ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

jueves, 30 de marzo de 2023

VIVIR EL AMOR

 


"El abrazo", obra de Egon Schiele, pintor y grabador expresionista austriaco.






VIVIR EL AMOR

 

Vivir el amor, la intensidad de ser complacientes 

para que la palabra repose dichosa en el cálido 

hangar de los corazones.

La distancia se acorta cuando la caricia 

se desliza gozosa vientre arriba cubriendo los cuerpos 

de febriles amaneceres.

 

Despierto al sentir el golpe de la caída de la soledad 

certificando el feliz encuentro con el cálido albor 

del día. La luz del amanecer resbala por la ventana

entreabierta y se posa en tus ojos aún  adormecidos.

Hilvanados, los sentimientos se agigantan a medida 

que nos vamos envolviendo en la tornasolada madeja 

del afecto y la pasión.

 

Es dulce el momento. Distendidos sobre el lecho 

el deseo nos enlaza en los límites de la plenitud, 

fracciones inagotables de un letargo hormigueante 

y hermoso que nos convierte en saludables latidos de amor.


El silencio crece como irrefrenable madreselva....




OCÉANOS DE LUNA

(Cuaderno  VIII (1984-1987) 

©Teo Revilla Bravo.




viernes, 24 de marzo de 2023

EL ARTISTA

 


                    Autorretrato de Jan Vermeer, 1665, Flandes. Barroco






 EL ARTISTA


  "Los espejos se emplean para verse la cara; el arte, para verse el alma"     

                                       George  Bernard  Shaw (1856-1950), escritor.

 

        Los artistas son personas dinámicas, talentosas para desarrollar técnicas y utilizarlas. A mayor método y oficio, mayor capacidad de expresión. Son sensibles. Tienen algo que decir y saben decirlo mediante elocuciones y habilidades propias. Son personas llenas de arrojo, vocación y valor, imperativos que se llevan en el alma al tener que vencer momentos de fuertes dudas, así como lidiar con ciertos estereotipos como el tópico muy recurrido de que son gente desequilibrada algo loca, que padecen desórdenes mentales o son excéntricos y de naturaleza fantasiosa, recibiendo aplausos cuando agradan o  vituperios, indiferencias y rechazos cuando no es así. Su labor viene determinada por factores psicológicos, culturales, estéticos, socio-antropológicos.

        El artista ha de enfrentarse al reto de tener que vivir con frecuencia de trabajos ajenos a su verdadera vocación artística, manteniendo pese a todo la esperanza puesta en ésta. Como posiblemente no podrá vivir de esta labor, ha de estar aferrado de alguna manera al sueño, a la quimera, al mito, sin importarle dificultades, esfuerzos ni advertencias en contra. Lo que el artista pretende vivir es una exaltada existencia emocional y una pasión por el oficio, entregándose a ello con la máxima libertad posible, ajeno a condicionamientos sociales.

        El artista, que se sitúa ante un paisaje sin definiciones ni límites previos, está dispuesto a darlo todo en trabajada transmutación, apostando por un momento único, sintiendo con intensidad el verso, la pincelada, el barro o buril entre las manos, el gesto mímico o teatral  encima de un escenario, o la nota musical sublime, ofreciéndolo mediante la transformación, alteración, o interpretación personal de su alma, pues su fin, aún no pensado, es robarle de alguna manera la suya a quien lo recibe.

        El artista es símbolo de la misma obra que ejecuta. En esos momentos en que se implica en ello está probando el néctar de la vida al lograr, a través de instantes de verdadera magia, detener el tiempo integrando su espíritu creativo en el corazón de quien recibe sus obras y se deja llevar de ellas sintiéndolo, aplaudiéndolo, cumpliendo el ritual que unos llaman arte y otros cultura no siendo más que el signo de identidad de un artista, el dispositivo que le dará la perspectiva para centrar su interés en nuevas obras consciente  de que es el mayor reto que tiene. Este ideal obtiene su punto álgido cuando se alcanza el concepto romántico de genio, que no es más que el reflejo de la jerarquización e ideologización de un tiempo determinado que avala tal consideración como algo sublime que  pocos pueden  conseguir. Un concepto endiosado quizás hoy en decaimiento como sucede con distintos estereotipos, verbigracia el de la figura no menos sorprendente y romántica de poeta maldito inmortalizada en el gran Baudelaire.

        Llegado a este punto de la reflexión en la que me he metido, algo impreciso y atrevido esta tarde, he de destacar que cualquier persona es artista cuando tiene la capacidad de imaginar y hacer realidad su sueño sintiéndolo como una de las mayores razones de su vida al considerar que la obra de arte es la forma más palpable de la sagacidad, intuición y belleza posibles en el ser humano. Quizás Tolstoi –otro de los considerados genios- exageraba al decir que el verdadero artista es aquel que puede lograr pintarlo todo.

 

Barcelona.-Noviembre.-2013.

©Teo Revilla Bravo.









domingo, 19 de marzo de 2023

SUJETAR EL TIEMPO

 

"Detener el tiempo" Obra de la artista burgalesa Mariángel González, especialista en Dorado y Policromía, en Restauración e Ilustración.



El tiempo nos ayuda a descubrir caminos,, a cerrar incertidumbres, que "Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en. momentos de ira siguen hiriendo durante toda la vida." según Jorge Luis Borges.

Buen día y un poema:



SUJETAR EL TIEMPO



Cómo sujetar el tiempo, la palabra

que circula por su interior y huye.

Cómo atraer a ambos -tiempo

y palabra- sin acidia hacia

el silencio donde nada es,

proyecto abandonado en el jardín

inextricable y estéril del vacío.



Las palabras esta tarde no son

expresivas, no han nacido del sueño,

no acarician melodías ni son boca

de pez abierta deglutiendo destino:

han quedado resignadas, tristes,

sin forma; sin memoria tienden

a caer al vacío, agarrando el miedo

que se aprieta en la garganta.



Son palabras que niegan el cielo,

la tierra, el coral, la esperanza,

el dédalo de los días, el aceitado

brillo, ay, Aleixandre, de la luna.



Entre la palabra y lo omitido

agitado como un largo abanico,

este tiempo nuestro de fondo

insondable se desploma,

indeleble, como duro proyectil

disparado por la razón al aire

cómplice del voraz sin sentido.




BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo












miércoles, 15 de marzo de 2023

POESÍA

 

John Keats, poeta principal del romanticismo inglés.  






POESÍA


    La poesía es siempre algo paradójico, indudablemente excepcional, que entra en el ánimo del poeta para quedarse. Una de sus peculiaridades es que no obedece a estrictos criterios de quien la escribe, del crítico que la analiza, ni del lector apasionado que la lee para sí o recita para otros. Obedece más bien a inescrutables azares que nos descubren, de una forma u otra, que está bien creada para llegar y emocionar. Las relecturas hechas a fondo con templanza y ánimos de asumirla, ayudan. Escribir unos versos sueltos (ni siquiera es necesario un gran poema), es suficiente para que su resultado pueda ser de auténtica inspiración, como sucede en el caso del bello haiku.

    La poesía, como todo en arte, necesita un equilibrio especial entre el conocimiento que poseemos y el gusto para lograr detectar la magia que ofrece el verso considerado perfecto. Aunque la perfección no exista, pues el poema es una ecuación incompleta y heterodoxa siempre, algo abierto que volvemos a escribir una y otra vez con la esperanza inútil de rematarlo algún día en arrebatado afán con contención, valor, sentido y prudencia.

    El poema, no es una fotografía ni una sucesión de palabras más o menos hermosas y bien escritas. Ni siquiera es un testimonio sangrante o apasionado ampliamente vivido. Se ha de dar en ella una metamorfosis, donde la palabra logre ser algo más que palabra. Si conseguimos un soplo de asombro, será una compensatoria iluminación que nos permitirá continuar en esa búsqueda desde el silencio del mundo (pozo de infinitud del que brotan aguas vivas que diría el poeta Colinas) hasta hallar la luz dentro de otra íntima luz.

 

 

Barcelona, febrero del 2023.

©Teo Revilla Bravo







viernes, 10 de marzo de 2023

SEMBRAR CONCIENCIA EN ARTE


Fotografía: "Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca". Izan observa el reverso de una de las obras.







SEMBRAR CONCIENCIA EN ARTE

 

A menudo la incomprensión ante lo que contemplamos en arte, nos invade de forma desconcertante. El encuentro con la obra supone, generalmente, una sorpresa que no sabemos bien cómo conceptuar al sembrarnos de inquietud y duda. Cada espectador da una respuesta diferente sobre lo que ve dependiendo del estímulo obtenido y su bagaje cultural.

Lo primero que nos preguntamos cuando algo no nos complace o deja indiferentes, es si lo que nos exponen es realmente arte. La respuesta estará vinculada a cada espectador como decíamos, ya que no hay una proposición concreta que establezca con claridad qué es arte y qué no lo es. Será por tanto el estado de ánimo quien determine, a nivel individual, si lo que se ve es o no arte, si le atrae o no, si le produce indiferencia o rechazo. No debemos cercar el significado más allá del individuo aunque los llamados entendidos se dediquen a establecer, cargados de apócrifa atribución crítica, valores para todos.

Identificamos una imagen y la hacemos nuestra, porque la experiencia que obtenemos de ella corresponde a nuestro equipaje formativo. Estamos para bien o para mal condicionados, bueno sería poder quitarnos el traje restringido que nos ponen o ponemos y lograr ser libres ante lo que se pueda  adjetivar como arte.

Vicente Verdú nos dice, que “Nunca se experimenta mayor conmoción ante un cuadro que cuando es la obra quien impone su poder sin miramientos”. Es decir: sin reclamar ser mirado ni analizado previamente. O lo que es lo mismo: sin mostrar necesidad de ser visto y repasado. La obra maestra es aquella que nos ve primero ella. Como alguien dijo, “Con un ojo muy próximo a cero”, porque como Dios su presencia nos deslumbra, incluso antes de que le prestemos atención. El espectador debe entregarse, sentir qué le provoca, sin tratar de comprender,  desatendiendo pautas visionarias ajenas. Cuando la simbiosis de lo que brinda la obra y recoge el espectador se produce, el resultado se acerca a lo perfecto. Sin embargo, la directriz es influirnos para la obtención de unos requisitos previos y así acomodarnos a pareceres llegados mediante previa llamada de atención bien a través de la prensa escrita, de los medios audiovisuales o de los mismos folletos proporcionados a la entrada de la exposición. El  fin es que lleguemos a la conclusión, de que nada de lo que vemos es algo que vayamos a entender (sobre todo en arte conceptual), pues dan por hecho que no estamos  preparados.

Decía Gili, M., que “No está de más preguntarnos si cierta creación contemporánea no está siendo a menudo utilizada por artistas, galeristas, comisarios, críticos y responsables de instituciones, como marco de admisión de un restringido grupo de personas cómplices de tanto desatino y cinismo. O lo que es lo mismo: para la exclusión de una mayoría resignada a no entender nada”. La perversión, la mala imagen del arte contemporáneo y por ende de las instituciones que lo sostienen, podría deberse a que a menudo sus actores trabajan más guiados de modas, tendencias y estereotipos, que con la contemporaneidad; es decir, con aquello que se interroga uno sobre qué significa estar vivos.

 


Barcelona. Febrero. 2015.

     ©Teo Revilla Bravo.






martes, 7 de marzo de 2023

A GOLPES

 


"Sol ardiente de junio" Considerada la mejor obra de Frederic Leighton,  1985. 






A GOLPES

 

A golpes de silencio. Intentos por recorrer 

caminos de esperanzas, pues nunca está 

solo quien ha amado y ama, nunca lo está 

aquél al que se añora:

                              río, mar, lago, cielo, 

ave, ganado, verdor, fulgor, montaña.

 

Tu nombre en la retentiva, y la vida 

en torno creciéndose como ese golpe 

de corazón que me dice, que estaré de ti 

siempre enamorado.

 

Palabra en voluntad de ser:

el que fui, el que soy, el que seré.


La poesía es el  timbal del corazón,

la linfa clara e inocente que al circular 

nos estremece y sana; es la patria 

de la verdad dulce o amarga 

que transitamos, dentro o fuera de uno, 

cargada de peregrina emoción

Conmoción y vida en ruta hacia la eternal 

nada donde ojalá a mí lado, amor, 

en sueños infinitos en mis abrazos 

extendidos holgadamente descanses.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo





viernes, 3 de marzo de 2023

PRIMERO DE AÑO

                                                                    "Gregor Samsa"

Ilustración de Luis Scafati para el Libro La metamorfosis de Franz kafka. 





PRIMERO DE AÑO


Procesión de horas, de días y años alargados

que pasan como un soplo jugándonos

—transgresión insistente— la objetividad

vital sin apenas notarlo.

 

Parada obligada para respirar.

 

Llueve sobre la ciudad, sobre la pradería donde

los bueyes pastan desasosegados hilos de cementos,

ladrillos y aceros, de la más inimaginable dureza.

La virgen cambia de pañal al Niño Jesús bajo

 el puente de los fríos, los lloros  y las lágrimas.

Un Gólgota está esperando al bebé Dios aspado

de muerte ya al nacer por sanguinaria orden

de Herodes Agripa. Resucitará. Dicen que lo hizo

al tercer día de ser mortalmente sacrificado,

redimiéndonos de todo mal por voluntad de Dios

Padre, amén. Una línea de ferrocarril

atraviesa la ciudad de L´Hospitalet.  

La parte en dos mitades, metáfora de la división

de ideas encontradas de  un país trabado

en las lentas ruedas del progreso humano,

fin imaginado de igualdad para todos en general

autoengaño libertario.

 

Llueve sobre la ciudad. Los bueyes se mueven

inquietos en los prados entre sombras dañinas

de la mañana y resonancia magnética que bordan

los copos airosos de los árboles.

No logran digerir  los pastizales de las  dehesas

de la desolación, ahijadas de otras nebulosas

que nos confunden.

Llueve.  Es primero de año y solo se me ocurren

tonterías, al azar de un cava tontorrón

en derramada conformidad, tomado en la familiar

comida de año nuevo. El horizonte de luz prometido

en cada fiesta, queda emborronado por la parte

de Montjuic inmerso en la tontería de tantas

bienintencionadas albricias de felicidad

recibidas en la infame mascarada.

 

Trepan las horas. Esperan su vagido de pavor.

Los ojos quedan como focos abiertos al ilusionismo

tras la mascarilla tonta y agria de un escepticismo,

groso e incauto, que aún espera un alba ahijado

de sorpresas, de soles y jazmines.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo