ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

jueves, 15 de noviembre de 2018

ALGO MÁS SOBRE LA CRÍTICA ARTÍSTICO-LITERARIA


Obra de Luis Gordillo. "Serie Luna" (1977)  Museo Reina Sofía. 






ALGO MÁS SOBRE LA CRÍTICA ARTÍSTICO-LITERARIA



Comenzaré diciendo que toda crítica es labor complicada, casi siempre de una manera u otra maniquea, aún sin pretenderlo. Lo primero a tener en cuenta es que hay que ir con sumo cuidado en cualquier valoración que se haga de una obra, no usar el contenido a tratar como pretexto para descargar frustraciones propias o prejuicios personales, ni para el exhibicionismo de quien la practica de una manera altamente y egocéntricamente descarada y lamentable, bien porque crea que le avala una experiencia, una carrera, una profesionalidad, un medio persuasivo cualquiera con sus intereses y sus fines. Hay que evitar hacer retórica –suplantación del objetivo a través del crecimiento del propio yo-, partiendo de aquello que se pretende juzgar para tratar de minimizarlo o ridiculizarlo; hay que quedar, en lo posible, al margen de toda tentativa de no llevarlo a nuestro terreno más particular e interesado; algo que, aún dificultoso, es recomendable  si se quiere ser honesto; hay que saber, en fin, librarse de la propia carga, de los prejuicios que se tengan del autor –separar la obra del hombre- y llenarse previamente de curiosidad y de interrogaciones, mirando la obra con minucia, apertura, transparencia y detenimiento. Después intentaremos desentrañar qué vemos, qué nos emociona o nos causa admiración, y dejar constancia de ello con franqueza, concordia y naturalidad.




Para elaborar una crítica hay que partir, en lo posible, de esa  vacuidad que nos proporciona el no caer en condicionamientos previos, ni en seguidismos interesados, desechando criterios y baremos predeterminados que pueden llegar a ser tendenciosos. Hay que intentar el análisis, desde un estado “transparente”, reflejado en el espejo de la agitación voluntariosa atenta ante la novedad que se nos presenta. Los patrones críticos al uso, varían según el momento y según las personas –juicio condicionado, vigencia de unas corrientes sobre otras-. Los esquemas establecidos de esta manera, obedecen a unas reglas predeterminadas o ideologizadas donde no debiera haber pauta ninguna concreta, ya que no deja de ser un argumento sujeto a giros arbitrarios y con frecuencia sumisos a fuertes provechos, algo siempre transitorio y entorpecedor en la crítica literaria; por tanto, estos esquemas predeterminados, resultan con frecuencia volátiles y aleatorios como para atribuirles credibilidad, ya que el rumbo de la valoración artística o literaria ha de ser relativo y subjetivo, no condicionado, a menudo empobrecido y emponzoñado por coordenadas ético-culturales de los poderes manifiestos cargados de fuertes intereses.

La crítica ha de centrarse exclusivamente en la valoración  y análisis, ajena a cualquier convencionalismo propio o ajeno. La observación desapasionada y sin prejuicios, libre, nacida desde la sensible intuición y autenticidad,  es sin duda la que mejor reflejará con sinceridad el modo de acercarnos a un autor y a su obra, sentirla y valorarla, algo que no deja de ser complejo y arriesgado como lo es toda reflexión, observancia o análisis sinceros,  aunque estén condicionados –es inevitable-por la propia manera de ser, ver, intuir, concebir, pensar. 



Barcelona.-03.-02.-2012.

©Teo Revilla Bravo.

5 comentarios:

  1. ¿Cual es para tí la diferencia entre la crítica de un texto y la reseña?

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  2. Reseña: es un género de opinión que corresponde a una apreciación de las obras de arte o productos culturales, con la finalidad de orientar la acción de los consumidores.
    Crítica: es también un modo de expresión periodístico, pero está a cargo de profesionales dedicados a distintos temas. Especialistas en arte, letras, cine, etc. No se publica con tanta frecuencia en diarios y radio, pero sí en revistas especializadas.

    Estoy de acuerdo, en general, con lo arriba expresado, Recomenzar. Saludos.

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  3. La crítica es tan compleja, que por acá faltan; por mucho que se llama a la misma y los medios se esfuerzan...criticando la falta de críticas culturales en todos los ámbitos. Pienso, que la tarea, el oficio, del crítico no es nada fácil —sobre todo porque la mayoría de los autores no soportan una crítica negativa—, porque valorar con justicia, no suele serlo. entonces, muchos criticos van a los extremoas; acorde a sus gustos o afinidad...algunos hasta enfrentan la obra desde la amistad-enemistad, o, para peor: incluyen la política. No logran ser objetivos. En fin, amigo, me parece que la labor del crítico no es nada fácil, y que se requiere de mucho conocimiento y dominio de la materia —tambien, algo de "valor" personal; pues, resulta muy difícil que una crítica, sobre autores vivos, principalmente, goce de consenso.

    Abrazos

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    1. Un muy lúcido comentario, amigo José. No, no puede ser fácil. En principio porque el crítico también está condicionado por gustos, tendencias, modas o, lo que es peor, obligaciones periodísticas y censuras. Ser imparcial, por tanto, es casi imposible. Pero sí que se puede hacer una crítica constructiva, dejar ver con claridad exponiendo pareceres, todo aquello que nos choca, que nos chirría, que creemos puede ser mejorable. Tratar al artista mal o rebajarlo, ser destructivos, es lo que no se debe hacer.
      Un fuerte abrazo.

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