sensación, ya que todo, aún imperceptiblemente va mudando como sucede por los elementos naturales o por la acción del hombre en un paisaje cercano que conocemos bien. La sabiduría del presente, nos permite avanzar; quedarnos apegados a recuerdos y  las cosas materiales que incomodan, nos aplanan e inutilizan congelando nuestros deseos y hasta el amor propio, pues nos endurecen y entumecen la mente obstaculizando el necesario  proceso creativo que es vivir.

 

 

Barcelona, febrero del 2023.

©Teo Revilla Bravo







martes, 14 de febrero de 2023

CALLES

 


 Calle deSant Pere de Ribes, Obra del pintor manresano Ernest Descals. 







CALLES


Calles recorridas día a día enganchado

al hueco de  tu combado  brazo

y a momentos a la forma sinuosamente

atrayente de tus labios reclamando besos.

Ciudades y parques, comercios y plazas

públicas; baños en la playa y excursiones

al parque natural del Montseny, por ejemplo,

olvidados  los límites que marca la vida

enroscándose silenciosa en la membrana

inerte de la muerte.


Todo lo arrastró —compendio

de la sinrazón— la lluvia de marzo

de un aciago año que ya ni mi memoria

puede recordar.


Un ave.

Un perro.

Un gato.

Un ratón.

Un animal cualquiera por las calles

y plazas urbanas como camaradas,

huyendo sin cruzar destino

en expedición de silencios entre oscuros

zaguanes y eternales sombras.


Hay lugares imprevisibles y abrumadores,

no soñados ni dibujados en ningún imaginario

mapa, que nos pierden sin remedio en la fría

quietud del eternal vacío, ahí donde el fin

del universo carece de nombre y de sentido.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo





jueves, 9 de febrero de 2023

REFLEXIÓN SOBRE LA CREACIÓN DEL POEMA


"Por amor al arte". Pintura de la madrileña Nicoletta Tomas Caravia. 







REFLEXIÓN SOBRE LA CREACIÓN DEL POEMA

 

Uno a veces no sabe bien cómo comenzar un poema. Pareciera que la idea o el sentimiento, al ser tan grande, acabara con toda posibilidad de lograrlo. 

Hay que ahondar en el vacío revelador. Uno se pregunta, ante esta disyuntiva, cómo hicieron de forma tan apasionada aquellos artistas que se atrevieron a crear las vanguardias históricas: futurismo, cubismo, simbolismo, surrealismo, etcétera, cómo imaginaron e hicieron realidad lo que les bullía en ese momento por sus mentes. El caso es que por su valor de ruptura y de creatividad, lograron hacer posible un momento sublimar de la historia del arte desde la imperiosa necesidad de implantar algo nuevo. De alguna manera siempre fue así. En el caso del poema, pretendiendo representar gráficamente ese vacío ardiente que nos grita desde el fondo del alma. De ahí la necesidad de hallar forma y manera de crear versos que realmente lo conforme.

Nos acercamos de este modo inconformista a la poesía experimental, pues todo impulso artístico ha de ser tentativa de creación. Por eso hay que reflexionar sobre la propia poesía, sobre cómo la entendemos y conformamos en ella una voz personal. El material son las palabras. No hay otra manera de poder expresar la literatura y por tanto la poesía. Con ella podremos resolver el tema de la inspiración, la métrica, las figuras literarias adecuadas, los símbolos y metáforas que sintamos necesarios, modelándola como si fuera arcilla o barro. Todo ello desde el sentimiento de libertad, ajenos a modas o tendencias que solo distraen y tapan incapacidades. Libertad para el poeta, y también para el lector al que hay que dar opción a distintas capas de lectura para que la experiencia sea más satisfactoria, todo buen poema las requiere.

Si nos acomodamos a lo transmitido, evidente y conocido, a lo que busca el lector conformista  y en poesía  es la mayoría, estaremos siendo poco honestos con nosotros mismos en el proceso maravilloso de la creación. Hay que avanzar sin pensar en éxitos yendo tras la sorpresa cultural que anime e instruya, pues la poesía no es un producto político-económico como algunas editoriales y escritores pretenden. Hay que diferenciar un buen poema del ripio al uso y abuso. Sin embargo, por diversos motivos ajenos al poeta, en muchas ocasiones se obvian los buenos juicios dando valor a otros basados en querencias populares, personales o económicas, que nada tienen que ver con lo esencial en poesía.

 

Barcelona, enero del 2023

©Teo Revilla Bravo







jueves, 2 de febrero de 2023

LA TRADUCCIÓN. ALGUNAS CONSIDERACIONES

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Retrato de Gustave Geffroy 1895" de Paul Cezanne" 

Cezanne no acabó este retrato del crítico de arte  tras posar para él tres meses. Por lo visto acabó perdiendo el interés.







   



LA TRADUCCIÓN.  ALGUNAS CONSIDERACIONES

 

 

La traducción, compleja en sí misma, se encuentra presente en cualquier modalidad literaria: libros, películas, páginas de arte, canciones, discursos, tratados, disertaciones, panegíricos, etc. Para algunos es una de las artes más decisivas de cara al futuro humano, aunque es indudable que lo es ya en el presente.

Traducir es transportar y aunar impresiones, emociones y letras, de una lengua a otra, de unos pueblos a otros, en una continua traslación de culturas y efectos, propiciando la hermandad y unicidad de gentes y lenguas. La traducción es la señal con la que contamos para hacernos una idea, en nuestra imaginación, de los efectos, maneras literarias y sensibilidades, que se producen en otros lugares de distinta habla. El traductor idea el lenguaje más apropiado que cree para pasar algo que interese de una lengua a otra, sin menoscabo en lo posible de su esencia primigenia, algo siempre complicado. De ahí la importancia de que el traductor sea fiel intérprete. La labor que realiza, se asemeja a la del poeta cuando concibe un lenguaje personal al escribir sus versos, al ir formando un lenguaje entre gentes diversas que relacione y aúne el mundo, acomodándolo a un contexto extensivo de verdadero mestizaje cultural.

Desde el punto de vista del intérprete, el texto que ha de traducir se encuentra con las peculiaridades de la otra lengua en cuanto a estructura y retórica, a veces complicadas de solucionar y trasladar a la propia. Lo bueno de este esfuerzo, es que la traducción sobrepasa las murallas meramente lingüísticas para participar de una perspectiva cultural que incluye las connotaciones de términos y expresiones coloquiales de la lengua tratada. Entre las estrategias básicas de la traducción, resalta el mantenimiento de una estructura paralela en ambas lenguas. Las dificultades que encierra el trabajo, no ya de traducción solamente sino que también del trasvase de contenidos, se ven superadas por la utilización en la lengua de origen de recursos de estilo produciendo evocaciones dificultosas a veces intransferibles.

La traducción, para Edouard Glissant, poeta y filósofo martiniqués, es fuga, es salida, es el arte de la levedad. Al ir traduciéndose una obra de una lengua a otra la integridad neta desaparece, ya que va despojándose de parte de su ritmo primigenio así como de la asonancia de su escritura y de la esencia misma con la que fue concebida.  El traductor intenta crear algo similar de intenso a lo leído, pero no logra al traducirlo algo que sea exactamente igual y ha de adaptarse renunciando a la plenitud original. Eso sí: salvaguardando el fondo, la totalidad-mundo de la misma, la parte positiva de cualquier obra que ha de ser trasladada a otra con el máximo de semejanza. Lo importante es recomponer los pasajes del mundo que nos unen como seres, engrandeciendo culturalmente tanto los valores particulares como los universales.


Barcelona. Enero. 2015.

©Teo Revilla Bravo.