ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

martes, 6 de abril de 2021

OTRA REALIDAD IV




"Retrato de Olga" realizado por Picasso en 1920






OTRA REALIDAD IV

 

    El choque inevitable de dos miradas expuestas a la intemperie, quedan desnudas, vibrátiles, en  nívea pureza. Como un camino que se despliega sobre sí mismo y nunca termina. Libres, sin la resistencia siquiera del aire, sin aparente identidad propia ni marcado destino. Miradas volanderas en ruta de meticulosidad y memoria, sortilegio febril de ser lanzadas al edén de lo verosímil.

    Las palabras de lo no dicho se abisman en el precipicio de la nada absoluta. Transparencia de un gesto que trata de rozarnos y sentirnos en levedad de espacio, como algo irreversible en determinación esplendente: tus pupilas puestas en las mías -flores y sangre, cintas de aire y seda-, hablan .  

      Escucho un suspiro ahogado, un temblor inyectado en sangre inventando un cuerpo que se abraza trémulo y creciente a la vida.

       Entiendo o creo entender, el poema que aparece ante mis ojos tras tu mirada; reconozco o creo reconocer en él, al poeta que lanza versos plenos de amor a la luna. Pero también a la nota suicida, desprendida de la fuerza del temporal que nos arrastra asidos a la ternura quebradiza de un relámpago, ahí donde susurra el alma iluminada en premonición de saciar la sed en amoroso tacto.

    La ausencia de la mirada, es realidad íntegra en la noche oscura. Lo escribió amorosamente Teresa Sánchez de Cepeda elevando sus ojos al cielo. ¿Dónde quedan entonces los espacios, dónde los alegres sonidos que alegran el alma? Sin esa aclaradora mirada, sin esa refulgencia de luz, se habita en un punto donde se cruzan todas las líneas sensitivas en urgente geometría de lo imposible, imperceptible y doloroso. El deseo, entonces, pende de un alfiler, converge en un paraje yermo.

    La mirada genera un edén poblado de emociones. Nos damos las manos sin decir nada besándonos los párpados, temblando de emoción al sentir mutuo reconocimiento al explorar abismos justo donde el amor sin ser y siendo entre llamaradas y luces se abraza.

 

Barcelona, abril del 2021.

©Teo Revilla Bravo 






4 comentarios:

  1. La mirada es tan importante entre dos cuando las palabras se enmudecen; hay que saber leer todo lo que en ella se esconde o al revés, se entrega. Lo más bello es verse reflejado en el brillo de una mirada plena de amor. Hermosa realidad, sea paralela o no. Besitos

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    1. Karyn Huberman Las miradas inician y generan un gran movimiento entre dos, que acabará siendo, o no si se frustra, un cálido universo de entendimiento y de amor cuando ese es su fin. Son, pues, esenciales en toda relación importante.

      Fuerte abrazo.

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  2. Sólo con la mirada emocionada podría transmitir todo lo que tu poema en prosa me ha inspirado y evocado, allí donde mis palabras resultan una pobre herramienta. Gracias, Teo.

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    1. Gracias a ti algo tardías, amigo Francisco. Tus palabras emocionan, no dudes que son una enorme herramienta para mí. Como son tus escritos, tus metáforas visuales, tus obras de arte. Siempre, siempre emocionas.

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