ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

viernes, 9 de abril de 2021

OCTAVIO PAZ




 





OCTAVIO PAZ

 

    Se me hace difícil hablar sobre un escritor, poeta y ensayista, al que admiro mucho. Del poeta sobre todo, porque despierta en mí sentimientos y emociones inabarcables imposibles de poder glosar. Intento escribir, de manera concisa, honesta y breve, máxime si no dispongo de conocimientos epistemológicos para hacer una valoración exhaustiva, sobre Octavio Paz.

    Sí decir, que para él nada era ajeno a cuanta cuestión se planteara en torno a la historia, la literatura y la filosofía, en torno a la vida. Fue tan enorme su saber, estaba tan cargado de  energía intelectual, la desbordaba de tal manera, que no queda más remedio que bajarlo un poco del pedestal en el que su obra le puso, humanizarlo en lo posible, acercarlo y leerle desde esta perspectiva para comprenderle en lo posible y sentir que el entusiasmo puesto en sus escritos nos regala momentos únicos. Ruy Sánchez, literato, ensayista y académico, considera que en Octavio Paz  hubo varias batallas que libraba consigo mismo, entre ellas el dilema de si dedicarse a una poesía comprometida o a una poesía pura. Al final, parece que encontró como solución el camino afortunado de la paradoja. Su obra continúa siendo atractiva, actual y veraz.

    Paz encontró una manera de hacer poesía de alta calidad formal, pero no fue indiferente a la historia. Su invención literaria, al igual que la de los buenos poetas y escritores, es una manera única de estar en el mundo, de apreciarlo y vivirlo con intensidad, para luego en íntima soledad juzgarlo y dejarlo en letra escrita. En cuanto a los muchos ensayos que escribió, debió pensar que había que inventarse la mejor manera de poder pensar cómodamente sobre aquello donde se pueden presentar elementos fidedignos de análisis que resulten gratos al posible lector, porque la obra de Paz ayuda ante todo a pensar. De sus libros, de sus poemarios, de sus entrevistas, uno sale más instruido, conmovido, sensibilizado, comprometido. Comprendemos entre otras cosas, tras leerle detenidamente, que para hacer poesía hay que tener imagen propia, intuición para expresarla, y mucho cabreo y perseverancia para crearla. Paz escribió sobre lo que le preocupaba e interesaba. Le gustaba inmiscuirse en todo. Por eso sabía algo -o mucho- de cada aspecto que trataba, explicándolo con esa manera tan suya, agradable, suave, elegante y didáctica. Fue un portento, con premio Novel sin duda merecido.

    Hugo Verani considera que no se puede imaginar el siglo XX en lengua española sin el poema “Piedra de Sol”, que él consideraba era la unión de todas las ideas en torno a un aspecto muy humano como la persistencia del amor. Un poema que no es solo inteligencia, ya que combina sabiduría con riqueza de lenguaje y con la imaginativa y el encantamiento que tenía el poeta con el mundo y el tiempo que le tocó respirar. Este poema está incluido en el libro “Libertad bajo palabra”.  

    Paz fue un gran promotor cultural, dedicado absolutamente a la erudición. Fue también un agitador apasionado por la crítica donde proponía una visión múltiple y moderna de reflexionar y oponerse a la injusticia, desde una postura liberal. Nos queda afortunadamente su formidable capacidad creativa reflejada en una extensa obra, legado inmenso, generosa aportación de su inmenso talento.


Trascribo la última estrofa del extenso poema “Piedra de Sol”:

 

...quiero seguir, ir más allá, y no puedo:

se despeñó el instante en otro y otro,

dormí sueños de piedra que no sueña

y al cabo de los años como piedras

oí cantar mi sangre encarcelada,

con un rumor de luz el mar cantaba,

una a una cedían las murallas,

todas las puertas se desmoronaban

y el sol entraba a saco por mi frente,

despegaba mis párpados cerrados,

desprendía mi ser de su envoltura,

me arrancaba de mí, me separaba

de mi bruto dormir siglos de piedra

y su magia de espejos revivía

un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado mas danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede, da un rodeo

y llega siempre.

 


Barcelona.-31.-03.-2014.

©Teo Revilla Bravo






4 comentarios:

  1. Excelente semblanza. Gracias, Teo. Abrazos.

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    1. De nada, Francisco. Un poco corta e incompleta, pero a mi modo. Abrazos.

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  2. "La luz es el tiempo en que se piensa...", eso decía él, un iluminado que utilizó esa luz para darnos a conocer grandes pensamientos, hermosos versos. Él era un manantial de sabiduría y qué suerte poder haber podido compartir mundo con alguien así. No me extraña que lo admires. Un excelente escrito. Besos

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    1. Besos, Karyn. Sí he leído de él todo lo que ha caído en mis manos... Lo admiro.

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