Antoni Tàpies, pintor catalán, ejemplo de compromiso social a través de la pintura, fuertemente vinculado con los cambios sociales que se produjeron en España tras el final de la Guerra Civil.
EL COMPROMISO EN LA POESÍA
La poesía -y la
literatura en general- como actividad intelectual que es, hay que pensar que no
puede esconderse de las condiciones económicas y sociales que afectan a la
sociedad a la que pertenece quien la escribe. El género más sensible dentro de
lo que consideramos lectura, el más sustancial en cuanto a la denuncia de injusticias, es
la poesía, siempre moviéndose entre minorías. Y esa poesía crítica que se va desarrollando a lo largo de la historia, no es más que un compromiso
existencial -incómodo para muchos-, expresión de una actitud moral firme ante los hechos indignos que en la sociedad se suceden.
El poeta comprometido, se halla ante sí mismo con su lenguaje abstracto, abstraído del parlante y del oyente, tiende a
desarrollar su obra con la libertad que su pensamiento le otorga. Es,
una vez sentida la conciencia, una exigencia reflexiva, ringlera de
pensamientos que le definen como persona. Escribir se convierte de eso modo, en un compromiso con las causas que entiende honestas defendiéndolas con la palabra –herramienta única- que considera más apropiada.
Y lo hace, empeñándose con destreza y arte en decir lo que en su interior está
queriendo ser dicho, con el propósito de que su mensaje llegue a todos,
especialmente a aquellos que ni siquiera tienen voz para poder denunciar los
abusos a los que con frecuencia son sometidos. Siempre hubo poetas sensibles a motivos de angustia y amenaza que han escrito con acierto y
generosidad sobre lo que emociona, enamora, alegra, o provoca esperanza o
desesperanza como es la injusticia en sus múltiples facetas. Lo importante en cada caso, es el compromiso ético de llevar su
verdad al verso.
El egoísmo, el
fanatismo, la injusticia, los grandes males sociales que nos aquejan, suelen ir
acompañados de intereses monetarios, de sucios negocios avarientos entendidos como
explotación, algo que tienta mucho a hombres y mujeres de cualquier época y
condición social. El poeta, en ese contexto, estorba; es la anomalía que
escarba conciencias, el que lucha desde el silencio para intentar equilibrar la balanza y favorecer la
igualdad, algo que a menudo se hace difícil de lograr: el contrapeso, es fuerte.
Para ejemplarizar lo
expuesto, dejo, a modo de colación, fragmentos de un poema del irreverente, clásico y
enorme, Francisco de Quevedo:
DON DINERO
Poderoso caballero
es don Dinero.
Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Nace en las Indias honrado
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado;
y pues quien le trae al lado
es hermoso aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Es galán y es como un oro;
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Son sus padres principales,
y es de noble descendiente,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y pues hace las bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Más valen en cualquier tierra,
mirad si es harto sagaz,
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra;
y pues al pobre le entierra
y hace propio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.
El cantautor Paco Ibáñez, le puso música en los años sesenta:
Barcelona, enero del 2020.
©Teo Revilla Bravo.
Poderoso caballero es don dinero, pero por suerte, hay poetas que hacen que la balanza se equilibre al menos un poco. Es, sin duda, una de sus capacidades y necesidades más importante, porque un poeta se debe a la justicia, a los derechos fundamentales, a la naturaleza, al respeto y a la paz entre muchas otras cosas. Besitos
ResponderEliminarBien lo certificas con tus claras palabras, Karyn, poco que añadir a lo ya dicho.
EliminarUn abrazo
Poderoso caballero es Don Dinero, eso es sabido, eso es cierto; pero tiene en el poeta un ser revelde, un ser insumiso y valiente, que su riqueza no la mide con un doblón de oro, no se siente a gusto en castillos hechos a base de látigos y sangre, que no disfruta de una cena, donde luego los manjares que sobran se tiran a la basura, mientras por unas rancias migas el vecino en las afueras suspira.
ResponderEliminarUn poeta es un rebelde, un profeta en tierra ajena, un visionario del tiempo que solo busca lo que casi nunca se encuentra... La paz, la justicia y el amor.
Por ello ser poeta es un don especial y a la vez una cruz que hemos de cargar, no busquemos ser comprendidos, ya que medimos los valores de este mundo distinto al resto de personas.
Para el poeta Don Dinero no significa nada, si algún poeta quiere enriquecerse económicamente de la poesía, ya en propia es un acto contranatura.
Exquisito análisis y excelente elección del gran maestro Francisco de Quevedo.
Un abrazo fuerte amigo y poeta.
Y Exquisito comentario al que no voy añadir ya más, creo que está debidamente explicada las razones que me llevaron a escribirlo, ahora reforzadas por tus palabras. Y por tu amistad.
EliminarUn abrazo, Alfredo, y muchas gracias.
Alfredo que bonito!!!!!
ResponderEliminarUn poeta es un rebelde, un profeta en tierra ajena, un visionario del tiempo que solo busca lo que casi nunca se encuentra... La paz, la justicia y el amor.
Por ello ser poeta....
Yo no soy poeta ni poetiza
escribo mis dichos
me rio con ellos
me enojo
me subo al cielo
y bajo despues tranquila y sin miedos
Un brindis Teo hoy
Si subes al cielo, es que tienes mucho de poeta o poetisa, apreciada Mucha...
EliminarGracias por compartir momentos y amistad.
Un abrazo.