ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

sábado, 1 de febrero de 2020

CAMBIA, TODO CAMBIA…




Imagen procesada bajada de Internet.







CAMBIA, TODO CAMBIA…

A menudo nos comportamos como niños antojadizos, deseosos de que todo lo ansiado nos llegue cuanto antes. Soñamos con devorar experiencias en un afán por exprimir la vida, impulso que parece acompañarnos desde que al nacer salimos frágiles e indefensos al mundo. La vida es un avance continuo, nos lleva a tomar caminos, a aprender e intentar triunfar personalmente en lo que sea, aunque ese esfuerzo a menudo vaya acompañado de grandes o pequeñas desilusiones, de piedras chicas o grandes puestas en el camino. En todo ese recorrido hay que asumir  cambios, practicar la humildad, aprender, saber controlar en lo posible ese extraordinario trayecto vital y personal al que estamos abocados.
Todos ante una expectativa ilusionante hemos deseado que llegue ese momento mágico, esperando que se haga eterno. Quizás el que marca la llamada del amor en todos sus perfiles, momentos fuertes y sólidos como islotes que se levantan firmes en medio del mar. En todo caso, los buenos momentos vividos, se quedan impresos en nuestra memoria orientándonos de algún modo. Estamos hechos de actos acertados y fallidos, que van estableciendo personalidad y  dejando recuerdos. Con ellos la vida discurre día a día. Son el tic tac de un reloj que no se detiene, algo que a menudo nos puede asustar y complicar obligándonos a pararnos y reflexionar. No obstante, eso es precisamente avanzar, construir, alentar existencia, conscientes de que somos breves inquilinos en un mundo que aún considerándolo imperfecto está lleno de cosas maravillosas. No hay que temer ni menospreciar los años que se van cumpliendo, sí a la vida que dejamos de vivir de manera irresponsable al convertirla en un tiempo vacío hueco de emociones. Hemos de aprender a sentir cada instante con la mayor vehemencia posible, haciendo de la existencia algo permanente que tenemos que mimar para que resulte lo más plena posible.
Cambia, todo cambia. Hay que romper anclas y desatar amarras para progresar. Sin embargo, en todo este trayecto, permanece algo sustancial: la esencia, punto fijo de nuestro pequeño universo particular, cálida esfera donde nos identificamos y reconocemos, siendo prioridades y protagonistas de nuestras vidas, conscientes de que el amor, el respeto al otro, nuestro anhelo por ser mejores y más sabios, han de permanecer equilibrados en lo posible relativizando con honestidad y valentía todo aquello a lo que nos aferramos creyéndolo necesario pero que entorpece, como pueden ser aspectos del trabajo, de la familia, u otros condicionantes sociales. Todo en la existencia es un aprendizaje que va marcando los valores que hemos de poseer y que son parte de la esencia vital, raíces nutridas por el apego, aspectos no fijos que  evolucionan y nos cambian.
No dejemos de ser reflejos de ese frágil niño que permanece en nuestro interior. Ilusionarnos, ser espontáneos dentro de la sabiduría adquirida, disfrutar de las cosas sencillas, amar, experimentar, atreverse a la aventura dejando atrás superados errores, nostalgias vanas, sufrimientos que fueron inevitables. La existencia no espera a quien se detiene en sus opacidades pues éstas amordazan, aturden y coartan. La vida ha de seguir buscando la luz y la libertad maravillosa de cada amanecer reflejada en nuestra asombrada mirada. Crezcamos con ella. Hagámoslo con ilusión, optimismo, sencillez y valentía, conscientes de lo frágiles que como seres somos.



                                                                                             
Barcelona, enero de 2020.
©Teo Revilla Bravo.





4 comentarios:

  1. Un maravilloso texto acompañado de la voz de Mercedes Sosa que lo hace sublime.
    Todo va cambiando en la vida con el paso de los años, pero como bien dices, la esencia de cada uno permanece presente siempre.
    Siempre es un placer leerte querido amigo.
    Un abrazo.

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    1. Muchísimas gracias, amiga Maripaz.
      Siempre es una alegría recibirte en este pequeño rincón de amistad y lecturas. Cambiamos. la vida es un avance continuo hacia esos lugares imposibles que nos propiciaron, mediante combinaciones químicas, precisamente hacia ella.
      Un abrazo.

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  2. FRÁGILES, sí, quizás eso es lo que mejor nos define, pero no debemos basar nuestra vida en esa fragilidad, al contrario, debemos siempre superarnos, renacer constantemente aunque nuestro envoltorio vaya perdiendo lozanía, se llene de arrugas y canas; que el niño se abra camino y ose atravesar puertas cerradas, nunca es tarde para nada, los límites sólo nos los colocamos nosotros.
    El mundo cambia, todo cambia, cambiamos nosotros con ello también, somos un eterno movimiento y transformación, lo expresas muy bien y lo bordas con la canción de Mercedes Sosa. Besos

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    1. Gracias por corroborar y estar siempre pendiente de todo cuanto escribo y expongo, Karyn. Caminamos y avanzamos, dándonos la mano a pulso de corazón, desde hace años, y así todo es más fácil.
      Inmenso abrazo.

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