"La joven de la perla" obra de Vermeer, 1666
HABLAR CONTIGO
Me gusta hablar contigo.
Oírte entre transparencias y templanzas
cuando tu voz se convierte en algo más
que espuma, es paisaje, es juego,
es deleite que solo a ambos concierne.
Llega tu voz desde muy lejos quebrando
desalientos, atravesando cerrados espacios,
abriendo estancias dormidas -realidad, nido,
paisaje, asombro- neutralizando rumores.
Me agrada esa voz dulce y cercana rompiendo
separaciones que acaban con el vacío
que provocan silencios guardados entre
interrogantes e imprecisas incógnitas.
Tu voz, fecunda realidad,
me mantiene despierto,
atento a la vida,
operando hacia tu cuerpo amoroso
justo ahí donde se liquida la anestesia
de los sueños rotos.
Tu voz es redonda como las pupilas abiertas
de tus claros ojos que cuando hablas -serena
blancura- con amor mi cuerpo miman.
OCÉANOS DE LUNA
(Cuaderno VIII. (1984-1987)
©Teo Revilla Bravo.
Preciosos versos que ponen música de fondo a esa mirada acariciante que nos habla.
ResponderEliminarFrancisco, muchísimas gracias por el comentario, por devolverme esa mirada, por amistad. Un abrazo.
EliminarEcos de un momento sublime transformado en un bello poema de amor. Hay mucha dulzura en estos versos. Besitos
ResponderEliminarKaryn, me alegra que lo veas así. El Teo dulce de aquellos años... Espero no haberlo perdido, jajaja.
EliminarUn abrazo.
Redonda como tus pupilas....Me encantó el poema y todas sus alegorías, sus imágenes, con mucha frescura. Un abrazo
EliminarMuchísimas gracias por tu presencia amiga en este pequeño rincón, estimado Modesto. Y qué bueno que el poema haya sido de tu agrado.
EliminarUn abrazo muy grande.