Detalle de un cuadro de Gustave Coubert, en el que aparece el poeta Baudelaire leyendo en su estudio.
LEER POESÍA
Leer poesía puede ser una experiencia única, penetrante, intensa, enriquecedora. Una práctica de gran calado humano y a la vez de gran misterio. La poesía tiene algo especial de lo que carecen el resto de las obras escritas, como es el poder de dictar bellamente el modo de querer, de anhelar, de necesitar, de reír o llorar, de vencer el tiempo, el miedo y la muerte, asuntos que se nos hacen inexplicables. La poesía se intuye más que se comprende. Se podría comparar con las quimeras tras las que vamos o con los sueños que nos invaden a menudo. Llegar a cada verso, sentirlo resuelto y sabiamente construido, es placentero, pues juega a mover y remover al lector, a estimularlo y zarandearlo por dentro, a llevarlo hacia una claridad mental con poder de transformación. La poesía aligera el aire que se respira, sólo hay que dejarse abandonar a la aventura de leerla y recitarla sutilmente. Si conseguimos la dejación de razones y nos dejamos por ella llevar, llega beneficiosamente a instalarse dentro de nosotros dejando paz y serenidad, aunque a veces también angustia; en todo caso, algo, un no sé qué especial, que acierta a complicarnos y enredarnos por dentro, pues incide en cuestiones especialmente sensibles. También puede lograr aliviarnos, quitarnos miedos, sentir a esa verdad que privativamente escondemos, o lograr iluminarnos revelándonos como mejores personas.
La poesía nos ayuda a rehacer la relación grata que tenemos con el tiempo, con lo acontecido que nos alegra o duele, con la vida y sus circunstancias. Nos reconcilia, nos reconforta. Y todo ello, flotando en el ánimo sin lenguaje fijo creando signos y símbolos en el alma, situándola, arropándola. No obstante, como poetas, nunca podremos expresar claramente y con certeza lo que deseamos comunicar, pues cada poema es un intento inconcreto, es una necesidad vital por expresar que en alguna medida nos deja una frustración ante la sensación de tener un impulso literario fallido.
La poesía –palabras sorprendentes e inesperadas- está más cerca de la percepción, que de la propuesta prosaica. Ese es su juego. Un juego donde se logran conclusiones armoniosas, que a veces nos hacen perder el equilibrio con sus saltos cuantitativos, con los descubrimientos que realiza el parlante, con todo eso que hace que la sangre fluya ligera con cada verso, con cada palabra, con cada poema.
La poesía –palabras sorprendentes e inesperadas- está más cerca de la percepción, que de la propuesta prosaica. Ese es su juego. Un juego donde se logran conclusiones armoniosas, que a veces nos hacen perder el equilibrio con sus saltos cuantitativos, con los descubrimientos que realiza el parlante, con todo eso que hace que la sangre fluya ligera con cada verso, con cada palabra, con cada poema.
El problema que surge al leer para acercarse a la poesía, comprenderla y sentirla, es que hay poetas que aún siendo increíbles y únicos como Rimbaud, Vallejo, TS Eliot, o Baudelaire,por poner algunos ejemplos, pueden ser complicados de entender pues compusieron poemas crípticos que hay que leer y releer cuando no estudiar o investigar para deducir qué querían decirnos o qué trataban de transmitir. Son poemas generalmente ostentosos, con palabras que no se terminan de comprender y que pueden resultar aburridas si se carece del hábito lector. Es fácil encontrarnos con gente que nos dice: “No leo poesía, porque no logro entenderla”. Por este motivo, muchos lectores se alejan de ella pensando que comprenderla es imposible pues lleva a realizar un esfuerzo especial ya un estudio profundo de sus autores. En algunos casos es cierto, pero también es cierto que hay poetas sorprendentes que se pueden leer e intuir con una sola lectura, poetas idóneos para introducirnos en ese rico universo y avanzar en él.
Aunque compleja, la poesía es un canto, una relación entre el silencio y la significación, que no deja de asombrar. El poeta crea palabra y belleza, con la sabiduría de quien encuentra el mensaje apropiado sabiendo mantener en él la música que previamente lo ha poseído. Eso influye de manera definitiva en la emoción que el lector pueda hallar, tal si fuera una tormenta perfecta o una calma total; en todo caso, con la poderosa fuerza de hacernos navegar y quizás, quizás, apaciblemente en gozo en ella naufragar.
Barcelona. Octubre de 2016.
©Teo Revilla Bravo.
Aún me recuerdo leyendo poemas . Y así fui creando lo que hoy tengo. Y si bien no leo romances de novela. Respiro la vida mientras te leo
ResponderEliminarQué bonito eso de respirar mientras se lee, Mucha....
EliminarGracias por tu paciencia leyéndolo, por tu amistad
Gran texto. Conozco mucha gente que no lee poesía, que dice que no le gusta, porque no la entiende. Sí que es cierto que hay poetas como los poetas malditos que mencionas o Góngora, por ejemplo que son tan introspectivos que no llegan a todo el mundo. Y si el lector es alguien no acostumbrado a la poesía menos aún. Pero hay muchos tipos de poesía. La poesía es como todas las artes,hay un estilo para cada persona. Solo se ha de encontrar. Tal vez no te gusten Panero o Bukowski, pero sí lo hagan Neruda o Benedetti, por ejemplo. O al revés. Tal vez aborrezcas a Juan Ramón Jiménez y a Espronceda y sin embargo adores a Gil de Biedma y Cernuda, o al contrario.
ResponderEliminarPara mí la poesía es el lenguaje que no ha logrado aprender el raciocinio.
Cyrano, amigo, se me pasó comentarte que tus palabras poseen pleno sentido para mí. La última frase, la suscribo íntegra.
EliminarMuchísimas gracias.
No puedo estar más de acuerdo contigo. Cuando uno se ha introducido en las sendas que abrazan la poesía, es difícil dejar de seguirlas paso a paso y fácil caer en el arrebato que los poetas siembran en cada verso para dejarnos su potencial humano sensible. No hace falta comprenderla; es más: a menudo no es comprensión lo que hemos de buscar en ella, sino recoger la esencia espiritual que de ella emana y alentar vida y sentimiento. En ese sentido, sí: estaremos más cerca de unos poetas que de otros, y escribiremos de una determinada manera afín y personal si lo hacemos. Gracias, querido amigo por estar y compartir tantas emociones. Un abrazo.
EliminarAquel que se cierra en banda y no lee poesía ni lo intenta, se pierde grandes maravillas. Hay muchísimos poetas, antiguos y modernos, así también varían sus formas de escribir de expresarse en verso. La verdad es que es raro que te gusten todos, pero seguro hay alguno que te remece el corazón y ese, será quien abra las puertas a otros. Besitos
ResponderEliminarSe las pierde, es así de sencillo. Se niegan a la evidencia de poder encontrar una emoción, un posible sentimiento intuido que se hace grande, un descubrimiento, otro tipo de belleza y de enseñanza a la que no se llega de otro modo, etc... La llevamos dentro y hay que desarrollarla bien leyendo a otros, bien escribiendo la propia, y mejor teniendo ambas actitudes. Abrazos, Karyn y a comenzar el día.
Eliminarqué bueno que existan tantos poetas como gustos, hay para todos y seguro quien empieza de niño/a no se aleja más de la poesía , es un arribar a mundos nuevos, el asombro, la inquietud ..y todo lo que tan bien relatas Teo, con esa visión que te caracteriza en arte y en especial cuando nos dialogas de poesía. En mi caso curiosamente leo más narrativa y poco de poesía de los poetas célebres o destacados- de los que si me gusta conocer de sus vidas y algunos poemas - , aunque quizá les lea a través de la poesía de los poetas de mi tiempo que si leo a diario. Como siempre en tu escritura perlas para lograr entender este arte tan completo que es la Poesía. abrazos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, amiga Marisa. por este exquisito comentario que me acerca más a tu sentir como persona Me agrada que se deje aquí constancia de quienes pasan y leen, porque le dan vida con su amistad y generosidad al blog.
EliminarJordi posee una mente aguda de gran observador y, por supuesto, de gran escritor y poeta; a parte, es una excelente persona y, cómo no, también amigo.
Un abrazo grande.
La música, la pintura y la poesía; son las tres patas del mismo trípode que sostiene, la expresividad del sentir del ser humano. Por ello, toda poesía lleva intrínsecamente única a sí misma, tanto la música que le da sonoridad y armonía, como la pintura que logra ese efecto visual que grabado en la retina de quien lee (el poema), perdurará allí quizá de por vida.
ResponderEliminarEste concepto puede parecer muy iluso, muy al estilo petarquista, del corte de Cervantes y con raíces platónicas, sobre todo si la comparamos con otros tipos de poesía que rompen esquemas y modelos, como es el caso del dadaismo --un ejemplo de ello--, como lo es la poesía denominada "Realismo sucio" de Charles Bukowski o el "brutalismo" en lo musical de olvidado Alexander Mosolov ( La fundición de acero) o, las pinturas abstracta y el su realismo con Dali a la cabeza. Pero aún así, en todo estos tipos de expresiones artísticas que para algunod trasgreden la aparente armonía y belleza artística, está hermosamente expresada ese manifestación del sentir humano y, por lo tanto, para mí, es un arte tan lícito y tan bello como el otro... aunque a veces me cueste entender ello.
Todo arte encierra poesía tanto en música como en pintura.
Para ser poesía, no sólo basta con expresar el sentir del ama mía. Para escribir poesía, se debe tener: musicalidad e impacto visual, osea, deben conjugarse en una estas tres patas que sostiene al susodicho tripone de la expresividad humana; de aquí que para mí, la poesía da vida a la música y a la pintura. Que la pintura es madre de la poesía y de la música y, que, la música lleva en sus entrañas la poesía y la pintura esperando a ser vista a través del oído.
¿Qué cuesta leer poesía? ... ¡Pues sí! Pero quien no lee y escribe poesía, no sólo es falso consigo mismos, sino que quiere dar de su fuente el agua que no tiene... Yo, que deseo algún día ser poeta, porque me gusta, porque amo la poesía, no descanso y cada día leo unos pocos o muchos versos, solo al final leyendo, podrás aprender a "leer y entender la poesía" y por ende a saber escribirla... Nunca mejor dicho el viejo refrán: "nadie nació sabiendo".
Para terminar os dejo un poema que escribió Charles Bukowski dedicado a César Vallejo, dos personajes complejos pero que se complementan en la forma de ver ese universo que le llaman verso.
VALLEJO
(versión original)
It is hard to find a man
whose poems do not
finally disappoint you
Vallejo has never disappointed
me in that way.
some say he finally starved to
death
however
his poems about the terror of being
alone
are somehow gentle and
do not
scream
we are all tired of most
art.
Vallejo writes as man
and not as an
artist.
he is beyond
our understanding.
I like to think of Vallejo still
alive
and walking across a
room, I find
the sound of Cesar Vallejo´s
steadfast tread
imponderable.
VALLEJO
(traducción)
Es difícil encontrar un hombre
cuyos poemas no
acaben por decepcionarte.
Vallejo nunca me decepcionó
de esa manera.
algunos dicen que murió
de tanto pasar hambre.
como sea
sus poemas sobre el terror a estar
solo
son en cierto sentido amables y
no
gritan.
estamos cansados de casi todo el
arte.
Vallejo escribe como un hombre
y no como
artista.
está más allá de
nuestro entendimiento.
me gusta pensar que Vallejo sigue
vivo
y caminando por la
habitación, encuentro
el sonido de sus
pasos firmes.
imponderable.
Alfredo Daniel Lopez. muchísimas gracias, estás que te sales de inspirado. Repaso tu escrito y nada que no sienta reflexivamente acertado, nada que chirríe. El poema sobre Vallejo del singular, erotizado y alcohólico Bukowski, un inmenso regalo para los sentidos, no sabía que lo había traducido al inglés el escritor norteamericano.
EliminarNada que añadir, recogerlo todo con afecto ilusionado y agradecértelo profundamente.
Abrazos
En todas las épocas el hombre ha sido consciente de la existencia de algo que está más allá de la lucha cotidiana y su combate para vencer las adversidades. Ha sentido entonces la necesidad de expresar cualidades del espíritu que lo aproximaran a un ideal de perfección, sea cual fuese ese ideal: la razón, la belleza física, la verdad aristotélica, la alabanza a Dios. En la búsqueda de tales ideales, el hombre desarrolló las formas diversas del arte, a través de los mitos y el instinto mágico- religioso, para que nacieran la pintura, la danza, el canto, la arquitectura de los templos que celebra la magnificencia divina. Como emblema de su individualidad única en el universo, nació la palabra hecha poesía, símbolo del fruto de la imaginación.
ResponderEliminarGracias, apreciado Alejo, por esta lección tan mágica como ilustrativa del sentimiento -quizás necesidad- que nos lleva al arte, que nos acerca a la poesía.
EliminarUn abrazo.
Gracias por tu paso por el Blog, Modesto Herrera. Una lástima que se te borrara tu comentario.
ResponderEliminarInmenso abrazo.