ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

lunes, 8 de marzo de 2021

EL SÍMBOLO EN POESÍA

 


La imagen de Lucifer ha sido representada simbólicamente en muchas pinturas y grabaciones, tradición que arranca en los comienzos de la edad Media  






EL SÍMBOLO EN POESÍA

 

El símbolo en poesía es uno de los recursos estilísticos más usado por los poetas, ya que sirve de apoyo y base contextual a la ilusión o al mito como ideal abstracción. Bien empleado suele ser una táctica de madurez en la expresión de las vivencias profundas que limitan el campo de acción de todo escritor; lo es, por las complejidades que despierta, por las alusiones más o menos misteriosas que refleja, por realidades difíciles de aprehender. Sentimientos de gozo, admiración, dolor, amor, libertad, belleza, tienen en el él al mejor aliado. Suele aparecer con inmediatez cuando la madurez creadora del poeta profundiza en la concepción del mundo en un intento por hallar -dentro de sus precisiones- el molde seguro en el que  verter lo que  desea contar. 

El símbolo, en poesía, es una figura retórica similar a la metáfora y a la alegoría. Consiste básicamente en la sustitución de una palabra por otra de más enjundia, pasando de una interpretación literal a otra figurada, de tal modo que represente una nueva proposición. Inexplicable, pues al penetrar en el universo de las emociones, escapa al terreno de las palabras.  En nuestra poesía se hace notar su presencia en el siglo XIX por influencia de los grandes simbolistas franceses. Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Federico García Lorca, Miguel Hernández, son considerados  grandes simbolistas.

El símbolo poético hay que entenderlo como una destilación del conocimiento intuitivo del escritor al querer mostrar la unión de las distintas partes que componen un poema, yendo de una interpretación literal a otra alegórica donde queden ambas enlazadas. Es esa unión a la que llamamos símbolo algo que subsiste por sí mismo, al crearse un misterio en torno que le da originalidad al dejar el escrito de representar lo inmediato concreto para trasladarnos a lo poético, algo que es de difícil explicación y de compleja definición, quedando a la libre intuición del lector para que éste explore las ideas subyacentes más allá del alcance de la razón. El símbolo tiene un aspecto inconsciente, nunca definido con precisión, pues mora más allá del alcance de la razón, algo que ya aseguraba Carl G. Jung en alguno trabajos de psicología.

Como una parte del símbolo puede inscribirse en el terreno de las palabras, dándolas riqueza y realce, los poetas tienen un campo muy propicio para expresar lo  inefable enriqueciendo su obra, ya que los signos simbólicos se relacionan tangencialmente con el elemento fundamental que hace golpear los versos en la mente como reflejos de una evolución emocional constante.

Hay símbolos que se repiten frecuentemente en la poesía: el sol, la luna, el mar, el bosque, el río, la rosa como fugacidad de la vida, el espejo donde contempla su alma el poeta, el laberinto donde se pierde y no se encuentra, el fuego pasional, la luz que esclarece, la oscuridad que ofusca, la soledad que golpea el ánimo.…

 

 Barcelona.-26 de febrero de 2014.

©Teo Revilla Bravo.

10 comentarios:

  1. Ciertamente tu análisis de la figura del símbolo es sintética y elocuente. Me ha gustado. Es una herramienta frecuente en mi trabajo el Diccionario de símbolos de J.E. Cirlot que tengo desde los comienzos de mi profesión. Me ha llamado la atención la inclusión de Miguel Hernández como poeta simbolista en un tiempo en que el simbolismo claramente había pasado ya, pero rápidamente he recordado el símbolo telúrico del toro en su poesía. Un símbolo complejo de la existencia humana y también de España. Sin duda, un poeta que sea capaz de construir un símbolo eficaz nos puede conmover con mucha mayor fuerza. Es privativo de los grandes poetas. Un cordial saludo.

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    1. Muy de acuerdo con todo lo que me comentas, amigo Joselu, es un placer intercambiar información y comentarios. Muchísimas gracias y un abrazo.

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  2. Un artículo muy interesante y aleccionador. Y preciso.

    Saludos.

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  3. Teo:
    te pido por favor me vuelvas a mandar tu correo.
    He tenido problemas con la tablet y no me acordaba que apretando el borrar, se borra también el del ordenador que uso en el escritorio que tengo de referencia.
    es por lo de Escritores Recónditos, y para que pueda escribirte Francesc Cornadó.
    Un abrazo
    Gracias

    miquelcartisano@hotmail.com

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  4. Tengo como libro de cabecera el Diccionario de los Símbolos, de J.E. Cirlot.
    Inconmensurable.
    Un abrazo

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  5. Te he enviado un correo.
    Si puedes, de él (J.E. Cirlot), "En la Llama"...es fantástico
    Gracias

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    1. Se trata del poeta, ¿verdad, Miquel? Tomé nota.
      Gracias de nuevo, buen día.

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