"Una ciudad a orillas de un río en un crepúsculo", obra de Joseph Mallord Turner, el famoso pintor inglés, poco comprendido en su tiempo, dejó como pocos grandes lecciones de pintura para la historia de arte.
No molesta este crepúsculo que penetra
por el ventanal algo gris y entristecido
esta tarde; algo naranja o morado es
también, diluido ligeramente, enaltecido,
algodonado y delicado ante mis ojos.
Crepúsculo que con toda la naturalidad
invade la estancia de suaves y afortunados
Reflejos que recojo.No molesta. Relaja.
Parece querer iluminar el mundo.
El caso es que abre la espita emocional
de la tranquilidad, y las inquietudes más
dolientes y ermitañas, con imprecisas señales
se contienen...
Pare llegado con el viento sur del África
ardiente y hermana, tierra cálida,
envolvente, colorida y alegre que sangra
desesperos y grita justicia,
que lucha y se debate contra amarguras,
humos y nostalgias, utilizando puzolanas,
lijas, limas, zapas y utensilios de desgastar
hambres y tristezas.
Golpes íntimos—estupores diría
el amigo Gelman—de amor,
que se van diseminando a medida
que oscurece y la huida del sol trae
olores a libros, óleos, collages,
cuadernos, tintas, formas, dibujos,
escritos, donde las edades del amor
y de la vida raudas en nosotros como
el humo se extraviaron.
Versos, versos. Perfiles. Respiros de aires
y amores que un día y otro día en tardes
como en ésta algo triste, amor,
inexorablemente pensando en ti escribí.
Bello crepúsculo, el de la imagen y el de tus letras. Es que son en esos atardeceres tan coloridos que el alma de alguna manera muta, te quedas como paralizado mirando como el cielo cambia de colores embelleciéndolo todo antes de entrar en la más negra oscuridad. Belleza, todo belleza. Besitos.
ResponderEliminarPura belleza, esos atardeceres, para compartir, para sentirlos y sentirnos, para el amor y la dicha....
EliminarUn abracito, Karyn Huberman
Belleza total, Teo felicito tu pluma.
ResponderEliminarbesitos dulces
Siby
Siby, gracias por tu presencia amiga, gracias por tu generoso y estimulante comentario. Seguiremos en ello.
EliminarRecibe un abrazo.
Es la hora del recogimiento, del mirar para adentro de sí mismo, y de lo que rodea al pensamiento. Todo tiene vida mientras la nuestra marcha, todo ese inventario de cosas queridas son la eterna compañía, es como si con cada crepúsculo uno hiciera una revisión de lo vivido y se aquietaran las aguas de la incertidumbre que trae esa hora, aunque imposible sacudirse de encima la melancolía que traen algunos pensamientos. Virtuoso poema, amigo mío.Saludos Teo.
ResponderEliminarEs, Norma, una hora muy especial, el momento en que la tarde barre todas las desganas y nos deja ante un momento de soledad, de belleza interior y a menudo de melancolía; es un momento donde la intimidad cobra todo su sentido y sentimos que la vida se nos va con esos mismos rayos solares que se pierden en lontananza. Hermoso y sensible tu comentario, amiga mía.
ResponderEliminarUN abrazo, Teo.
Teo: Siempre nos brindas lecciones de Arte. Gracias.
ResponderEliminarY tú, Mauricio, lecciones de proximidad y amistad, algo que es de agradecer.
EliminarUn abrazo.