ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

lunes, 3 de mayo de 2021

LA NOVELA

 

"La Lectora de novela" Obra de Vincent Van Gogh






LA NOVELA

 

                                         “Si leer una novela constituye un esfuerzo, es mejor no leerla”.  

                                                                                                 -William Somerset Maugham-

 

 

    Hay que entrar en la novela, con ganas; con tiento devorador; con ansias de encontrarnos con algo inefable que nos haga abrir los ojos y el alma. Pocas novelas reúnen los requisitos que permitan ser leídas de principio a fin sin que el interés decaiga en algún momento. Hay quienes sin pensarlo saltan contenidos yendo al encuentro de aquello que les estimule, dejando atrás posibles aspectos esenciales.

    Hay novelas maravillosas. Novelas colmadas y reveladoras de las que no se deben obviar ni una sola palabra, porque con cada una de ellas se armó para sostener la importancia y relevancia que el autor quiso tuvieran. En cambio hay otras, que se podrían eliminar sin cargo de conciencia todas las páginas por irrelevantes. Parece ser que a partir de cierta edad, nos hacemos cada vez más selectivos retirándonos de lecturas que no nos causan especial emoción. Hasta esa edad más o menos, leemos todo lo que cae en nuestras manos, a veces compulsivamente creyendo que de todo aprendemos algo. Pero al hacernos (si lo logramos) adultos como lectores,  caemos en la cuenta de que aquello que nos carga e irrita, aparte de aburrirnos nos hace perder un tiempo valioso.

    Coleridge, poeta, crítico y filósofo inglés, decía a propósito del Quijote, que es un libro que debe leerse de principio a fin con sumo cuidado y esmero una sola vez, para después volver a él solo puntualmente. Con ello quería decir, que algunos pasajes de la obra le resultaban pesados o tediosos. Antes de esa edad considerada como adulta en lecturas, uno prefería aburrirse con Proust porque era Proust, o con Stendhal porque era Stendhal, antes que divertirse con otro escritor no tan considerado. A partir de esa edad, ya no se tiene el inconveniente de reconocer que las diversas partes de la extensísima obra proustiana presenta, como decía Coleridge en relación al Quijote, méritos desiguales, al menos en cuanto a su interés. Si esto pasa con los grandes escritores, qué no pasará con el resto de aficionados. Al final todo se resume a saber si la novela o el libro que tenemos entre manos nos interesa por una cuestión u otra, o si lo estamos leyendo tediosos porque otros lo hicieron y nos lo recomendaron. En todo caso, junto al escritor William Somerset Maugham, deberíamos hacernos la pregunta obligada: ¿La novela es una forma de arte? ¿Es su finalidad instruir  o   entretener y deleitar? Si es instruir, no tiene por qué considerarse obra de arte ya que la finalidad del arte según todos los preceptos es deleitar. 

     Ambas cosas pueden darse en una buena novela. Debemos acercarnos a ella con curiosidad, interrogando a cada palabra que aparece en ella, a cada frase, a cada expresión o acontecimiento que ocurra en el argumento, haciéndonos eco del contexto en el que fue escrita, recogiendo los rasgos más importantes, la curiosidad que despiertan los personajes, la búsqueda del significado de ciertas palabras, haciendo las debidas valoraciones y reseñas así como tomar apuntes si la narración es algo enredada o hay muchos personajes como sucede en “Cien años de soledad”. Hay que recoger, en fin, todo aquello que nos ha llenado de interés por el motivo que sea, prestando especial atención a la manera de narrar y contar que tiene el autor, cómo estructura la obra, cómo cuenta los sucesos, si es de una manera cronológica o circular, si hay saltos en el plano temporal, si se emplea la analepsia -retroceso narrativo- o la prolepsis –adelanto- para crear tensión e intriga, si es formal o es coloquial, si hay conexión entre argumento y estilo, qué nos han parecido los diálogos, el contexto socio-político en que está situada, y tantas y tantas coyunturas más que pudieran interesar.  

 


Barcelona.-Mayo.-2014.

©Teo Revilla Bravo.






18 comentarios:

  1. Cuando lees un libro tienes que "dejar" que el espíritu entre en la historia. Solo así es posible adentrarse en el mensaje y la intensidad que requiere la historia y / o la novela.
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    Comienzo y muy feliz semana… abrazo
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    Pensamientos poéticos y ensueños
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    1. Completamente de acuerdo. Nos ha de invadir o debemos dejar que nos invada. Si esto no se produce, más avale abandonar...
      Igualmente, feliz semana, Ricardo.
      Abrazo.

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  2. Me gusta la idea de que ambas cosas caben: instruir y deleitar. El lector puede enriquecerse doblemente.
    Saludos.

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    1. Así es sin duda y ese es el fin principal de toda lectura, amiga Maripaz.
      Gracias por tu visita y fuerte abrazo.

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  3. La Novela...Es Faulkner o Daphne du Maurier, esto releo ahora.
    Buena semana

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    1. Muy buenas lecturas....
      Un saludo y gracias, Inma, por visitar este pequeño rincón donde guardo emociones.

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  4. Hola Teo. Creo que ya desde el momento en que "seleccionamos" una novela es porque de alguna manera tenemos un referente de la misma, y pensamos que es se corresponde con nuestro gusto personal.Aun asi , a veces nos puede suceder que realmente sea mucho mas de lo que esperabamos y nos "devoramos" la misma , o todo lo contrario, en cuyo caso..coincido con la frase que elegiste para preceder esta entrada.
    “Si leer una novela constituye un esfuerzo, es mejor no leerla”.

    -William Somerset Maugham-

    con la que acuerdo totalmente.
    Siempre una lectura tiene que ser disfrutable. Un abrazo grande y feliz noche

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    1. Generalmente si, tenemos un referente al seleccionarla que nos ha animado a su lectura; otras veces, una intuición, pues te ha entrado por los ojos lo que de ella lees justo antes de decidirte a comprarla; hay también lecturas obligadas, como las de la nos mandaban en la escuela gustara o no...
      Un abrazo, Eli, que estés bien.

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  5. La novela es mi formato favorito, sin lugar a dudas. Excelente articulo!!! abrazo

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    1. Un abrazo, gracias por tu visita, por tus palabras amigas.

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  6. Magnífico artículo que muy entrelazado nos aproximas a los lectores de novelas. Puro deleite para disfrutar de la misma ya que cuando se selecciona alguna de ellas, ya de por si se nota lo que puede apreciar el lector y ampliar opciones de opiniones que siempre tienen puntos de encuentro.

    Un abrazo y feliz día.

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    1. Un abrazo, Joaquí, muy agradecido por tu visita a este pequeño rincón y a tus gratas palabras. la novela se hace imprescindible en nuestras vidas. Quizás porque de alguna forma la vida es también una novela...

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  7. Es cierto, hay novelas maravillosas que nos hacen vivir en ella y con ella, otras que es mejor dejar pasar porque no llegan a impresionarnos ni por el tema ni por la forma de tratarlo ni por como está escrito. Sí es cierto que a veces hay que leer algunas que, si bien no son de nuestro gusto particular, pueden enseñarnos mucho y eso también se agradece. Magnífico el escrito. Besitos

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    1. Besos y buena-provechosa lectura, Karyn . Gracias por todo lo que te implica el poner estos un pots.

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  8. Muy interesante. A veces me considero mala lectora porque no puedo con algunas novelas, pero prefiero dejarlas a perder el tiempo, porque si no me llenan, al final no consigo sacar partido.
    Besicos muchos.

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    1. Es lo que debes de hacer. Si unan novela no engancha, hay que dejarla porque al final caemos en el tedio y en la pérdida de tiempo. No vale insistir a no ser que tenga otro objetivo la lectura.
      Un abrazo.

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  9. En lo que he leído, a lo largo de la vida, creo haber encontrado siempre ambos aspectos, instrucción y deleite. Claro que he de reconocer que en su mayoría era el primero el que predominaba...

    Hoy ya en lectura, poco o nada. Es lo que tiene el "otoño", generalmente época en la que ya la cosecha ha sido recogida... y almacenada!

    Abrazos Teo. Un texto relevante.

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    1. Hola, Ernesto, amigo. Ahí andamos: cada vez con menos intereses por abarcar letras mediante la lectura. Cierto que llega un momento en que se hacen más espaciadas, y que la capacidad que emocionarnos o hacernos descubrir algo es más difícil de hallar. No obstante...
      Gracias por tus visitas.
      Un abrazo.

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