"BOSQUE OTOÑAL" 2007 Obra de mi autoría.
LA VOZ DE LA NATURALEZA
“La tierra no es como muchos piensan, una herencia de nuestros padres. Es cuando menos, un préstamo de nuestros hijos”.
José Martí
Fanales ardientes. Deslumbramientos. Leve rumor de luces y brisas. Señales que procedentes del rayo y del trueno, penetran en las nubes y se hacen arco iris alumbrando conciencias e iluminando caminos a los que sin cesar una y otra vez ingratos e ignorantes damos la espalda. ¿Está vivo el creador de la existencia? ¿Pervive el ser maligno y tentador? Por encima de fronteras y límites, el cielo extiende gritos de auxilio emitidos por una doliente naturaleza.
No obstante, la naturaleza que es base y razón de cuanto existe. Continúa cantando sus salmos y enarbolando sus engranajes, ajena a guerras y miserias ocasionadas por la ingratitud del hombre, sigue desarrollando pese a todo su misterioso, íntimo y admirable mundo mágico. Si contempláramos y sintiéramos debidamente sus efectos beneficiosos, sus aguas claras, sus ríos azulados, sus glaucos mares –pez, gaviota, sol, nube, viento, arena -, los árboles que rebrotan cada floración, las plantas que crecen alentadas de agua y luz, los valles, las rocas y montañas que escalan níveos cielos, la fauna que transita y se desarrolla con voluntad y fuerza, nos sentiríamos arrebatados por una extraña energía, estaríamos en perfecta comunión con el medio natural, celebraríamos el milagro sorprendente de estar vivos…
Observa embelesado la belleza y primor inescrutable de todo lo que se congratula y hermana, a través de los labios verdes de la exorbitante fecunda primavera, fuerza germinante en constante conmoción, que como el sol asciende y desciende purpurea por el llano y la colina, brota en el desierto y en la selva, se origina en océanos y mares, cruza y embellece rutas y senderos, imparable madrina de los aciertos del pino agreste, del viejo roble, del extraordinario abedul, del sol y de la luna, alas y cantos, alegría de lo azul celeste, del blanco invernal sobre el ramaje desnudo o las hojas caídas en la otoñal floresta aún visibles.
Belleza y sostén que alientan latidos de vida -creación sublime- lanzando su voz, llenando el planeta de clamores y alientos, de sentimientos y ternura. Y sin embargo, nadie –egoísmo, polución, ingratitud, amargura- o muy pocos parecen prestarle atención.
Barcelona. Noviembre de 2014.
©Teo Revilla Bravo
El arte,las fotos pintar vivir intensamente el momento ...amando siendo ya que la vida solo esta hecha de ....momentos - Bello todo lo que haces
ResponderEliminarMucha-Recomenzar
Muchas gracias amiga Mucha. Grato es recibir elogios que sirven para intentar mejorar en todo aquello que uno intenta hacer, sea escrito, sea pintado.
EliminarUn abrazo muy grande.
Teo.
Hola acabo de descubrir tu blog en el blog de Mucha ( RECOMENZAR) y me sorprende lo que descubro, desde una pintura magnífica a un texto sobrecogedor por como describes la naturaleza con todo su poder.
ResponderEliminarCon tu permiso me hago seguidora.
Un saludo
Puri
Puri, gracias por tu visita a este pequeño rincón de palabras y silencios. Grato es conocer a personas con alma grande, que es lo que se adivina de ti tras tus palabras escritas. POr acá andamos compartiendo alma de vez en cuando.
EliminarUn abrazo.
Teo.
Teo, que placer poder disfrutar de tus obras y de tus letras.
ResponderEliminarPosees un alma grande y bella.
Que el nuevo año esté lleno de cosas estupendas.
Abrazos.
Igualmente, amiga Maripaz, que el año resuelva problemas y nos gratifique con la solidaridad y la paz entre pueblos.
EliminarGracias po tu aliento y por tu amistad.
Un abrazo grande.
Teo.
Somos con ella y con ella nos vendremos abajo si no la cuidamos, necesitamos concienciar, educar... pero al parecer nada que se haga es suficiente. Esperemos que la situación se revierta para bien y que nuestros ojos lo vean. Besitos.
ResponderEliminarOjalá sea así. Karyn Huberman, aunque hay serias dudas, tal y como van el mundo, tal y como lo dirigen sus políticos interesados más en la destrucción yendo tras interesados recursos, que de mejorar la pureza de sus aires, mares y tierras.
EliminarUn abrazo,
Dices con santa razones, y lo dices con poesía, amigo. Es una pena que, a pesar de hacerse presente el cambio climático, los que pudieran hacer por, al menos, detener el deterioro, por el contrario, se dedican a destruir la naturaleza con una ferocidad de espanto. Cada guerra, cada engendro químico para multiplicar ganancias, miles de ingenios industriales contaminando, etc. pienso, que de no surgir un milagro, llegaremos al punto de "no recuperación"...solo, guardo la esperanza, de que esa generación que alcance tal punto, logre "algo" que les salve del desastre. Los que vivimos en islas, ya vemos cómo la mar va penetrando hasta donde era inconcebible hace unos años, como van desapareciendo playas, sequías o inundaciones a destiempo, etc. Toda la inteligencia humana va a las armas, después, algunos inventos pasan al uso común-comercial. Desde la medicina hasta los zapatos que calzamos, si buscas en la historia denotarás que la idea surge de la hostilidad: caza o guerra.
ResponderEliminarAbrazo
Te he leído con detenimiento, amigo José, y no puedo estar más de acuerdo con tus brillantes palabras plenas de verdad. Por desgracia, quienes pueden poner remedio y educar, no lo hacen, antes bien disfrutan con su maltrato pues éste les da suculentas ganancias económicas. Nuestros hijos tendrán que poner remedio para que nuestros nietos y los hijos de estos logren vivir en un planeta sano. Difícil está su logro.
EliminarInmenso abrazo.
Impresiona realmente esta obra impresionista que cala de nostalgia e impregna de melancolía. Con la lluvia de tus poéticas palabras, Teo.
ResponderEliminarEs una reposición. Nunca está de más dejar la alerta sobre la que de verdad es nuestra madre patria, Francisco.
EliminarSiempre es una alegría tu presencia,sea en comentarios o leyéndote silenciosamente.
Que tengas un buen día. Abrazo grande.
Bravo, amigo, "esa persona y algo esquiva a la que algunos llaman con afecto Teo".
ResponderEliminarSe te olvidó -¿expresamente?- lo de buena...
EliminarSaludos, Mauricio, que estés bien.