Henri Toulouse-Lautrec "Rue des moulins el reconocimiento"
EL MERETRICIO EN LA PINTURA
“Lo que me parece más bello de París es el bulevar. (…) A la hora en que las farolas de gas
brillan en los cristales, cuando retumban los cuchillos encima de las mesas de
mármol, voy paseando por allí, apacible, envuelto en el humo de mi puro y
mirando a través de él a las mujeres que pasan. ¡Aquí se extiende la prostitución,
aquí los ojos brillan!”, escribió el escritor Gustave Flaubert a Ernest Chevalier en 1842.
Como no podía ser de otro
modo, el tema de La prostitución no quedó fuera de la observancia
artística. En París, entre los años 1850-1910, fue tratada por diversos autores
entre ellos Vincent Van Gogh, Pablo Picasso, Édouard Manet, Cézanne, Degas, etc., quienes
a través de sus sensibilidades artísticas trataron el sugerente tema, desde
distintos ángulos, llevándolo cada cual a su modo y manera de manejar el
pincel.
Manet, "Olimpia". Esta obra supuso el inicio de la modernidad
La ocupación peculiar de
estas damas avivó la musa no sólo de pintores, sino que también de escultores
y fotógrafos -técnica entonces incipiente-, así como en quienes se dedicaban al
ejercicio literario, confirmándose como tema recurrente en movimientos tan diversos como el academicismo,
el naturalismo, el impresionismo o el expresionismo. La
prostitución se ejercía -y se ejerce- tanto en descampados o en plena calle
como en lujosos salones en práctica habitual pública, o bien de forma
ocasional morbosamente clandestina.
Es interesante recordar cómo
la prostitución explícita aunque prohibida, se viste de luz y ambigüedad para
atraer las miradas de paseantes y curiosos, principalmente alrededor de los cafés de la Cité parisina a los que una mujer honrada y de
bien nunca acudiría sin ir acompañada. Una de las estampas más características al
caer la noche, cigarrillo y absenta en mano, era ver a estas mujeres cómo esperaban la
llegada de clientes. Este ambiente es el que sugieren en sus obras sobre el tema, Manet, Degas, Van Gogh y otros. Los
cafés-concierto y cabarets, crecieron en número por aquellos años, siendo un foco muy atractivo para gente bohemia y artistas.
Barcelona. Diciembre de 2019.
©Teo Revilla Bravo.
Barcelona. Diciembre de 2019.
©Teo Revilla Bravo.
Es un tema atractivo de tocar para el arte, incluye algo de desnudez, provocación, a veces mucha belleza y otras mucha sordidez. Como bien dices, grandes pintores han dedicado lienzos a esas mujeres de vida ligera, decían antes, ahora por cuestiones sociales, de bandas, etc, ya no se sabe si las mujeres que ves ofreciendo su cuerpo por dinero lo hacen libremente o no... en todo caso, sigue siendo un tema llamativo para la pintura, así lo demostró Solana el 27, el conocido Botero con sus gorditas muy revolucionadas o el alemán Otto Dix que al querer capturar los contrastes sociales tras la guerra, dejó varias obras sobre la prostitución, quizás una necesidad para sobrevivir en aquella época. Excelente.
ResponderEliminarGracias por la estupenda información que añades, Karyn. Está claro que el tema ha seguido tratándose, rabiosamente actual, hasta la fecha.
EliminarUn abrazo.
El ojo del alma artista será capaz de capturar lo que el mundo cataloga de sórdido, prohibido, censurable y le dará nueva vida por el Arte , aprenderemos a apreciar las formas , los rostros y sus semblantes de tristeza, desafío, aceptación, resignación , gracias artistas de tantas disciplinas y corrientes por enseñarnos sobre la Vida sin límites , bella la nota , supera costumbres y limitaciones, rótulos y ambigüedad, excelentes artistas y muestra de un arte que a cada paso marca su originalidad .
ResponderEliminarfelicitaciones. Marisa
Así es, Marisa. Un resumen excelente lo que supone en la pintura la actividad de estas mujeres variopintas. El arte marca su originalidad con cada movimiento que hace ciertamente, que sea así por mucho tiempo. El ser humano necesita de la creatividad.
EliminarUn abrazo.
Lo amoral, lo políticamente incorrecto hoy en día, ha producido siempre un cosquilleo irrefrenable en el pulso del artista. Como a un niňo que se le prohíbe hacer algo y cambia la mirada al desobedecer en la clandestinidad. Transgredir se torna obligación para muchos de ellos con el afán de crecer emocionalmente. Estos crean una corriente que otros siguen por admiración u oportunismo.
ResponderEliminarUn poco atrasado, pero llego. Trasgredir y emocionar, dices. Es precisamente, al menos en este caso -también en muchos más- lo que hace que avance el arte y la misma humanidad combinando diferentes elementos ahí donde la idea cobra su forma e ilumina. Podíamos decir que es una reflexión sobre cuestiones que atañen a la misma sociedad en que el artista vive.
EliminarMe voy a enrollar, mejor lo dejo. Agradezco tu comentario, amigo Cyrano, y te deseo un buen jueves.
Mi abrazo.