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FALTA UNA VERDADERA CULTURA ARTÍSTICA
El reto de lograr una cultura artística que sirva para enardecer las mentes, está en poder acabar con el elitismo y mercantilismo que rodea al mundo del arte. Hay que avivar el interés de los más jóvenes para hacerles comprender la importancia que como seres humanos sentir el arte conlleva. El arte es aprendizaje, es pasión y belleza, es una dedicación que ha de comenzar en la infancia con el objetivo de que el niño, creándosele un sentimiento de belleza, sea creativo y se interese por aprender. Practicando, dibujando, pintando colores, tocando algún instrumento, jugando con el barro o bordando primorosamente un lienzo. Y eso es posible si está influido por un entorno favorable que le lleve a apasionarse, de tal modo que a medida que vaya creciendo posea una trayectoria ascendente y enriquecedora, una socialización y equilibrio del disfrute estético.
La observación, la sensibilidad, la expresión imaginativa ávida de evasión y poesía, la pasión por la naturaleza, su sostenibilidad, la gran riqueza y potencialidad plástica que representa, el caudal de metáforas y exuberancias asombrosas que aporta, nos hacen ser seres privilegiados.
Buscando ese estilo donde nos sintamos cómodos y a la vez aventureros jugando y creciendo con materiales, sonidos y colores, buscando emociones y sensaciones de manera ecléctica, simbólica, versátil, intentando no perder la experiencia sensorial conseguida lograremos formar una geografía bien trazada, simbiosis de arte y vida.
Llega un momento en que hay que definirse buscando el estilo (por ejemplo en pintura, abstracto o figurativo) de manera expresionista, simbólica o realista intentando que la obra no quede plana ni carente de emoción. La práctica del arte acaba convirtiéndose en una necesidad vital, en un viaje experimental y de investigación con todo el campo amplio por delante para crecer, siempre desde una mirada personal, libre, lejos de academicismos, modas y estilos que constriñen y anulan.
El arte aporta crecimiento personal, nobleza, esperanza, emoción e inspiración para sentir y vivir la vida dignamente, la única manera de regalar luz a otros con la propia luz, de ahí la necesidad de hallar una cultura artística con compromiso institucional sincero que no esté dominada por élites adineradas o complejos intereses partidistas.
Debemos seguir luchando e insistiendo para lograr que todo mejore, y el arte y la solidaridad son los mejores aliados que tenemos.
ARTE Y POESÍA III
Barcelona, 2015.
©Teo Revilla Bravo