"Girando sobre la noche oculta", obra de Egon Schiele
SENTIMIENTO Y POESÍA
El
poeta intenta expresar las ataduras del alma que sin pedir permiso le florecen
a menudo. Soñador impenitente, de este modo intenta exteriorizar sentimientos. Sabemos
que la primera literatura que apareció fue poética y oral, y que esta poesía se
difundía acompañada de instrumentos musicales, no en vano la palabra lírica
deriva de la palabra lira. “La poesía no se vende, la poesía no se lee”, dicen
algunos despreciando e ignorando al potencial público que sí que la leemos e incluso
con mucha humildad tratamos de expresarla. Se equivocan: la poesía cumple una
misión social y cultural relevante. En sus diarios Jaime Gil de Biezma nos
dice que la poesía acaso no sea, contra lo que algunos piensen, una sustancia
que el poeta deja en un sitio llamado poema… Lo decía, más que nada, porque La
poesía, antes que escritura, es sentimiento y es experiencia. Y lo es también
en quien escucha o lee poemas que realmente la contienen. Incluso si está mal
interpretada, ya que la paráfrasis o revelación de la misma nunca está
garantizada, siendo algo que normalmente se lleva al terreno personal. Ahí es
donde se intenta abrir el cerrojo que nos permite llegar hasta su comprensión. Es
cierto también, que existe una poesía académica que no necesita de tanto
requisito, poesía de élite cumplidamente –quizás herméticamente- analizada
y explicada, enfrentada a menudo a la poesía de verso libre o popular más
llana y sencilla -en apariencia- donde los sentimientos abren alas a cualquier
vuelo de interpretación o ensueño. Lo que sí debemos cuestionar en todo caso en
este tema, es la calidad o falta de calidad artística de la composición, no
vayamos a encontrarnos con una poesía de apariencia que sólo sirve para exacerbar
el sentimentalismo vano y cursi.
¿Para
quién escribe el poeta? Se supone que la inmensa mayoría escribe primero para
sí mismo y luego para el posible receptor del mensaje. El poeta necesita esa
descarga emocional de las propias vivencias así como descodificar un cúmulo de
códigos personales que siente le aprietan el alma. El poeta necesita
comunicar íntimas experiencias que no se pueden formular con el lenguaje
cotidiano, ni con el de la ciencia o el de la filosofía, pues la poesía toca
aspectos que exceden al aparente sentido unívoco de la palabra común.
La
característica principal para escribir poesía, ya lo decíamos, es el lirismo. A
través de él los modos del lenguaje van buscando formas nuevas de expresión,
así como la mejor manera de experimentar recursos que en principio nos son desconocidos.
Hay que causar sorpresa, dolor, amor o desamor, alegría, extrañeza, hay que
agitar conciencias, pues poesía no es solo la consabida belleza rítmica que entienden
algunos. Cierto que La estética está en la misma base de la creación poética, pero
no expresamente la belleza en tanto armonía y pureza de la palabra o de la
imagen que representa. La estética es el efecto conseguido, la impresión en
nuestro espíritu de algo que conmueve. Pero no podemos olvidar que la fealdad y
lo siniestro también son arte, recordemos las pinturas negras de Goya, los
monstruos esculpidos en algunas catedrales, “El grito” de E. Munch, las obras
de Lucian Freud, de Egon Schiele y tantos otros, donde cobra todo su valor por encima
de belleza o fealdad lo simbólico. Sin símbolos y sin metáforas no habría
poesía, no tal y como la sentimos e intuimos íntimamente. Para que ello funcione
bien ha de haber verdadera sintonía, vibraciones, privativas emociones que nos
lleven a penetrar en el mundo del poeta, más que por la comprensión de lo que
dice o intenta decir, por la búsqueda de su ser lírico desde donde poder
compartir el imponderable valor de la palabra que de él mana. En última
instancia, la poesía es lo inalcanzable, lo irresoluto, lo insatisfecho, lo
inexplicable.
Barcelona, junio de 2017.
©Teo Revilla Bravo
Excelente descripción de la poesía. Su significado y entraña. Podrá decirse más, pero difícilmente mejor. Gracias, Teo por bucear en lo que bulle dentro del poeta, o de quien no puede evitar expresarse poéticamente, aún con torpeza. Abrazos.
ResponderEliminarFrancisco, tú que la sientes como la sientes, que la escribes como la escribes, que vives a cada instante poesía porque tu alma lo es, al escribir este pequeño comentario sobre el escrito alegras el esfuerzo pues, aunque parezca que no, está lleno de reflexiones que no se colocan bien en un día. Fuerte abrazo, querido amigo.
EliminarCien veces agradecido de tus reflexiones acerca del arte. Un abrazo, Teo.
ResponderEliminarMi agradecimiento a ti, Mauricio, por pasearte por este rincón de letras y sembrar en él amistad. Fuerte abrazo.
EliminarEl poeta escribe por necesidad interior, no hay más razón que la de liberarse de su sentir, miedos, temores, amor, desamor, tristeza, alegría. Encontrar la forma más bella de comunicar sus sensaciones será quizás la tarea más dura, encontrar un lenguaje propio, generar metáforas que envuelvan en un mundo onírico a quien por suerte sea receptor de ellos. Hermoso escrito.
ResponderEliminarBesitos
Gracias por dejar tu impresión y tu parecer, que reconfortan Karyn. Tras ello, incansables, andamos: liberarnos.
ResponderEliminarFuerte abrazo..
Gracias al poeta Luis Vargas, Luvar, descubro este Blog, amigo Teo. Me resulta un buen analisis de este misterio que nos hace intentar el poema.
ResponderEliminarFuerte abrazo
Gracias a ti, José Valle, y gracias a Luis Vargas por acercarte a este blog donde escribo, con toda la humildad, sobre arte y literatura.
EliminarGracias por tu presencia. Fuerte abrazo.
Gracias Teo por este artículo-ensayo con el que comulgo totalmente.
ResponderEliminarMe alegra que coincidamos, Luis. No es fácil expresar lo que se siente al respecto, desde el sentimiento, y que nos lo entiendan bien. Fuerte abrazo.
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