"Puente sobre el río Camesa" 2019. Montaña Palentina. Fotografía de Karyn Huberman.
MONTAÑA
PALENTINA
Magnitud
de belleza recogida entre
un
mar a lo lejos presentido y la alta
montaña
que enamora. Baja la brisa
despacio
regodeándose caprichosa
-flor
de agua y luz- entre valles y alcores
formando
hilos crecidos en vaporosas
redes
de frágiles esmeraldas.
El
pueblo, dormido en el valle,
esquinado
en el tiempo, entre brumas
dispuesto,
despierta a la luz mientras
el
aletargado polen desvistiéndose
juguetón
se abraza al impreciso
amanecer
que estalla.
Se
agitan los vientos, vuelan las aves,
se
enredan las plantas, pacen reses
en
la majada liberándose de las últimas
consecuencias
que dejó la noche al caer
en
los ribetes plateados de un sol que en lento
rutilante
claror de amarillo se inflama.
La
bella gradación de tonos, azules,
pardos,
verdes, armonizados por la música
del
alegre zorzal acodado tembloroso
en
el mirador de los vientos donde se oxidan
las
veletas, por el acrisolado valle perezosa,
modificándose
a cada instante se desliza...
OCÉANOS DE LUNA
(Cuaderno VIII. De 1984 a 1987)
©Teo Revilla
Bravo.
Siempre es un placer visitarte querido Teo, pero en esta ocasión es doblemente placer, pues traes a mi recuerdo con este bello poema rincones amados.
ResponderEliminar"Magnitud de belleza", así comienzas, como dando a entender que es hermoso lo que allí se encierra. De ello doy fe.
Gracias por mostrarlo y un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias por la visita, estimada Maripaz, siempre es una alegría. Nuestros rincones amados merecen nuestro reconocimiento y son toda una inspiración para la creación. Tenemos esa fortuna: la madre naturaleza nos dejó belleza en cada rincón que pisamos, en cada senda que andamos.
EliminarMuchísimas gracias, un abrazo y felicidad en este tiempo que llega.
Tengo la suerte de conocer esos bellos tonos que se van deslizando montaña abajo y reflejándose en las cristalinas aguas de los ríos, tengo la suerte de pasear por sus contornos, escuchar a los pájaros y sentir la música que le dedica el viento a la frondosa y bella naturaleza. Ella merece tu poema, es hermoso. Besitos.
ResponderEliminarAlgunos conociéndolos al unísono, paseo a paseo, respiro a respiro, montaña arriba, ladera abajo, bien por los amplios prados, fuentes, márgenes de arroyos y ríos...
EliminarGracias. Sé que merece un poema, pero mil veces mejor. En todo caso, sirva para expresar mi gozo de sentir esos enclaves de nuestra Montaña palentina.
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSaludos, Mucha.
EliminarGracias por la visita siempre cálida y amigable.
Un abrazo y buen tiempo navideño.
El puente romano está mucho más deteriorado y la desidia institucional provincial y comunitaria no hacen nada para que no acabe cayéndose. Es un rincón realmente hermoso. Comentario dejado en Facebook al amigo Alfonso.
ResponderEliminarPreciosa semblanza de una tierra que tengo siempre presente. En ella nacieron mis recuerdos de infancia y allí empecé a forjar lo que soy hoy. A pesar de haber dejado el pueblo hace años, nunca le olvido y además, siempre voy haciendo propaganda de esa gran desco ocida, la Montaña Palentina.
ResponderEliminarUn abrazo, Teo.