Obra de Franz Bischoff, pintor austriaco afincado en norteamérica, gran captador de formas brillos y colores que supo llevar a sus lienzos con verdadera maestría.
El mundo está pendiente, está fuera
aguardando a que aparezca tu nombre
calibrando distancias, abriendo caminos,
apagando ausencias, reinando entre
las formas visibles del paisaje.
Aparece dibujando cielos, definiendo
delicadamente —bucles de oro y nieve—
el contorno que delicadamente alumbra
los volátiles pájaros del amanecer.
Tus ojos, déjame decirlo así de bruto
y sorprendido, dos tremendas hogazas
de pan resbalando por las ciegas mejillas
del anochecer; tus ojos, abriéndose
al nuevo día como singulares meridianos
circulares calmando las hambres del mundo.
Y tu cuerpo…
Tu cuerpo —revelación suprema—,
sencilla ternura, agua en remanso,
luces templadas, diáfanos colores,
misteriosas colinas del amor de la libertad
desde donde ligeras vuelan alegres
las aves; tu cuerpo —mágica reverberación,
perfil de valles y anchuras al clarear—
se abre paso para que todo al instante
se revele en abundancias de relumbres
y mares hemisférico y cósmico.
Toda tú, luminoso silencio salpicado
de elocuentes significaciones…
No lo encontré en Órbita y me vine a buscarlo pues un poeta amigo me lo comentó y de verdad que sus palabras corroboraron la emoción que le causo este poema de Teo, leerlo con mucha atención le levanta el fervor por lo bien escrito y lo bello que expresa el poeta sobre su anhelo de que ese amor salga con todo lo que tiene. Con ese cuerpo que le encarna toda la belleza que existe, pero lo versifica tan hermoso que la reflexión le pica a uno el corazón. Un poema para disfrutar un domingo tan bello como este de Cartagena de Indias. Saludos maestro. Este es el original Teo, el otro salió con unos defectos. Perdona.
ResponderEliminarGustavo, es extraño que no lo hayas encontrado, pero bueno, aquí está. Como está este hermoso comentario que me regalas para generar ánimos y seguir escribiendo y mejorando los poemas. Muchas gracias, apreciado amigo, por esas bondades, por esos mimos.
EliminarFuerte abrazo entre palabras y silencios.
Teo
Afrontando la mirada del otro, del afuera, la identidad que se afirma en el nombre, lugar desde donde parten los pájaros del mundo, con oscuridades que siempre terminan en luz, como llegando al horizonte, y se vuelve a partir, se vuelve a esperar otro día, otra oportunidad en ese "silencio cargado de significaciones" ¡Bellísimo Teo
ResponderEliminarCómo se te echaba de menos, Norma Aristeguy, cuando por un motivo u otro tardas, ahora por culpa de eta telefónica que nos juega malas pasadas. Y es que tu voz, tu inteligente manera de pasearte por los escritos, mirarlos y leerlos, posee ese don exquisito de quien se ha dedicado con pasión a esto de sembrar letras y conocimiento toda su vida. Vas dejando huellas y pequeños temblores que reconfortan el ánimo -me imagino a tus buenos alumnos agradecidos- y motivan.
EliminarGracias por estar, por la amistad de años, por ser todo un referente en esta Órbita que sigue pese a todo girando ahora a buen ritmo. Tus comentarios siempre conmueven, y hacen que el mismo poema se lea con nuevas lecturas o sensaciones.
Fuerte abrazo, querida amiga.
Teo
Es hermoso el poema, hay versos realmente bellos y sensaciones que no dejan indiferente. Así también la obra que la acompaña, en ella, no sé si por efecto óptico o por la lectura del poema, pareciera que en esos verdes y marrones, apareciera el cuerpo de una mujer recogido entre las aguas.
ResponderEliminarPrecioso todo, besitos
No había reparado en ese efecto óptico, Karyn, que se produce entre las aguas de la obra plástica, hay que saberlo ver... Gracias por tus apreciaciones sobre los versos de este poema escrito algo a la rápida pero con todo el sentimiento puesto en ello.
ResponderEliminarUn abrazo grande de buenos días.
¡Éxtasis de amor en estado puro! Esencia de emociones que contienen mucho más de lo que puede comentarse con mis pobres palabras. Envidiable y conmovedor poema, Teo. Felicidades.
ResponderEliminarTus pobres palabras son grandes tesoros, Francisco. ¡Qué puedo decirte tras ser partícipe de la manera con que nos regalas con frecuencia matices y colores de tu alma. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarUn hermoso poema donde bajo la articulación entre la naturaleza y la mujer, se habla del amor profundo, de la libertad de ese amor en estado puro como buen dice el amigo Francisco Mayoral.
ResponderEliminarPoco más puedo decir solo unirme a lo escrito por Gustavo, por Norma y por Karyn, que se han expresado con mayor claridad sobre el poema escrito.
Un abrazo fuerte amigo Teo.