EL DESARROLLO ARTÍSTICO
Cada artista tiene una voz personal -y pasional-, que ha de mostrar clara y única; una manera peculiar de activar su espíritu y desarrollar, simbólicamente, un lenguaje propio como nota predominante a mantener mientras crea, haciéndolo con disciplina, con estudio, con carácter resolutivo, tres aspectos absolutamente necesarios para avanzar en la expansiva particularidad de la psique individual y convertirla en una manera de obrar que se despliegue por los planos artísticos, permitiendo que florezca la idea, la improvisación, el trazo, la forma, la peculiaridad artística y poética. La creación, así entendida, constituye un rito de penetración, que transciende lo expuesto e incluso al mismo artista.
El arte se entiende, míticamente, como un universo perdido, a recuperar.
La tarea del arte, es adentrarse en ese ritual de búsqueda para que así pueda desvelarse su oculta voz, logrando de este modo simbolizar el deseo de comunicación que todo artista posee en su interior. Desde esta actitud ha de trabajar la obra, tratando de liberarse de sus fatigas mentales, desarrollando la fantasía por la que navega su ansia de individuo insatisfecho. Un ansia que no podrá detenerse nunca mientras el hombre siga siendo hombre y tenga necesidad de comunicar su laberinto interior, aún sin saber si dará con su centro. La tarea del arte, es también traspasar el tiempo; es poder dar testimonio de la capacidad creadora que uno tiene, ofreciendo información de fondo integrada en los trazos y colores, en la configuración de la obra, en la atención a los matices, a sus luces y sombras.
Mientras trabaja, el artista ha de sentir cómo el tiempo, ante la obra, se detiene para ser y significar, sintiendo en esos instantes que no hay pasado en arte y sí historia. O lo que es lo mismo: que hay abstracción mental, que no es otra cosa que la separación del ahora por lo eterno, algo que muchos definen como éxtasis creativo.
Barcelona, febrero del 2021.
©Teo Revilla Bravo
Siempre me ha fascinado ese misterioso mundo donde los artistas dan rienda suelta a su creatividad.
ResponderEliminarTengo un amigo pintor que me hace partícipe de vez en cuando de su universo y es algo único.
Siempre que puedo me gusta rodearme de ellos.
Saludos.
A mí también me fascina el taller un pintor, de un escultor, ese aparente caos que se forma entre materiales y obras en preparación o ya acabadas...
EliminarSaludos, Maripaz, gracias por la visita.