ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

lunes, 25 de marzo de 2019

ME DUELES...


Portada del libro "Mañana al despertar"  de la editorial madrileña Crealite, octubre del 2010.
Una antología poética donde participo con tres poemas. Dejo aquí el primero de ellos.

"La lectura de un poema dura un sentimiento intenso: cuántos días, quizás solo un momento..." 






ME DUELES...


Si falla la pródiga transparencia de abstraerte
o abstraerme en ti -poética de lo indecible-,
se va desolando, momento a momento,
el sufrido deseo de poder pervivir aún teniendo
voluntad de continuar con premioso alivio,
atrapado un día más entre los rayos de luz.
Disposición al vuelo, cimbreante escala de color,
claridad sin sombras por donde afloran -temple
sereno- los sentimientos. Todo ello si logro
introducirme en tu mirada despacio desde
el infortunio y la espera radial que crea
la nostalgia, mirándome asombrado
en clara proyección, como abobado se mira
la labor sorprendente de un mago ilusionista.
Quisiera formar parte -irresponsabilidad protectora,
plano mágico que te acapara- del infinito júbilo
o éxtasis que te aviva y te da razón de ser.
Levitar hasta rozarte, ser parte de figuraciones
protectoras súbitamente asentado fuera del tiempo.
Hasta lo indecible. En atmósfera de amor
germinativo, en tortuosa invención de perfecto
insomnio o embelesamiento. Serenos dominios,
álveo expresivo, juego de reflejos, amnesia
donde transciende todo sueño, toda vigilia.

Me dueles ahí donde se ensombrece el claro
estanque de la memoria. Me reclamas en paulatina
muerte de la voluntad o en incesante conjuro
de fragilidades lleno. ¡Qué insoportable vida!,
¡qué borrosas comparsas si no te presiento cerca,
si me invade la angustia de lo opaco e irresoluto
-derruida ciudad, apagado clamor-,
si me vuelvo ciego y mudo sin saber dónde hallarte
vanidoso de soledad, si entre los límites de dos mundos
contrapuestos -cómputo de paliativas debilidades,
de anacrónicos consensos, de matices o esperas
interminables-, desde la simplicidad quejosa del día,
se me ahonda más el inoportuno abatimiento...!


©Teo Revilla Bravo. 2010.




10 comentarios:

  1. Me dueles con un dolor punzante en mis costillas
    Me dueles... te fuiste y no sé dónde estas
    Me duele... poco sé de tu vida...
    me dueles y aunque te dije adios
    se que algun dia volverás

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  2. En la poesía se encuentra el consuelo, ella es el bálsamo para las heridas, la ira, la pérdida, la ausencia y la soledad. Besitos

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    1. Ciertamente. Para algunos la poesía es una especie de catarsis necesaria.
      Un abrazo.

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  3. Es un poema desgarrador, Teo. Quizás sólo la poesía sea capaz de describir con acierto cuan profundo es el dolor cuando "nos duele". Pero siempre maravillada por tu forma de hacer y de crear. Un abrazo.

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    1. Hubo muchos momentos desgarradores en mi vida y aún quedan secuelas. A veces, Raquel, obedecen, los versos, al momento en que estoy cuando los escribo, o estos me llevan sin más a escribirlos. Pero, sí: tengo poemas que obedecen a un cierto sentimiento trágico de la vida.
      Gracias por tus ánimos de siempre y por tu gran amistad. Un abrazo.

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  4. Unos versos intimistas que encierran dolor y sentimientos vividos acorde con la vida misma.
    Eres un poeta con todo el peso que conlleva. Admiro a los poetas por como trasmiten los sentimientos.
    Un abrazo Teo
    Puri

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    1. Muchas gracias, Puri, por esas alentadoras palabras. Me llenan de ánimos....
      Fuerte abrazo.

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  5. Tengo la sensación de que el amor, cuando es pleno, asfixia y ahoga el pecho llevando a una intensidad que llega al dolor físico. Mientras que el desamor o el alejamiento definitivo del ser amado, produce un insufrible dolor espiritual... angustioso y terrible. Ambos son dolor, pero qué diferentes en su manifestación. Inmensa tu sensibilidad que contagia sentires, Teo. Abrazos.

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    1. Estoy muy de acuerdo contigo, amigo Francisco: cuando es pleno puede producir esos efectos. Pero, ¡qué intensidad de vida se respira! Cuando nos falta el amor, así entendido, notamos que la vida carece de sentido y nos angustiamos.
      Gracias por tu magnífica y sentida interpretación. Un abrazo muy grande.

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