ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

lunes, 11 de enero de 2021

PEQUEÑA SEMBLANZA SOBRE EL POETA ÁNGEL GONZÁLEZ

 



González Múñiz, Ángel. Oviedo (Asturias) 1925, Poeta y crítico de arte





PEQUEÑA SEMBLANZA SOBRE EL POETA ÁNGEL GONZÁLEZ

 

Ángel González es un poeta al que tengo siempre presente, un poeta de cabecera como se suele decir. Por su interés y la calidad humana de sus versos, permanece afortunadamente actual en libros, en quienes le admiramos, y en  jóvenes generaciones que lo descubren y celebran. El eco de la voz de sus poemas se expande generosamente, se mantiene viva, es sin duda una de las voces poéticas en lengua castellana más importantes del siglo XX.

Fue un  poeta cuidadoso que mimaba la palabra con claridad y precisión casi filosófica; un poeta de límpidos versos, puros reflejos de la dura realidad social que le tocó vivir. Quizás sea esto y la acidez burlona que impregnan algunos de sus poemas, lo que mantiene su obra tan vigente, señal de una inconfundible e inteligente  personalidad.

Dicen que el agua pasada
no mueve molino.
Pero el río de la vida
que pasó
sigue moliéndome vivo,
hecho polvo
enamorado
del agua, del agua aquella,
cuyo murmullo lejano
aún oye mi corazón.

Sus poemas exploran  la condición humana, desde el más puro existencialismo hasta la desgarradora nota biográfica pasando, como algo ineludible, por la apreciación socarrona e irónica de ciertos aspectos cotidianosEn ese hombre envuelto en lo cotidiano y en la cuestión colectiva de la España franquista de posguerra, transitan el amor, la historia, el tiempo y las penurias. Ahí, en intentos por restaurar ilusiones sistemáticamente pisoteadas, se halla el punto central de su universo poético. Ángel González, con su reincidente sutil ironía, se acercó a lo que se considera metapoesía, esa interrelación entre autor, texto y público, que algunos autores como él han sabido tan bien equilibrar.

Fue un asturiano brillante, maleable, abarcador, coherente en vida y poesía. Transitó brillantemente desde lo reflexivo a lo más delicado del amor, desde el realismo crítico innovador y fresco al existencialismo. Todo ello, con cuidadosa y delicada consistencia de enorme poeta.


Barcelona, enero del 2021.

©Teo Revilla Bravo






4 comentarios:

  1. Recuerdo haberle leído, en aquel tiempo en que hice los "collages de poesías", el de Ángel González, lo basé en su poemario "Otoño y otras luces". Sé que me agradó mucho la lectura, su forma de versar, la magia que nos regala en sus poemas...y quise usando algunos de sus versos, crear un nuevo poema que finalmente quedó así:

    Hay mañanas que no deberían
    amanecer nunca
    y es que la luz atesorada
    por las hojas
    duermen en la memoria
    de un ayer ya muerto
    ...y duele.

    Hay amaneceres
    que se me echan encima
    como perros furiosos
    y un gris galgo de frío
    se afana en mis huesos
    con furia roedora
    ...y duele.

    Hay auroras que semejan
    remotas estancias en penumbra,
    pobladas sólo por suspiros
    que la soledad
    arremolina o barre
    ...y duele.

    Besitos.

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    1. Recuerdo perfectamente ese y otros poetas con los que confeccionabas un collage de papel y letras... Te quedó maravilloso. Un abrazo.

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  2. El otoño se acerca con muy poco ruido:
    apagadas cigarras, unos grillos apenas,
    defienden el reducto
    de un verano obstinado en perpetuarse,
    cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
    Se diría que aquí no pasa nada,
    pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
    ha pasado
    un ángel
    que se llamaba luz, o fuego, o vida.
    Y lo perdimos para siempre.(Ángel González)
    Me encanta Ángel González, le entiendo y me cala hondo...
    Un abrazo, Teo

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    1. Ya somos dos, Estrella. Muchísimas gracias por tu visita y por ese ramillete de versos tan hermoso.
      Fuerte abrazo.

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