"Castillo de Norham" Sensible y poética pintura de William Turner
SENTIMIENTO Y POESÍA
Todo poema es en cierto modo un palimpsesto, nos decía don Antonio Machado. Un documento donde la expresión escrita proviene de un sentimiento, algo que sucede en todo lo que consideramos arte. Emoción a desarrollar con el deseo de poder darle la debida forma expresiva, lanzándolo al mundo exterior en las mejores conveniencias poéticas posibles. El resultado de esta maniobra, dependerá del concepto artístico y de la personalidad de cada cual. Poesía –como toda manifestación artística- es riesgo, trabajo, constancia, responsabilidad.
Todo sentimiento provoca una excitación entusiasta cuando se intenta enunciar la verdad valorativa de la incógnita que esconde. Es lo que facilita la literatura mediante un léxico apropiado, llegado con el ritmo interior que habita en quien escribe. De esta forma, el sentimiento primigenio se convierte en experiencia artística por la tendencia a musicalizar los versos, creándose así una caja de resonancia donde se generan esos ecos transformadores. La poesía es cognición y es abstracción. La conversión del sentimiento en poesía no es tarea fácil, ya que obedece a la fuerza de un impulso, de un salto al vacío desde la realidad filosófica o espiritual de cada escritor. Lo vemos cada día en poemas fallidos o repetitivos que nos invaden sin miramientos. El buen poeta, como el buen músico o el buen pintor, escasea, porque ese paso que hay que dar del sentimiento a la euritmia, es inevitablemente complejo y de difícil equilibrio, solo unos pocos pueden darlo con cierto éxito; los demás harán intentos en un sentido u otro, conscientes o no de las limitaciones que como transmisores de emociones poseen.
Para dar pasos con seguridad artística hay que tener aptitudes. Pero también hay que haberlo mamado con la fluidez de buen aprendiz de brujo de nuestros clásicos, poetas vigía que nos sirven de exploratorio y aprendizaje desde la infancia. También de movimientos literarios que nos precedieron, como el Ultraísmo iniciado por el chileno Huidobro, movimiento que constituyó el inicio de la vanguardia del siglo XX en España, continuado -en algunos rasgos- por poetas de la Generación del 27, por los surrealistas y por posteriores filiaciones que incitaban a los poetas más rebeldes a reclamar más autonomía. “Normas en libertad, libertad sin normas”, era la consigna libertaria.
Barcelona.-junio de 2013.
Como la descripción que escribiste, veo que esta pintura también está llena de sentimientos sensibles. Buen trabajo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, apreciado amigo, por hacerte eco de mis escritos.
EliminarUn abrazo.
Maravillosa explicación. Te reconozco en ella Poeta. Algunos, aficionados vibramos con tu poesía. Gracias.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por el halago, Esperanza. Y mucha alegría por esos ánimos.
EliminarUn fuerte abrazo.