ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

jueves, 1 de febrero de 2018

AL DESPERTAR

"Despertar de Madrugada", obra de Joan Miró, año 1.941






AL DESPERTAR


Al despertar, el silbo de una alargada risa
he creído poder retener. Una risa sorprendente
e indescifrable que abarcaba todas las geografías
del planeta, inscrita en el inhábil latido
del corazón como encantada hechicera de la noche.
Que en algún momento me estremecí al sentirla,
no estoy seguro,  pero sí que algo grande sucedió
trabando mi destino onírico, algo que invadió
mi contextura, risa percutida, afinada,
cantada desde el silencio sin esgrimir actitudes
ni detalles; pura en sí, honda, alocada, densa
como grandioso germinal grano de mies.

Al despejarme e intentar perpetuar lo sucedido,
pensé:
           ¿Merece la pena vivir sintiendo que durmiendo
olvido atónito haber vertido inquieto y desasosegado
amargas lágrimas, que soy para mí mismo en conjunto
un perfecto -demencial- azaroso desconocido?

Indefinido, confuso tiempo…



“SOLEDADES” (Provisional)
 Cuaderno  XVIII ( 2013 al 2014)
©Teo Revilla Bravo


8 comentarios:

  1. Me resulta muy bien el poema, amigo. Discursa de maravilla. Te felicito.

    Abrazos

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    1. Pronto llegaste, amigo José, dejando saludos, palabras y alegrías. Me alegra que el escrito haya sido de tu agrado. Que tengas un buen fin de semana. Abrazo.

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  2. Merece la pena... desde luego. Utilizas un lenguaje muy rico en tus versos... un placer su lectura, hasta el lienzo los enmarca divinamente.
    Reme.

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    1. Gracias por tus palabras, Reme. Intento, como cuando realizamos un cuadro o una escultura, hallar las mejores herramientas, darle el máximo sentido a la obra. Aunque soy conscientes de que siempre nos quedamos cortos: el arte es ese intento permanente de querer expresarse bien...
      Un abrazo.

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  3. La vida siempre merece la pena, aunque sólo sea para recordar lo que nos hizo feliz. Besos.

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    1. Ciertamente, Karyn. Renunciar a la vida es intentar anularlo todo ya que ella, con todos sus efectos, es la razón de nuestra existencia. Besos.

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  4. Hay esos días que apreciamos la vida con ojos de visitante, y nuevamente nos convencemos que es un privilegio vivirla.

    Gusté leerte, querido y viejo amigazo
    Shalom

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