ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

martes, 31 de mayo de 2022

ESCUCHAR

 


"Amarillo Rojo Azul, de Wassily  Kandinsky 1925.
El pintor buscaba obsesivamente representar los conceptos de los cuales deriva el sonido y con éste la  música.






ESCUCHAR

 

 

Escuchar atentamente los sonidos.

Trémulo Instante entre oleajes y aires     

invisibles, entre arenas y soles aparecido.

Árbol. Adherencias firmes a la tierra,

poética verde del  bosque y la montaña.

Verde. Blanco polen de las flores.

 

Iluminaciones que recogió la infancia,

entre la rosadas y grises piedras de la aldea

Brañoserense, centro recurrente de toda

ensoñación. Impasible, noto la lluvia bajar

sierra abajo cubriendo el valle de agua...

 

Sensaciones. Orden natural preexistente.

Inmersiones de la memoria en la luz 

que aún ilumina, mientras voy esperando 

el último subrepticio tren del día, 

entre versos, ensoñaciones, esfuerzos 

indomables con la pluma, desvelos, 

alergias, truenos de furor  y relámpagos.


FLOTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo






 

miércoles, 25 de mayo de 2022

LA DUDA

 

"Head III", obra de Francis Bacon (1961)






LA DUDA

 

    Como poetas o amantes de la poesía, ¿qué podemos dar por claro, qué por cierto? Ya sea como escritor o lector, la duda no deja de ser incertidumbre, condición necesaria para que se dé la reflexión. No obstante y a pesar de todo esfuerzo intelectual que hagamos para obtener respuestas, la mayoría quedarán sin poderse contestar. Quizás lo importante no sean al fin y al cabo las respuestas, y lo medular sea el trabajo de reflexionar sobre algo aunque parezca baldío, ya que el mismo hecho de elucubrar nos sirve como fuerza para levantar una  nueva creación poética al ser pilar básico e influir en su  escritura. 

    Se trata de aprender a leer y sentir. La lectura de grandes autores, fuente de inspiración e ignición para quienes se atreven humildemente a acercarse al poema y  a la práctica de su escritura, es ineludible. Nos nutrimos de lo que leemos. En el caso concreto de la poesía, porque ocupa un lugar importante en nuestras vidas al hacerse necesaria para hallar equilibrio emocional. Si le somos fieles, si nos aventuramos a emocionarnos y ser constantes en libar la magia que los versos desprenden, lograremos que la respuesta a la duda se revele de modo sorprendente aún no sabiendo luego conceptualmente explicarla.

    Tendemos a buscar un Dorado o una Ítaca particular, a emprender, de un modo u otro, un viaje interior en búsqueda de la realización aunque como en Luis Cernuda no haya “Penélope que aguante su llegada”, ni explorador que halle su Dorado añadiría yo. El mundo es el que es, con sus cosas buenas y sus cosas malas, con sus goces y sus miserias. Aquello consustancial a la condición humana es lo que el poeta ha de tratar de recoger con esperanza y sensibilidad, bien en versos propios, bien en ajenos.

    Los poemas no requieren mucha explicación. A veces ninguna. Pero sí es imprescindible recoger e intimar su esencia. Quizás por eso la gente, ávida de entenderlo todo a la primera, lea poca poesía o simplemente no la lea. Los que sí lo hacemos, experimentamos esa vibrante atención que ilumina sintiéndola en soledad, sobre todo en momentos propicios como los del gran silencio revelador de la noche.

 

Barcelona, mayo del 2022.


ARTE Y POESÍA III

©Teo Revilla Bravo  






sábado, 21 de mayo de 2022

CAE LA TRISTEZA

 

"Muerte, tristeza". Pintura de David Alfaro Siqueiros, uno de los tres grandes muralistas mexicano del siglo XX., considerado un teórico del arte en búsqueda de nuevas técnicas que lo renovaran y universalizaran; el arte debería ser monumental, público, social, ilustrativo, humano. Quizás por todo ello se consideraba antes político que artista.






CAE LA TRISTEZA



Cae la tristeza, a deshora, a destiempo,
a desgana. Como espejo roto en la estrechez
de la conciencia. Como alargada lluvia
desmoronada sobre la infausta ciudad
de la sombra y del olvido.

Trajo la tarde ausencias de risas,
de flores, de frutas, de pan, de manteles y vinos.

Cae la tristeza, y el recuerdo se posa
—ribera de cielos desmayados de fantasía—,
en la cándida mano de un niño.

Tiembla voluble la noche por el calado
paisaje. El universo, indiviso, entre remotos
ecos de resonantes lunas, se acuesta
—levedad imposible—, exhausto amor, a tu lado.


Tus ojos, de mirada inquieta esta tarde,
intentan a través de lo efímero traducir el dolor…


“SOLEDADES” (Provisional)
 Cuaderno  XVIII ( 2013 al 2014)
©Teo Revilla Bravo.





miércoles, 18 de mayo de 2022

OBRA SOÑADA

 


"Improvisación soñada" Obra de Kandinsky 1913. Del llamado Periodo dramático o genial






OBRA SOÑADA

 

    De las emociones, surge casi todo: asombro, deseo, temor, soledad, odio, amor...  También el caos ante una obra que tememos se nos va de las manos. Atrapados en la necesidad de explorar, descubrir caminos y buscar ante la adversidad refugio e inspiración en escritores o artistas que admiramos, ayuda a que avancemos, entre fragosas brumas, hacia lo inhallable. Lo hacemos con el objetivo de desentrañar aquello que imaginamos o intuimos, porque crear acaba siendo todo. Comenzando con la concepción, nada circunstancial, de la obra soñada.

    Con cada paso que alentamos en el intento de crear orden y solidez en algo tan ambiguo como es el arte, vamos venciendo las incertidumbres que provocan las propias emociones. Obrar y corregir es la fuente primaria para eliminar desasosiegos y ampliar sueños. Ese foco de atención o nervio vivo que nos impulsa a crear y hallar la libertad de expresarnos, es el riesgo del juego, el reto que la imaginativa nos invita a afrontar.

    La mejor expresión de este sentimiento, es la incansable búsqueda de la dimensión creativa a la que el artífice, cercado por la incertidumbre, para intentar anularla se entrega.

  

Barcelona, diciembre del 2021.

©Teo Revilla Bravo  






sábado, 14 de mayo de 2022

EL IMPULSO CREATIVO

 


"Los témpanos de hielo" Obra de Claude Monet






EL IMPULSO CREATIVO

 

      El impulso creativo surge durante un tiempo de parón en el que el artista queda a la expectativa ante el caballete mirando la tela o el material en blanco, etapa en que busca la solución a la sed creativa que por unas causas u otras se le está negando. Hasta que percibe la llegada de una incógnita con múltiples conexiones recorriendo su cerebro, formada por ideas e ilusionantes que se van agitando en el umbral estimulante de su conciencia creativa.

     Es el comienzo de un proyecto nuevo. Momento emocional en que se ilumina la chispita que le impulsará a proceder en un conjunto de factores con valentía, ilusión y descaro. Será el inicio, la formación de la base desde donde resolver el efecto de inspiración recibido. Esa primera circunstancia es crucial, ya que en medio del entusiasmo que vive pueden surgirle angustias, ansiedades e incertidumbres, que le hagan perder el objetivo. Como si tras comenzar e ir actuando se quedara parado ante la perplejidad que le entra, momento en blanco en el que muchos abandonan la obra al sentirla como un condicionante sin control ni arreglo. Sin embargo y paradójicamente, es a través de esas dudas y contrariedades que se va suscitando, terca y tozudamente, el maravilloso universo artístico. Si logra superar la fase de incubación de la duda y de búsqueda de alternativas y lo realizado se amalgama bien, se abre otra fase de fecunda creación y esperanza, donde la solución a las dudas llega al acoplarse las partes antes dispersas, momento  agradecido donde florece la magia con avances cada vez más interesantes. 

    Luego será verificar, examinar y evaluar, si la obra se da por concluida o hay que seguir limando detalles. Tomar la decisión de acabar de dar pinceladas, no es fácil: uno nunca acaba de ver el final. La valoración ajena puede tener importancia para no precipitarse uno, así como para no destrozar en un momento de rabia algo valioso. El objeto artístico, por mucho que nos empeñemos, no tiene fondo ni fin, la obra siempre estará por encima de su creador.

 

 

Barcelona.-16.-Noviembre.-2014

©Teo Revilla Bravo.






martes, 10 de mayo de 2022

AL VIENTO

 


"Al viento" Año 2015 Obra al óleo de mi autoría inspirada en los caballos que se crían en el Valle de Santullán y Brañosera, Montaña palentina, 





AL VIENTO

 

Al viento. Oleaje sobre el lago. 

Arenas y algas, rumor de húmedas 

hojas. Manchas verdes pinceladas 

en la acuarela hermosa que colorea, 

desde el estero, el prolongado valle. 

Vuelo rápido y libre del milano 

por Brañosera, en el refulgir azulado 

del astro. Agua y barro en los caminos. 

Andares, oh, Pedrosa que nos llevan 

peregrinos solitarios entre crujidos 

de cortezas, cardos, espinos y verdes, 

por entre el vuelo vibrante de las flores 

y la exhalación de las nubes que se van 

empujando y deshaciendo entre el verde

esmeralda del boscaje cántabro.  

 

Decálogo de luces. Desnudo aire. 

Potro febril en el prado. Instante 

de paz y silencio que invaden  —aire, 

aromas, luz— la temprana  quietud 

de la Sierra...

 

La primavera por los montes palentinos, 

perezosa avanza. Una lágrima que asoma 

entre recuerdos, cae temblando. 



FLOTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo

martes, 3 de mayo de 2022

EL PASAJERO

 

Acuarela de Tito Fornasiero, pintor italiano contemporáneo.






EL PASAJERO

 

    El pasajero va entrando en otra etapa del camino. La más crucial quizás. Con mucho kilometraje a cuestas afronta el último tramo de la vida, y lo hace con templanza.

    El pasajero va hacia el término del viaje con el deber de transformar, día a día, hora a hora, la hosca vecindad de quien está a punto de entrar en la noche más larga. Pero lo hace disfrutando como siempre de la alborada luminosa que es respirar pálpito a pálpito la vida. El pasajero no tiene por qué ir resignado hacia una vejez revestida de fría y silenciosa andadura. Sería una traición no seguir reivindicando la alegría, las artes, la poesía, el amor, la empatía, la solidaridad. A una edad u otra, hay que estar orgullosos de la existencia seguros de que pese a los años se sigue en la brecha por hacerla mejor para uno y en lo posible para todos. ¿Cómo? De manera inconformista, con ganas de seguir luchando por transformar la sociedad, y respirar poesía consciente de que sin ella uno no puede oxigenarse como no puede vivir sin amor.

    No quiere decir con esto que el pasajero vaya por ahí como un joven atolondrado que se las sabe todas. Tampoco como si fuera un vidente o un profeta que habla con los muertos, los médiums o con personas con grandes estudios y experiencias que mostrar. La amistad, la solidaridad, la risa, la lagrima, el esfuerzo, han de seguir siendo hasta el último aliento remedios infalibles de superación personal.

    Es cierto que las fuerzas merman, que los avatares cotidianos le dejan a menudo aparentemente vencido por múltiples molestias, que parece que la edad le va oxidando como a los cacharros de la cocina los oxida el tiempo, que todo comienza a caerse: pelo, párpados, cachetes, dientes, nalgas...

    Qué contar que no se sepa, ¿verdad? Todo le cruje a este viajero. Todo se le estropea y duele. A veces desmedidamente, como cuando traqueteando y retraqueteando se levanta de la cama o se agacha a recoger algo caído en el suelo. También siente que el erotismo a esta edad necesita tiempo, fervor y reposo, para que el sexo le siga dando  placeres y aciertos. A todo proceso se acomoda uno, en el prodigioso efecto de vivir.

    La invisibilidad a la que le someten a veces al pasajero, puede ser un factor negativo y de tristeza al notar como poco a poco le dejan de ver y de llamar, que ya no cuenta tanto, que lo que puede ofrecer dejó de ser atractivo para la mayoría. Falso: mientras la mente funcione de manera creativa y lúcida, una persona mayor puede aportar tanto o más que cualquiera otra por joven que sea. Esto de la invisibilidad no lo entiende el pasajero muy bien: no sabe si en realidad es una cualidad o una desgracia. Tiene sus dudas, pues también significa que entra en un época de tranquilidad y recogimiento espiritual donde le dejan tranquilo en momentos apetecibles. Quizás ambas cosas le sean necesarias por inevitables. En todo caso, acercarse a la vejez es para el pasajero aprender a ser como lo ha sido cada día a lo largo de su vida y es también prepararse para esa cuestión espinosa e irreemplazable que es  enfrentarse a la inevitable muerte que a todos llega.  

 

 

Barcelona, abril del 2023.

©Teo Revilla Bravo