"En alta mar" (1887) obra del pintor Salvador Abril, ubicada en el Museo del Prado de Madrid.
SIN EMBARGO…
Las calles ruidosas de la ciudad son un signo
de interrogación, un
disloque sin memoria,
un apagado fulgor de
sombras moviéndose
con desbaratado fatigoso
ennegrecido vaho.
Tu voz se interrumpe
por sorpresa. Calla,
en un destello de
angustia, mientras giran
las achicadas islas de
este enorme archipiélago
de cemento que va
ahogando la penas tuyas
junto a las penas mías,
mar amargo, esquivo
huidizo, vertiginoso, donde
la insatisfacción
se interpone salpicando
de decaimiento náufrago
versos borrosos del bloc
roto de los sueños.
Memorias que me traen,
al filo de la aurora,
ballenas, orcas, delfines,
peces grandes y chicos,
que pasan huyendo; algas,
arrecifes, corales
de hermosos océanos del
olvido acusándome,
en este pago de urbana
vida navegante,
de no saber responder a
oleajes, cerrada,
turbulenta esfera, donde
sin poder flotar
–funesta perspectiva - temeroso me ahogo.
Sin embargo, lo que me
falta en esta noche
aciaga de insomnio y honda
penuria marina,
es tu sonrisa, tu mirada airosa y alta,
batel seguro, guía iluminada
que establece
y equilibra –universo
de dicha y silencio-,
suspirado rumoroso,
incesante aliento de amor.
“SOLEDADES” (Provisional)
Cuaderno
XVIII ( 2013 al 2014)
©Teo Revilla Bravo.
Desgarrador poema en donde el mar, el oleaje y los seres que habitan en él son parte del sueño-pesadilla que muestra al poeta y su subconsciente, tiempo quizás de dudas y preguntas, quizás necesidades personales. La psicología y la interpretación de sueños, hablan mucho del mar y su significado, también dicen que para encontrar respuestas debes bucear en él, en el subconsciente disfrazado de agua, aunque creo que el poeta sabe muy bien lo que le falta y dónde se encuentra. Es un poema intenso y bello. Besitos.
ResponderEliminarLa vida y el mar tienen muchas similitudes, Karyn Huberman, El mar posee multitud de metáforas que podemos emplear para describir nuestro estado de humos a través de la literatura. Y echamos mano de ellas.
EliminarUn abrazo y gracias por el comentario.
Sin embargo, lo que me falta en esta noche
ResponderEliminaraciaga de insomnio y honda penuria marina,
es tu sonrisa, tu mirada airosa y alta,
batel seguro, guía iluminada que establece
y equilibra –universo de dicha y silencio-,
suspirado rumoroso, incesante aliento de amor
La dulce caricia de tus palabras me hace imaginarte... Pelo al viento y emociones que hacen titilar los desencuentros
Bella tu entrada con sabor a mar
Y bella tu entrada con sabor a afecto y letras.
EliminarUn abrazo, Mucha.
En un mundo cómo el que vivimos me maravilla el unir las almas con las letras, trayendo así momentos de locura y nueva vida a los que vivimos en este planeta
EliminarBueno, aquí me presentas una pintura que me cautiva —por ese amor que siento por la mar— y un poema que socializa el amor, imbricándola con la ciudad y el mar, amigo. Muy bueno.
ResponderEliminarAbrazos
Me hace ilusión lo que dices, José. Recuerdo que recorriste el mundo de los océanos y mares... Me alegra que el poema te haya sacado de alguna manera a la mar. Gracias por apreciar estas letras, estos versos.
EliminarUn abrazo.
Un bellísimo poema, Teo. Inmenso como el mar.
ResponderEliminarHas sabido captar su esencia ligada a esa paz que se experimenta cuando uno se acerca a él. Imagino te ocurre igual con las imponentes montañas de nuestra tierra.
Un saludo afectuoso.
Inmensas gracias, Maripaz por tu cálido comentario. Me alegra mucho que este poema te haya gustado y lo hayas apreciado de tal sensible manera.
EliminarFuerte abrazo.