SANDECES
Es extraño:
miro hacia dentro
todas las mañanas y el alma
me devuelve punzadas
perpleja ante los pavores
que refleja el día a medida
que pasan los segundos.
El día nace cansado
como si no pudiera salir
de la oscura jaula
a la que está sometido.
Como a todos
el tiempo me va aniquilando
poco a poco para eso no hay
remedio no hay prosa ni poesía.
Dios se marchó a hacer de las suyas
quizás a vomitar en vano
al otro lado del universo sermones
de redención y condena en latín
hebreo o arameo.
A veces escribo—disculpen molestias—
sandeces a modo de poesía.
A mí me parece que lo que tú llamas sandeces, remueve, y creo por tanto, que sí es poesía, no sólo porque se presente en verso, más bien por lo que dice y cómo lo dice. A todos nos pilla el tiempo, cada día que pasa nos levantamos más cansados, la vida se acorta, la ilusión se va desvaneciendo y así... te sucede a ti, a mí y a muchos, sandeces nos pasan a todos. Felicitaciones y también por la imagen que es una genialidad. Besitos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Karyn. No me queda otra que darte la razón, que estamos llenos de torpezas, de momentos inadecuados. De todo se aprende. Un abrazo.
EliminarLas sandeces diarias que escribimos de la vida
ResponderEliminarnos limpian por dentro dándonos alegrías-Y asi vamos cumpliendo y descartando las cosas vacías
Hermosa reflexión.
EliminarQue sea así, Mucha.
Abrazo.
Sandeces ninguna, así vemos la mayoría la vida pero tu lo cuentas muy bien. Abrazos Teo
ResponderEliminarGracias, Imelda.
EliminarA veces surgen estas cosas....
Un abrazo. Teo.
Pues ya te lo han dicho... Nada de Sandeces. Tu poesía es veraz y en ella somos muchos los reflejados. Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo, Raquel.
EliminarCon amigos como vosotros da gusto, a uno se le quitan las ganas de autolesionarse por dentro....
Un abrazo.