RECORRIDO ARTÍSTICO DE JOAQUÍN TORRES-GARCÍA
Joaquín Torres-García nació en Montevideo en 1874 y murió en la misma ciudad en 1949. Es un pintor considerado hoy como uno de los artistas uruguayos de mayor proyección internacional. En su juventud Torres García se trasladó a España junto con su familia a Mataró cerca de la capital catalana de donde era originario su padre, pasando luego a vivir en Barcelona ciudad, integrándose en el grupo de intelectuales catalanes que lideraba el pensador Eugenio D´Ors quien afirmaba que Cataluña estaba llamada a continuar en el siglo que comenzaba, siglo XX., la tradición clásica y humanista de la cultura mediterránea, retomando para ello formas e ideas de la antigüedad griega. Tesis a las que el pintor uruguayo se unió realizando varios cuadros alusivos en el salón Sant Jordi de la Diputación de Barcelona, obras hoy por desgracia desaparecidas.
Su larga trayectoria artística dio lugar a numerosas fases, muchas veces contradictorias. Formado en la Barcelona de fines del XIX. donde trabajó con Antoni Gaudí, junto a Ramón Casas, Santiago Rusiñol, Isidre Nonell, Picasso y Joaquín Mir, optó en un principio por un arte de inspiración clásica de corte greco-romano, muy ligado a los movimientos nacionalistas catalanes de la época, para decantarse a partir del año 1916 por la vanguardia, partiendo del cubismo, del futurismo, e incluso residiendo en la ciudad de Nueva York, del dadaísmo.
Joaquín Torres-García es uno de los artistas más interesantes y singulares del arte de vanguardia a nivel internacional. Aparte de residir en Barcelona lo hizo en numerosos lugares como Italia, la Costa Azul francesa, París, Madrid, Nueva York, y en la capital uruguaya donde regresó con su mujer la pintora catalana Manolita Piña Torres-García y sus cuatro hijos, donde finalizó su vida. Fruto de esos recorridos fue su constante y rica evolución pictórica.
En la capital francesa evoluciona, año 1927, hacia el expresionismo y el primitivismo. A partir de la década de los 30, se decanta por una versión muy personal del constructivismo geométrico, estilo que a su vuelta a Montevideo en 1934 tuvo gran trascendencia con la creación de un lenguaje plástico propio en Latinoamérica, punto de partida de toda la rica e importante tradición geométrica y cinética del continente americano.
Detrás de todos estos cambios de estilos se encuentra una gran personalidad que, con su visión trascendental de la vida, da sentido, unidad y coherencia, a toda su trayectoria artística al mismo tiempo que le hace diferente de todos los artistas de su generación.
Barcelona, septiembre de 2016
©Teo Revilla Bravo.
Muchas gracias, amigo, por introducirnos tan amenamente en la vida y obra del artista.
ResponderEliminarfuerte abrazo
Grato es leerte, apreciado amigo José en lo tuyo -vengo de ahí ahora-. Descubrir cómo cuidas el verso con verdadero esmero en unos poemas carentes de artificios e innecesarios adornos. Gracias por compartirlo, y gracias por tus visitas a este blog Fuerte abrazo.
EliminarTeo.
La verdad es que conocía su obra pero no me había quedado con su nombre, de hecho algunas partes de sus obras puedes encontrarlas como algún fondo de mis collages. A mí, el que más me gusta es el primero que escogiste, pero además tiene bastante obra figurativa, de colores suaves, seguramente respuesta a una época específica, que son muy bellas también. Besitos
ResponderEliminarGracias por ese preciso y precioso aporte, Karyn. Fue un hombre, un artista de su época, al que se le escaparon pocos detalles: supo recoger lo mejor y de la mejor manera.
EliminarUn abrazo.