Sé que esta tarde -al llegar lo vi en tus ojos-
estabas preocupada por mí.
No lo estés:
tu afecto—ni pactos, ni renuncias—
es el abrigo ideal donde cobijarme ante
la inclemencia exterior; tu presencia,
luz que se posa perezosa reflejando lo hermoso
del ciruelo y del manzano que aún mantienen
primaveral —luz y sueño—el huerto del ensueño.
Continuidad. Beneplácito. Hogar.
Canto velado de pasión y dicha.
Los espacios preferidos,
las flores en el jarrón,
la sorpresa de un poema escrito a hurtadillas
posado sobre la mesa del escritorio o pegado
con cuidado en el espejo del recibidor...
Y quizás celoso, muy celoso,
ese prolongado silencio de bruma anaranjada
que va interpretándolo todo transitando
—mariposa de serenidad—por la intimidad,
mientras va borrando en mí las ganas que traía
esta tarde de llorar.
Es muy lindo este poema, a veces los silencios hablan más que las palabras y en todo caso, sin duda, son los actos, los hechos, los que nos hacen sentir cobijados, queridos, amados. Me ha encantado que esos silencios y todo aquello que los envuelve dejaran a un lado la tristeza y esas ganas de llorar. Besitos
ResponderEliminarA veces, sí. Yo creo que casi siempre. Y saben decir más y mejor. En la pareja esos hechos que señalas son realmente lo que cuentan, ciertamente: "Hechos son amores y no buenas razones", dice el dicho....
EliminarGracias por tu atenta lectura, Karyn Huberman, feliz tarde.
Hoje, dp de tanto tempo, volto ao fb, e que alegria encontrar esse manancial poético, que me faz recordar outros belos poemas de sua autoria, que sempre foi maravilhoso saborear. Grd abraço, querido amigo.
ResponderEliminarVilma, amiga, tanto tiempo sin noticias, espero que estés bien. Muchísimas gracias por tu presencia aquí, es como recordar viejos tiempos....
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Hermoso y sentido poema que traduce tu dulce mirar de la vida. Gusto leerte siempre querido Teo. Un abrazo de muy buena amistad.
ResponderEliminarGracias, Theo y gracias también por dejarme tu comentario en Órbita, aprecio el gesto y aprecio tus cálidas palabras. Me alegra, cómo no, que hayas disfrutado del poema.
ResponderEliminarTe dejo mi afecto y mi abrazo.
Teo
Cómo se agradece en ciertos momentos la presencia de ese alegre y gentil "barrendero"... Emotivos versos, Teo.
ResponderEliminarGracia, Francisco. Yo sí que me siento agradecido de tu lectura....
EliminarFuerte abrazo.
Como aligera al cuerpo dejar el vestido de tristeza bien lejos. Bonito poema. Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo, Tite, con mucha alegría dado al recibir tus cálidas y alentadoras palabras. Que estés bien.
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