Cómo cuesta reconciliarse con los sueños
que al poco se desvanecen dejando en los sentidos,
inhábiles devaneos,gélidas destemplanzas,
balas de hormigón o paja ,hormigueo de ardores
y cenizas, fútiles y huecas frustraciones,
desafíos sin miramientos en rígido mausoleo
encerrados sin piedad ni pausa noches y días
en los espejos largados de la perdida conciencia.
Cuánto cuesta si vamos derramando tristezas,
con la rota cuchara de la incertidumbre,
sobre la belleza estancada del opresivo otoño.
O vemos la botella de vino caer al el suelo
de los lamentos haciendo añicos la hermosa
crisálida del festín de los rendidos sueños.
Cuánto, cuando pensando en el amor,
en la vida, en la soledad más inquietante,
nos vamos poniendo satisfechos con la ilusa
ilusión de recuperar el sol floral del verde abril
imaginado. Todo se funde inconmensurablemente
en lo gris. Buches engordando en el limbo del desatino
evidenciando la falta total de armonía.
Y así, la vida, la muerte, en un sinsentido oscuro
y glotón, desafinando una y otra vez el toque
de lo que debiera ser la delicada interpretación
de los perdidos afectos.
Todo se revuelve en ese olvido sinfónico y agónico
como si la mente se extremara de humo sobre
el llanto de los sentimientos vencidos.
O se rompieran los cristales del cielo de la ilusión
estallando estrepitosamente contra el suelo de la nada
donde permanezco escondido.
Ecos remotos. Sones desligados de todo.
La tregua termina, una grieta imaginada,
un grito, un goteo incesante en zarandeo sin igual
que hace vaciar en la noche de lo improbable,
sangre, alientos, dolor y olvidos.
Fin del último acto. Huida alocada de febriles
mariposas ante la bajada definitiva del telón.
impróvida tristeza y sin embargo, aparentemente
impasible en este fútil diálogo de vanas turbaciones,
esta tarde no siento temblar la desdicha del alma.
Comienza triste y termina bastante bien. Da la impresión que ves la vida como actos dentro de una comedia teatralizada, por suerte al bajar el telón, hay aplausos, se escapa la desdicha. Besitos reales.
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EliminarUn comentario que se acerca mucho, creo, a la esencia del poema, a lo que éste quiere explicar si es que la poesía explicar realmente con que en ella sucede, antes bien hay que dejar que nos invada, que nos cubra de metáforas y sensaciones y, a partir de ahí....
Un fuerte abrazo, querida Kartyn.
Un bello poema, Teo. Un canto a esos sueños que con el paso del tiempo se desvancen y nos hacen morir por dentro. Y en esa fusión de intereses y acontecimientos se escucha el grito que al final nos salva.
ResponderEliminarUna suerte haberte encontrado por la red.
Abrazos.
Agradezco -como te decía en tu blog-tus vistas y tus cálidos comentarios, así como la amistad que de ello se desprende.
EliminarLejos de nuestra querida Montaña Palentina, Maripaz, un fuerte abrazo.
Teo.