¿De dónde llega esa pena
negra que recorre tu cuerpo
abstraído, toda esa nebulosa
belleza coartada por la lágrima
que a veces, amor, exquisita,
incómoda, indiferente,
en trizados afectos resbala?
¿De dónde llega esa profunda
tristeza, presa en lacerante
mirada, que a mis ojos desbordados
indiferente alcanza y empaña?
Tienes la ternura esta tarde
lastimada y el corazón dolido,
y yo, posiblemente, en el freno
de la expectación,
turbio apogeo de la indolencia
que a veces me arrastra,
abriendo grietas en la emoción
do se rotulan los espacios
tiernos y privativos del amor
ni siquiera te haga falta…
¿De dónde llega la pena negra?, no lo sé ni lo sabe el poeta cuando se lo pregunta. Lo que sí sé es que de seguro sí que le hace falta, una caricia, un abrazo o un beso para terminar de echarla fuera. Es un poema íntimo y triste, deja esa mezcla de sabor entre el amargo y el dulce. Besitos
ResponderEliminar¡Ay, esa pena negra!. Ya nos hablaba de ella la poetisa Rosalía de Castro, con harta amargura.... Entre la amargura y la dulzura. Instantes con los que nos salpica a menudo la vida.
EliminarGracias, Karyn y el siempre agradecido abrazo.
Maravillosa tu inspiración y en cuadro es fantástico, me impresiona esas flores del Jarrón que parecen salir del cuadro... al final conseguiras que me gusten todas las pinturas... ya las miro con otros ojos.
ResponderEliminarPor cierto el poema lo secuestro...( con tu permiso)
Un gustazo venir a tu blog.
Reme Gras.
Voy un poco tardío estos días, Reme, disculpa. Además hay publicaciones que no me llegan al correo, no sé por qué, y casi las veo por casualidad. Agradecerte, sobre todo, tu comentario. Seguro que te harás una diestra en arte, jajaja.... Es cuestión de mirar las obras desde el corazón; como la poesía.
EliminarFuerte abrazo, apreciada amiga y que estés bien.