Obra del interesante pintor ruso Vasili Kandinski, precursor del arte abstracto lírico y del expresionismo
TODO LO HACE POSIBLE EL VIENTO...
Tiempo oxidado. Sin sucedáneo.
Oculto por los arrabales de la personal
historia, presto a hacerse claridad aquí
en la ciudad de los ruidos donde la soledad
ronda aunándonos más en el embeleso
de la soñada templanza.
Hechizo recogido por calles y plazas donde
reposan los mayores sus horas, días,
años, sus dormidas estólidas destemplanzas.
Ausente a solo unos quilómetros, te presiento
herida enlazando lloros y gritos que se ondulan
y emigran con el viento del adiós.
Hablarte despacio. Recogerte. Tomar
el bus de las circunstancias dañinas devueltos
al mundo sin ruidos de la destartalada habitación
del hotel Regina. Y amarte.
Nadie interroga este tiempo nostálgico
que nos convierte en niños desarmados.
Oigo respirar la noche mientras espero
con intensidad el nuevo día para verte junto
a mí, no soñada sino real, acunados ambos
en el mimo y la magia de la sábana y el abrazo.
Nada es lo mismo, nada permanece,
ni este sueño que te sueña, ni el dolor que
no permite reconciliarnos con la vida.
Duerme amor mientras llega el día,
recogida en la embriaguez que deja en la estancia
la envolvente brisa de la ilusión .
Todo lo hace posible el viento,
la brisa, el sol, las nubes, la noche...
Perpignan 23 de mayo de 1985.
©Teo Revilla Bravo.
Tengo la impresión de que este hermoso poema tiene tristeza.
ResponderEliminarHas descrito perfectamente la complejidad de la situación, Teo. Un abrazo.
Acertada impresión, amigo Himawan, efectivamente, así es. Son poemas de unos días, ya hace muchos años, donde el dolor se instaló como para no querer dejarnos.
EliminarUn abrazo.
Me cuesta un poco meterme en la piel del personaje del poema amigo Teo. Siento su dolor, su incorformismo con la vida, sus sueños incumplido. Su deseo de amar a ese ser que está a kilómetros de él
ResponderEliminarMe parece percibir esa falsa templanza que nos vende la bulliciosa cuidad a los que en ella andamos, y la lejanía de ese alguien, a quien, quizás nunca vuelva a ver.
Ese cúmulo de emociones circunscribiendose en torno al viento, que todo se lleva, incluso el llanto y los gritos de la mujer amada.
Solo queda soñar y soñar, pero aún soñando no se puede reconciliar con el dolor de la inminente partida.
El viento, la brisa, el sol, las nubes, la noche... Todo ayuda a seguir viviendo y el tiempo termina por curar las heridas.
Muy profundo poema Teo, me ha gustado mucho.
Un abrazo fuerte amigo y poeta.
Alfredo, te acercas al momento, lo interpretas bien. Hay un problema de difícil aceptación. Fueron momentos reales vividos allá por los años ochenta. Quizás esta revisión del poema sirva como definitiva catarsis. Te agradezco enormemente que te sitúes tanto en el poema y lo comentes de tan brillante manera.
EliminarUn abrazo.
El poeta le da el poder al viento para llevarse todos los males y transformarse en lo necesario para aceptar u olvidar la vivencia dolorosa que hiere. Es de alguna manera un poema complejo como lo que se quiere interpretar en verso bello o como la misma obra de Kandinski que escogiste para acompañarlo. Besitos.
ResponderEliminarBesos, karyn. Sabes cómo duelen ciertas pérdidas, máxime si son inesperadas. El poema es un grito a ese dolor.
EliminarUn abrazo.
¡Qué difícil es llegar a un nivel poético del calibre de este poema tuyo! Darle voz al viento que despeina la vida de repente, que se la lleva y nos la devuelve con los sentidos revueltos y envuelta en un recuerdo con fauces de monstruo. ¡Qué inmensamente difícil es conseguir con las letras lo que tu consigues en este poema! Manejar el aliento del que lo observa a media distancia por temor a los daños que en él muestras. ¡Qué difícil es emocionar de lleno y tan a bocajarro! ¿Cómo agradecerte esta circunstancia de sentirme vivo a través de un viento con las alas rotas que me rompe el alma dentro de tu espejo? ¿Y cómo abrazarte con lo que ahora tiemblo después de leerte? ¿Cómo conseguirlo sin que tiemble el tiempo en este escalofrío? Escucha mis dedos teclear el réquiem del agradecido. Muero entre tus líneas y me resucito en cada cadencia. No cabe en un texto, ni en todos los libros, este vasto orgullo que siento al pensar que te he conocido.
ResponderEliminarGracias, Cyrano. Tu comentario no solamente es bueno porque está escrito con la magia literaria que te caracteriza, sino que también por ese afecto solidario que muestras en cada frase, en cada palabra, en cada sílaba. Fue un poema llegado en un momento tormentoso y sumamente doloroso, llegó del llanto.
EliminarUn fuerte abrazo.
(llega algo tarde mi agradecimiento, no lo había leído.)