"Arquímides de Siracusa", pintor, inventor, matemático, filósofo e ingeniero. Pintura de Domenico Fetti (1620)
CRUCE DE
SENTIMIENTOS
Hay que escribir como a uno le sale de dentro y
quiere, guste a la gente o no. Hay que escribir como uno siente y piensa sin
sentirse coaccionado, lo entienda la gente o no lo entienda. Debe haber una
verdad propia; un testimonio que ofrecer que sea singular y valiente; una voz
anónima a ser posible, para evitar púrpuras innecesarias y fatuos egos, voz llegada desde un sentimiento
artístico alejado de modas y de despropósitos editoriales. Hay que escribir con
y desde las entrañas, porque la escritura es dolor y es placer, y hay que hacerlo
con el propósito fascinante de querer explorar infinitos mundos posibles. El
escritor con fundamento, ni se compra ni se vende ante nadie, ni ha de tener
miedo de enfrentarse a la verdad reflejada en aciertos y errores, pues de ambos
se aprende.
Así vamos sabiendo quiénes somos, qué sentimos, qué
anhelamos, hacia dónde vamos, con qué contamos, cómo debemos enfrentarnos a
este hermoso oficio, decididos a emprender el camino tras habernos preguntado
con rigor por qué escribimos y para qué escribimos, algo aparentemente nada sencillo
de responder. Según Jiménez Lozano, sería porque sí, porque hemos recibido la
llamada y es hermoso y apasionante hacerlo. Escribimos para entender, para
saber y conocer. Lo hacemos, por miedo, por necesidad, por desgarro, para
sobrevivir y conocer la emoción de la verdad. Escribimos, entre otras cosas,
por cabezonería. También para poder sentir un vínculo armonioso con el tiempo y
el espacio. Lo hacemos, quizás, porque somos conscientes de que no sabemos hacerlo
bien y pertenecemos a esos que quieren intentarlo seriamente. Escribimos para
mirar, desde la vida, cara a cara a la muerte; para hallar la razón por la que
nacimos, y la explicación de por qué hemos de morirnos. Porque escribiendo
también se medita y profundiza en uno mismo, una buena manera de intentar
entendernos adentrándonos en los laberintos propios -como hacía Borges- a la
vez que nos envolvemos en la eterna paradoja. Escribir es una forma de dejar
que surjan imágenes y recuerdos corrigiendo poco a poco, línea a línea, escogiendo
palabras apropiadas, perfeccionando el texto. El arte crea la vida, nos decía
Henry James, y escribiendo podemos imaginarnos las circunstancias reales que se
dan en ella. Pero lo más seguro, pese a tanto derroche de palabras sobre el
tema, es que no sepamos porqué lo hacemos, al fin y al cabo no es algo que importe
mucho.
Escribir es renovar savia y encantamiento. Es una
manera de mirarnos y encontrarnos en ese espejo imaginario que fiel nos refleja.
Hay que escribir sinceros, disfrutando,
y ojalá que saliendo de cada escrito -con el resplandor de la belleza en el
corazón- fortalecidos, estupefactos, y más sabios.
Barcelona, junio de 2017.
©Teo Revilla Bravo.
Tocas todos los extremos (porque de extremos se trata) y lo haces de una forma tan apasionadamente serena que el lector sabe que te avala la verdad, que la verdad se encarna en lo que dices como hace la poesía en tus versos. Un arduo disfrute el de la escritura, una gozosa paradoja que desvelas con la naturalidad de quien sabe y siente.
ResponderEliminarGratificante comentario, Alfonso. Sí, uno intenta escribir desde la verdad y desde el sentimiento al menos de la verdad y el sentimiento considerados como propios.
ResponderEliminarUn agradecido abrazo.
Leer es soñar y escribir hace realidad los sueños.
ResponderEliminarMejor no se podía decir.
EliminarGracias Francisco, siempre atento, siempre amigo.
Ayer justamente hablábamos de esto...por eso llegué tarde, porque es un tema fascinante y cada cual lo lleva a su terreno pero en definitiva lo que dices y cómo lo dices es la pura y sacro santa verdad (como diría mi nona) Lo he compartido con amigos. Besitos
ResponderEliminarGracias por compartir -te las doy con cierto rubor, ya sabes cómo soy con esto....- Karyn. Espero que a alguien le resulte o le aclare algo este asunto de escribir en el que a veces nos metemos de manera ofuscada e insegura. Un abrazo.
ResponderEliminary que bueno que los tiempos nos permiten no quedar invisibilizados las más de las veces,, cada escrito hallará su o sus lectores, para alguien que no sabemos será la medicina una palabra una frase o sentencia de lo escrito , pero muy bien no escribir como imposiciones de moda o tendencias que hacen que todos nos parezcamos, escribir como lo siente y manda ese interior de caminante que tenemos encima , 'renovar la savia y encantamiento ' muy buen artículo Teo. felicidades. un abrazo
ResponderEliminarMarisa, sorpresa.... Muchas gracias por leerlo, por asimilarlo y dejar tu comentario siempre atento, siempre acertado. Mimas mis cosas y es de agradecer. Fuerte abrazo y a que siga caminando ese interior andante que tenemos encima.
EliminarTeo