ESCRIBIENDO
Paso la vida escribiendo. En estos momentos cumplidos los
setenta, más que pintando o leyendo, otras de mis aficiones, amén de la música.
Quizás por la necesidad de seguir explorando mejor los límites de permanencias,
recuerdos y experiencias acumulados durante años, una de las maneras de
interactuar desde la laberíntica complejidad del ser que somos. Son intentos o
pergeños por dejar a un lado lo habitual
mentalmente confortable, y conducirme hacia lugares inciertos y misteriosos
donde perderme sin estridencias ni ruidos en la compleja parte de ese yo que nunca
acabamos de controlar. Bajar hasta el fondo de uno mismo como espeleólogo
existencial, probando experimentar y dilucidar aquello que pertenece a otro
ámbito de la percepción que ni siquiera uno mismo sabe que posee, cofre de vida
que habita en nosotros influyendo de manera decisiva desde que tenemos uso de
razón.
Una tentativa o articulación interior, puede ser, por
expresar lo inefable con letras intentando llevarlo a la superficie de manera ciclópea reconvertido en sentido, emoción,
belleza y poesía.
O sea, en el mejor arte literario en mí por mí posible.
Barcelona, diciembre del 2024.
Eres bondadoso siempre. Esta manera de afrontar el hecho de escribir me ha emocionado. Que disfrutes. Besos
ResponderEliminarAhí Teo, en esa faceta silenciosa y abierta al flujo de lo metafísico, sin darse a penas cuenta se canaliza el ego hacia ese nimbo solitario y sensible que crea, recrea y da pie a ese despertar dormido de la belleza...buen fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo
No hay mejor cuestión que disfrutar con lo que uno hace y para ello la edad es un número. Gracias por saber despertarnos con tu estilo tan peculiar.
ResponderEliminarUn abrazo, Teo.
Escribir es mágico pero a veces es duro y solitario. Te mando un beso.
ResponderEliminarCreo que en eso estamos, muchos de los que vamos desgranando nuestras palabras por esta familia bloguera.
ResponderEliminarGracias por expresarlo tan bien.
Un abrazo.
Un texto revelador de quien es nuestro conocido amigo Teo. Y su intento de, ya él solo, descubrirse en esas áreas que denomina complejidades del ser humano.
ResponderEliminarEs cierto Teo que tenemos, somos, ese fondo, «cofre», que no tenemos claro si es o no es.
Pero que influye, y mucho, en todos nosotros desde el primer aliento al último.
¡Y más!
Tal vez la clave esté en dejar de intentar contralar... Y permitir que sea "eso" quien dirija.
O alinearse con, como afirma un amigo mío, el Orden, en vez del "ordencito". Término con el cual pretende denominar el comportamiento general del ser humano.
Abrazos Teo.
Escribir obliga a reflexionar, supone una apertura de miras y muchas veces un acercamiento a la belleza.
ResponderEliminarSaludos