Portada del libro del dibujante e ilustrador alicantino Carles Esquembre, "Lorca. Un poeta en Nueva York"
POETA EN NUEVA YORK, DE FEDERICO
GARCÍA LORCA
Cómo
enfrentarse a estos versos, cómo describir estos singulares poemas de nuestro
querido García Lorca si son un cúmulo de delirantes, quizás surrealistas, vanguardistas o experimentales cantos, odas dedicadas a la
inmensa ciudad de los rascacielos... Sin duda, la mejor manera de hacerlo, con humildad de ferviente lector del poeta granadino. El libro es una bella pero rara contemplación
lírica. Una mirada que se podría considerar como el percibimiento de una
denuncia cuasi-onírica a través del desarraigo, la incomunicación, la marginación -negros
o no-, la soledad, la muerte...
Lorca escribió este poemario, eso pareciera al menos, como si se tratara
de una experiencia única, tremendista, apocalíptica, extraña en todo caso; como si
se hubiera visto ante un paisaje de desamparo, ante un lugar insoportable de
vivir, pues al leer estos versos da la sensación de que el poeta se ahogaba en la desdicha experimentando el trasiego de la ciudad como si fuera un mar geométrico de tremenda angustia arquitectónica de opulencia y máxima pobreza. No obstante, y a
pesar de intentar mostrar el lado impersonal de la ciudad, no es un libro de poesía
deshumanizada, sí una crítica al capitalismo y a la industrialización. En todo caso da la sensación de que fue
escrito -verso a verso- desde el asombro, y a la vez desde la admiración y el aturdimiento, desde todo eso que de una forma u otra le
causó e impresionó la estancia en la ciudad. El poemario proporciona una multiplicidad de ecos
y encontradas emociones, muy recomendables de recoger.
La obra fue editada tras la muerte del poeta, y por suerte le ha sobrevivido como poderosa singular experiencia que trasciende
tiempo y persona. Ahí nos lega –es un arrebato leer estos versos que algunos consideran largo
monólogo- el hallazgo sensitivo de universales formas –diseño, moda, urbana
construcción- que entroncan con el sentimiento común así como con la
representación en letras de un compromiso social reivindicativo, superior y
novedoso. Fue la búsqueda de una libertad de expresión lingüística y emocional, lo que sin duda quiso afanoso el poeta experimentar.
Mayo de 2018.
La gran sensibilidad de García Lorca traspasa la fibras más sensibles del pensamiento: estremece a todos los amantes de la poesía. Lega al alma necesidad y aprecio por la vida misma.Gracias Teo. Un cordial saludo
ResponderEliminarEmotivo comentario, amiga Rosario. La verdad es que el libro, tras leer la obra de Lorca, sorprende por su cambio radical, por su manera de dar un vuelco a su pensamiento y desarrollo poético. Lo retomé hace unos meses, y escribí estas letras que ahora comparto. Gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Hermoso comentario sobre la obra poética en ese libro de Federico García Lorca , muy precisa y que induce a conseguirlo para leer cómo ha sentido la fuerza del capitalismo e industrialización en su tiempo, ya amenazante...imagínate ahora!
ResponderEliminar( en mi viaje previo , en la Alhambra daban el espectáculo del mismo nombre y despertó una conmoción...)
No me extraña, Marisa. La muerte de Lorca conmocionó tanto a la sociedad intelectual española, que su asesinato lo convirtió en mito. Pero es que ya era un poeta querido en vida por su amor a buscar y recopilar coplas y canciones tradicionales de su Granada, de su Andalucía y, lógicamente por su labor en poesía y como dramaturgo. Fue sin duda un hombre especial. Imagínate esa sensibilidad trasladada a Nueva York...
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Los poemas de este libro tienen una fuerza increíble, quizás sea, como bien dices, por el asombro o el choque que generó en él el capitalismo, la industria, pero no por ello, lleno de belleza en su forma de expresar, como en este pequeño fragmento de uno de los poemas del libro:
ResponderEliminar"Es inútil buscar el recodo
donde la noche olvida su viaje
y acechar un silencio que no tenga
trajes rotos y cáscaras y llanto,
porque tan sólo el diminuto banquete de la araña
basta para romper el equilibrio de todo el cielo."
Besitos
Significativos versos recogiste del libro en cuestión, karyn, para loar a este entrañable poeta que sigue suscitando admiración , diría que cada vez más a medida que pasa el tiempo. Poco que añadir. Me quedo con el eco que van dejando la estrofa.
EliminarUn abrazo.
Escuché no hace mucho en una tertulia radial, a un profesor de literatura quien hablaba de García Lorca. En dicho espacio radiofónico, el profesor comentaba "esa extraña visión que causo New York en el poeta". Es que García Lorca era todo sentimiento, es como si García Lorca fuera una esponga absorviendo el amor, el color, el sabor y el dolor de todo lo que le rodeaba. Así, se manifiesta como el más gitano de los gitanos sin sentirse jamás gitano en su "Romancero Gitano"; o como un socialista disgustado (socialita lo era), con los rascacielos, la vida acerelada e indiferencia de un New York impersonal; algo difícíl de digerir, para un ser como García Lorca que era todo sentimiento.
ResponderEliminarLeer a Lorca es sumergirse en un mundo de emociones, de pasiones y también de temoros, es, no sé bien como expresarlo, como sentir que cada momento de nuestro tiempo, se puede expresar como verso, así quedar congelado en el tiempo.
El profesor de literatura, en este espacio de la radio, hablaba de Garcia Lorca, diciendo que si bien su prematura e injusta muerte, asociada a su ya rica obra literario, lo elevó a la categoria de mito; también era muy cierto, que su asesunato privó a la humanidad de una de las mejores (por no decir la mejor) letras de nuestro siglo XX.
Contaba este profesor, de la viviencia de Garcia Lorca en un Colegio Mayor de Artes de Madrid (me disculparás amigo Teo, pero no recuerdo exactamente el nombre de dicho colegio, si su importancia y significado), donde convivio con toda una genración de artistas de diversa indole en España. Intento recordar nombres, pero escuche la entrevista solo una vez. Creo recordar que dicho profesor, habló de que ahí, en ese Colegio Mayor en Madrid, coincidieron Garcia Lorca con Salvador Dalí y con un a la postre famoso cinesasta español... hago un esfuerzo por recordar el nombre, quizá pueda ser Luis Bruñel. "Lo cierto es que si a Bruñel le decían en Holywood "maestro" --narraba esto el profesor de literatura--, que calificativo le pondrían a García Lorca, de haber tenido una carrera larga como pooeta, tal vez una escala más alta a la de "Maestro". Pero Franco con su ejecución --la de García Lorca-- arrebato a la humanidad un genio que seguro y con los años habría de madurar".
Sin embargo García Lorca nunca murió, su obra lo mantiene vivo y vivirá así por siempre, como una estrella que guía el camino, de otros que tras su estela, camino qur queremos dibujar al compás de sus letras, ya que todo aquel que se siente poeta, busca esa pasión que Lorca impregnaba a sus letras. Leemos a García Lorca como si de un libro de texto se tratase, intentando captar, esa esencia suya que se trasmite en su manera de vivir y de percibir aquello que llamamos vida.
Un fuerte abrazo amigo Teo.
Larga y entusiasta exposición, amigo Alfredo. Se agradece ese repaso minucioso que nos haces del poeta, de esta obra suya concreta y del sentimiento que nos supo contagiar con sus versos en tan corta vida.
EliminarMuchas gracias por hacerte eco y elevarlo a las alturas.
Un abrazo.