"Tormenta de nieve sobre el mar" (18142. Obra de William Turner
Un borroso, diminuto barco de vapor, es sorprendido súbitamente por un tormenta tratando, denonadamente, por evitar hundirse. El humo, la nieve que cae, las rachas de viento con sus fuertes y violentas fuerzas, y el mar agitado y embravecido, se mezclan para dejar una estampa gloriosa para el arte, gracias a un pintor como Turner adelantado a su tiempo.
TIEMBLA, TIERRA…
Después de milenios formándose tobas calcáreas,
formas indeterminadas en extensas
grutas,
el tiempo fue marcando con fuego vivo las puertas
de la imaginación y de la vida.
El barro formó figuras arrogantes y del espejo
claro
del río, un día apareció el légamo
con que el destino
configuró la estampa singular del
hombre.
Un abrazo entre pulido de piedra y respiro
de aire,
lo puso en movimiento poblando vastas planicies
de la gran sabana alejado de los frondosos
bosques
que lo vio nacer. El ave,
revoloteando, graznó
a su lado, el reptil se deslizó
sigiloso por la planicie,
las manadas de animales salvajes
pastaron animosas;
de la agricultura, a la caza, de
ésta a la pesca,
cruzó el hombre tiempo y lugar
hasta llegar
a la artesanía, e indagando en su
corazón al arte
de pensar y crear, a establecer la
imagen divina
de dios para hacerse humilde,
dolido y temeroso,
ante los cataclismos y catástrofes
naturales
que enviaba airado y enfadado por
desobediencia
y desorden.
Entonces, todo:vida, color, aire, muerte,
Entonces, todo:vida, color, aire, muerte,
se hizo evidente.
Aflorando en civilizaciones,
conquistas y estandartes,
creando divisiones y fronteras de
poder,
orgullo de batallas e invasiones,
la guerra se adueñó de todo para quedarse.
orgullo de batallas e invasiones,
la guerra se adueñó de todo para quedarse.
Armas mortales de destrucción
masiva, matan o esclavizan,
en nombre de ese dios que en
contienda ambas avanzadas
reclaman -envueltos en ilusoria
gloria- como propio.
Tiembla, tierra; tiembla, Dios.
La paz permanente, aguarda.
OCÉANOS DE LUNA
(Cuaderno VIII. (1984-1987)
©Teo Revilla Bravo
Un poema y en él toda la historia del ser humano, las especies, nuestro entorno y cómo la humanidad incluido el desarrollo o creencia en una divinidad, se viene abajo. La paz, se ve tan lejana dentro de este panorama. Muy agudo eres. Besitos
ResponderEliminarSí, Karyn, supongo que quise hacer un recorrido para concluir en que, pese a toda esa larga historia, algunos hombres siguen ambicionando poder a costa del sufrimiento de otros seres.
EliminarBesos.
Tiembla hombre, pues, sin quererlo, traes en tus manos la paz eterna.
ResponderEliminarHola, Francisco. Me lo han cambiado todo... Qué alegría recibir tu saludo tu comentario. Poco a poco me iré asomando. Por cierto anduvimos una tarde por Revilla de Pomar, Covalagua. el mirador... Ahí pensé en ti con afecto. Un abrazo grande. Me alegra sentirte bien.
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