"Pane geométrico 33 05.
CORPUS, MENTIS, VITA
Lo primero que sentí al nacer fue, al paso de la medianoche, fue el susurro del viento llegado del río y la presencia de la blanca luna que a finales de mayo libre y alegre campea a sus anchas regalando prodigios por sierras, montes y valles.
Barruelo, barrio del Río. Niñez en que reverberaba la luz del alma como lo hacía esa luna reflectada en las aguas del río Rubagón en los aromas primaverales de la noche absoluta, rutilante de estrellas, que miraba embobado comenzando a apresar con intensidad la vida. Lloros primeros. Blanda voz y nanas musicales nacidas en el blando lecho materno insuflándome hálitos de seguridad y amor, primeros años cincuenta.
En ese íntimo rincón pegado al río donde no se escuchaban los aullidos del lobo ni el merodear del zorro, sí los asustadizos ladridos de los inquietos perros a pie de casa, fui abriendo los ojos a la vida en medio de un contexto minero doloroso, reciente la muerte por desprendimiento de galería del abuelo Teodoro barrenero en las minas de Vallejo de Orbó. Este terrible hecho luctuoso, inscrito en los rostros familiares, cuajaron en el ánimo, alentaron la duda, la interpelación, la oscura náusea de lo que luego entendí como explotación obrera y temor a que el sacristán tañera a muerte las campanas parroquiales de Santo Tomás con el desasosiego entrando en las casas.
Escupir desazones de manera inconsciente e irreflexiva; albergar esperanzas pese a todo en cada amanecida; construir espacios de juego, valor y alegría con los compañeros de escuela y barrio; corretear por los prados con la visión de miles de florecillas silvestres nacidas entre el verde y el pacer perezoso del ganado con grato sonido de sus esquilas; adentrarse en la floresta orillando el río hasta perdernos en los confines del Calar de Brañosera y caminar sendero arrib hasta llegar a lo más escabroso de la sierra Hijar, pisando por donde los árboles desaparecen y los arbustos cercan los senderos, y siguiendo hacia más alturas, llegar a donde los picos se desvisten de vegetación y las vistas son maravillosas mires para Cantabria o lo hagas para Castilla. Aire puro; frescor que aguija las mejillas si no se templa el aire; sol radiante y fuerte, si rige la calma estival. Con los brazos en cruz y mucha alegría, respirar en dulce mareo a pleno pulmón, subidos en el emblemático Torreón para sentir la inmensidad del universo puesto a nuestros pies.
Regresar. Deslizarse cuesta abajo reteniendo rodillas y pies para no resbalar y caer hasta llegar al pequeño mirador y recoger la hermosa panorámica: cimas bordadas de relucientes blancuras, y tierras y valles santullanos. Perfilar caminos y atajos, sintiendo el aire silbar por entre el musgoso robledal en la espesura del intenso bosque brañoserense; probar la diversidad de bayas comestibles, de moras, endrinas y frambuesas, mientras sentimos cómo una tibia luz amarilla entre rama y rama parece acariciar a momento las nubes. Día magnífico de aire templado, limpio cielo y sol vigoroso. Hablar durante el camino con los pájaros, con los corzos sigilosos vistos al azar, con los grillos que habitan las praderías de altas hieras, con las azuladas nomeolvides, con plantas y arbustos en general, con todo aquello que sale al paso. Y ser feliz.
Encrucijadas. Buenas y malas sensaciones en el devenir de los tiempos mientras se trasforma la inocencia en sustancial poesía, en expectativa, surgimiento y aprendizaje, pues toda la vida es una asignatura inabarcable que se ha de ir asimilando a través del esfuerzo, la voluntad, la sensibilidad y la experiencia.
Ablución. Corpus, mentis, vita. Anhelos de montes, prados, agua, valles, madrigales, soles, nubes, lunas.
Cuantos momentos gratos nos vienen de la niñez. Un texto excelente, todo es un aprendizaje en la vida, estamos rodeados de lecciones, solo debemos prestar atención y tomarlo con calma. He disfrutado leyéndote. Feliz día Teo. Un abrazo
ResponderEliminarLa niñez queda impresa en nuestras mentes, en nuestros corazones, por ser, precisamente, el tiempo de las primeras y sorprendentes vivencias, bases de lo que luego como personalidades iremos siendo...
EliminarGracias por aprecias el texto, amiga Carmen y por tu visita siempre amigable.
Un abrazo y buen fin de semana.
Belo texto. Deixo o meu elogio
ResponderEliminar.
Cumprimentos cordiais e poéticos
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Elogio que yo recojo. Como tu amistad y tu saludo, Ricardo.
EliminarUn abrazo.
Todos soñamos con esos años, pero al volver la mirada nos vemos diferente. Ya no somos tan felices e inocentes. Sabemos que estamos en los momentos más críticos hoy, casi en todo el mundo hay tristeza, no sé si los niños de hoy son felices, hay mucha desolación. Excelente el escrito. Leerte me dio mucha alegría.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias por la lectura Mª del Rosario. Efectivamente: no sabemos si lo niños hoy son más felices. No parecen serlo cuando nacen ya con el efecto obsesivo de una pantalla que les sirve de sonajero. Y así crecen a no ser que los padres sepan cuestionarlo. Nosotros fuimos niños, en general, con más libertad de espacio y posiblemente de mente.
EliminarUn abrazo grande.
Qué texto más hermoso nos ofreces hoy, Teo. Me has recordado a mi propia familia, que no siendo mineros, también se ha sufrido la muerte violenta del abuelo al que le arrancaron la vida en la triste guerra civil que sufrieron nuestros padres y abuelos y que los marcó de tal manera, que aún los que ahora estamos aquí, seguimos marcados por todo lo que hemos mamado.
ResponderEliminarUn placer siempre es leerte.
Besicos muchos.
Qué bueno que sí lo sientas y el escrito te haya sido estimulante, amiga Nani. Gracias por dedicarle ese instante, que siempre es un regalo para quien escribe.
EliminarLo de la muerte del abuelo fue terrible, sí. Años antes también estuvo preso por las tropas franquistas durante cuatro años en trabajos forzados en los altos hornos de Bilbao... Tiempos duros, sí.
Un abrazo grande, amiga.
Qué hermosura, es un texto de los que te hacen reflexionar. Como describes ese momento de tu llegada al mundo es precioso. Y sí, difícil momento el que describes tras la pérdida. Evocas tan bien el instante y todo lo que te rodeaba que es un auténtico lujo leerte. Besos :D
ResponderEliminarEl lujo es tener amigas tan sensibles como tú, apreciada Maragrita.
Eliminargracias por la lectura, por sentir los momentos que aquí o allá en tu blog, nos congregan, qué satisfacción poder intercambiar emociones.
Un abrazo grande y grato domingo.
Como bien dices, Teo, la vida es una asignatura inabarcable, siempre aprendiendo... y sientiendo, aunque es cierto que nunca tan intensamente y con tanto detalle como lo hacemos en nuestra niñez, ese lienzo en blanco que anhela impregnarse de colores, olores, texturas, paisajes, esbozos de afectos, retratos inolvidables, ausencias que dejan una marca indeleble...
ResponderEliminarLa vida, Teo, que retratas de una manera tan genial y hermosa a través del recuerdo.
Un beso, gracias por tu huella en mi Almacén, sé bienvenido.
Así es tesa: inabarcable pues siempre estamos en función de la sorpresa, de la vivencia especial, del sentimiento, del amor, siempre aprendiendo y ojalá que mejorando. La niñez es la base de todo, qué importancia tiene la educación en esos momentos, así como las propias vivencias. ¡Hermoso lienzo blanco a garabatear, a dibujar y pintar con emborronamientos, correcciones, fracaso y aciertos.
EliminarGracias a ti por permitir que se dejen huellas y retazos de amistad.
Fuerte abrazo en este colorido domingo barcelonés.
Así es, eran, los inicios de nuestras vidas... En tierras que hoy parecen lejanas, cuando no inexistentes!
ResponderEliminarSentido relato amigo.
Abrazos Teo.
Abrazos, Ernesto. Todo quedó atrás, pero quedó; todo cambia y permanece, amigo.
EliminarUn abrazo.
Buen texto amigo, Teo de una entrada que se me había pasado por alto. Yo también soy de los que digo, como bien dice la copla, "cualquier tiempo pasado fue mejor". Me crie en esta zona del levante español y francamente, tuve el privilegio de no vivir ciertos acontecimientos de una vida más dura, pero aun así y todo creo que, aun viviéndolos, somos de una generación que sabemos apreciar la vida, el respeto a los demás, el valor de las cosas, la importancia del amor, la importancia del medio natural, y de tantas y tantas cosas que hemos vivido y que de algún modo marcaron nuestras vidas como lo suele marcar ese primer amor de juventud.
ResponderEliminarUn placer leerte amigo Teo.
Te deseo un feliz fin de semana.
Un abrazo amigo.
Gracias por leerlo, por acudir la llamada de las letras y de la amistad. Qué hermoso es compartir emociones, selladas con cada palabra.
EliminarSupongo que tenemos cosas en común, que recibimos una educación más o menos parecida en un momento histórico convulso e incierto. Ahí andamos pese a todo creciendo, alentando vida y letras.
Feliz comienzo de semana, Juan, que todo te vaya muy, pero que muy bien.
Un hermoso relato que me lleva a través de tus palabras por esos recodos de la infancia donde la libertad, lo simple y cotidiano se vuelve bello... Ha sido un gran placer leerte un gran abrazo.
ResponderEliminarEnca, muchísimas gracias por la visita y lectura del texto, me alegra haya sido de tu agrado, amiga..
EliminarUn abrazo grande.
"Toda vida es una asignatura inabarcable y necesaria... (...) anhelos de días, soles y lunas"
ResponderEliminarEntrañable entrada y entrañable descripción. Maravilloso y acogedor retrato de un lugar y de una vida. Realmente te acompaña el Poeta del Alma en el alma. Me dejas maravillado, Teo!!!
Y te diré que estuve trabajando en Ponferrada durante algo más de un año. Por aquello entonces no tenía coche y sí una jornada laboral en 6 días de trabajo a la semana de 54 horas (lentejas, ya sabes...), más el tiempo añadido que se espera de mí.
Poco pude conocer del entorno, excepto en las noches de fin de semana donde salía con los compañeros y amigos del lugar.
No conozco Barrio del Río, pero ya se ha despertado la curiosidad. Y más abajo, tengo pendiente llegar hasta el Valle del Silencio. Todos sitios perfectos para disfrutar del senderismo y el contacto con las gentes del lugar.
Actualmente solo paso cerca de Bembibre, bajando del Valle de Babia por Villablino. Lugares de los que somos asiduos visitantes, precisamente por la paz que se respira y la posibilidad de caminar.
Tu alma toma apego de la tierra, Teo!!!
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Qué comentario tan espléndido, amigo Emilio, tú sí que me dejas maravillado. Me alegra, cómo no, que el escrito te haya llegado de ese modo.
EliminarMuchísimas gracias.
Sí comentarte que el lugar no es de la provincia de León, sino de la vecina Palencia. El pueblo, Barruelo y la calle donde nací del Río, quizás por eso el error.
Reitero mi agradecimiento y te dejo rubricado un fuerte abrazo.
La niñez suele ser aquello que nos marca para el resto de nuestra existencia y tú pese a que naciste en tiempos tristes, supiste hacer de cada experiencia algo bello, palabras que fluyen hermosas de aquellos tiempos y que en ti se transforman en poesía.
ResponderEliminarPoesía inmensa y profunda como esas minas de carbón que aunque no pareciera, tiznaron de negro muchos de tus versos. Hermosa evocación. Besitos
Besitos, Karyn. Qué decirte que no sepas o intuyas...
EliminarInmenso abrazo.
Peregrinamos a través de nuestra propia experiencia, con el cuerpo, la mente, sintiendo la pulsión de vida y también, la de muerte.
ResponderEliminarCada ser en esta realidad terrenal viene con un don y una misión, adquiere raíces, sufre y ama... y luego –a su hora- de su alma le emergen alas para volver al hogar.
Todos somos así, la diferencia está en tomar consciencia de esto y luego ser coherente con los que descubrimos en lo profundo de cada uno de nosotros. Siendo niños somos más permeables y auténticos, pero por ser niños tenemos menor poder sobre lo que hacemos y decidimos. Lo excelso es hacer de todo aquello un legado de prosas, relatos y poesía.
Muy interesante de leer amigo, espero que estés muy bien, te mando un fuerte abrazo. Paty
Cierto, la experiencia nos va marcando el siguiente paso a dar, es la guía, y tal y como sea su naturaleza, tendremos unas experiencias mentales u otras.
EliminarMe encanta tu comentario tan pleno de humanidad y aciertos, amigo Paty.
Estoy bien afortunadamente. Y eso deseo para ti, amiga chilena tan especial.
Un fuerte abrazo.