Barcelona, obra pictórica de Francesc Labarta Museo Nacional de arte de Catalunya.
LA CIUDAD
La
ciudad se convierte en algo inhumano cuando no se piensa en las personas,
cuando la especulación es la sucia marea que lo arrastra todo. Si no ponemos
cuidado para que el espacio público sea habitable, matamos el sentido
bienhechor que pueda tener la actividad humana que en ella se origine. Se dice
que el hombre la construye y que la ciudad forma al hombre que la habita. No
permitamos que brutalice, asfixie y determine la exclusión social de quienes la
pueblan, al primar la lógica del mercado y los flujos financieros que solo
benefician a unos pocos. Hemos de evitar que
nadie trafique con nuestro futuro y el de nuestros hijos, que no lo conviertan en
algo ineludible.
Exijamos
unas ciudades menos dañinas, más justas, mejor pensadas y diseñadas, que se acabe con el urbanismo tecnocrático; reivindiquemos que vecinos y residentes
puedan hacerse cargo de poder solucionar sus necesidades, determinar qué hacer
con los perjuicios como ruidos, suciedad y aglomeraciones, así como gozar de los
beneficios y poder interferir en su inevitable complejidad y desarrollo.
Barcelona,
marzo del 2023
©Teo Revilla Bravo
Gostava de um dia visitar Barcelona.
ResponderEliminarCumprimentos poéticos
Es una ciudad agradable, atractiva, con bellos lugares que visitar.
EliminarUn abrazo.
La globalización nos asfixia, Teo.
ResponderEliminar¡Qué bien lo has descrito, pero qué poco interés tiene todo lo que nombras, en los que solo buscan beneficio personal! A veces, incluso se pierde la esperanza.
Besicos muchos.
Así es. Y nos uniforma: todo y todos igualitos. Sí: a veces se pierde la esperanza como bien dices, amiga Nani.
EliminarMuchísimas gracias por visita y comentario. Un abrazo gigante.
Cómo negar que a pesar del trazado de calles, rotondas, avenidas, glorietas, y plazas públicas que vienen de una directiva de la entidad de gobierno, el destino de estos espacios abiertos, se los daba el hombre desde su necesidad de socializar, La teoría inicial, el hombre hace suyos los espacios, los determina, les da alma. Hoy, cierto, esos espacios han perdido el humanismo de otros tiempos, El viejo parque de los novios, ha dejado de serlo, y se ha convefrtido en un peligroso espacio de vicio, y de intranquilidad, como las plazas, esos clubes del aire, donde la gente se reunía en en las plazas del atrio de la iglesia, a platicar sentados en su gradería, ya no motivan, Y es lsos pueblos han crecido, y bien lo dices Teo, han reordenado sus espacios, para una pedestre locomoción. El ser urbano no determina los espacios, no tiene injerencia en su diseño, como aquel que le propone al arquitecto su casa, y no el arqutecto que diseña bajo criterios comerciales. Por eso las ciudades son hoy grises, así el ambiente no climático no lo sea. Se han diseñado no para lo humano, sino para el esquilme del bolsillo. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarMás claro, el agua, amigo Carlos. gracias por ese interesante y sesudo comentario sobre el urbanismo en nuestras ciudades. Hay mucho que aprender y mejorar y también denunciar.
EliminarUn abrazo inmenso.
Magnífica proclama. Teo, yo me he pasado la vida en la construcción de todo tipo, pero he hecho muchas viviendas al amparo de un urbanismo permisivo del que supe (supimos en mi empresa), sacarle provecho, calidad, necesidad y buen hacer, pues otra cosa no hubiera salido bien, con ello he tenido la suerte de acabar (en mi vejez) en una de esas viviendas que tanto protegí y que tan bien vendí. Otros, como yo, hicieron lo mismo y con notables resultados urbanísticos y de habitabilidad donde dentro de tu urbanización tienes de todo para poder conciliar deporte, vida sana, zonas para niños, juegos y baño. Ahora ese nuevo barrio, junto a la Playa de San Juan, se vive bien, se respira mejor y la condición de bienestar sostenible es algo conseguido. Nací y viví en Barcelona (junto a Santa María del Mar), hasta el año 78 en el que fui destinado a la Valencia del Sur y ahí sigo aunque desde allí haya dado algunas prolongaciones a promover edificios en las Islas, Murcia, Lanzarote y toda la Comunitat Valenciana.
ResponderEliminarVolviendo al origen y disculpa mi extensión en este comentario, diré que lo he hecho para que entiendas que con mi experiencia vocacional y profesional, debo darte toda la razón en tu artículo de hoy, las ciudades se han deshumanizado y solo queda rectificar. El urbanismo es otra cosa de lo que entienden los políticos de aquí y de allá.
Sin más lágrimas, un abrazo, Teo, buen artículo y magnifica estampa la que encabeza este magnífico artículo.
No me dejan acceder a tu perfil, Enrique, a saber por qué, estas cosas desquician un poco.
EliminarAgradecerte esta casi que misiva que envías contándome un poco tus sensaciones sobre el urbanismo como empresario, me encantó lo leído y sobre tus recuerdos de Barcelona, se ve que la llevas en el alma. Hoy, con este bochorno, está algo desagradable, pero ya sabemos: el verano...
Un abrazo muy grande y agradecido, amigo.
Un buen artículo escrito con toda razón de ser y que lamentablemente hoy día las ciudades han pasado a ser grandes urbes casi inevitables. La especulación del suelo, los precios desorbitados de las viviendas, la ocupación de ciertos barrios instalándose las bandas latinas y no latinas, la suciedad instalada, los ruidos, los altercados, las drogas, el bullicio en general… En resumidas cuentas amigo Teo, si no se toman medidas y algunas muy drásticas, las grandes ciudades y ciertos barrios que antiguamente tenían una solera muy especial se tornaran un calvario donde la vida cotidiana y normal será casi imposible. En mi mente no encaja aquello de que "en ciertos barrios la policía no pueda entrar o hacer acto de presencia". ¡Hasta donde hemos llegado!
ResponderEliminarA todo esto a los arquitectos se les debe exigir mucho más, las ciudades deben ser habitables tanto para jóvenes, mayores y pequeños y se debe de construir con unas elevadas exigencias de calidad, diseño, entorno…
Un gran abrazo querido amigo y feliz fin de semana.
Gracias por compartir tu interesante sentimiento y parecer al respecto, amigo Juan. Sí: las ciudades han de ser, ante todo, habitables y sociales.
EliminarNo me extiendo, no escribo fluidamente desde el móvil, pero agradezca mucho tu presencia amiga en este rincón.
Un inmenso abrazo.
Me asombras con la entrada y si bien estoy totalmete de acuerdo con vos nadie hace nada
ResponderEliminarpor eso me gusta comenzar a hablar de cosas que pocos hablan
Beso
Gracias por aclararlo.
EliminarUn abrazo.
No se puede ser más claro. Y más conocedor de una ciudad.
ResponderEliminarSaludos.
Saludos, Ana. Y agradecimiento a tu lectura y palabras. Que tengas un buen fin de semana.
EliminarUn abrazo.
Es que las ciudades no se construyen para alimentar el alma humana y las relaciones sociales. En absoluto!!!
ResponderEliminarLas ciudades son víctimas del mismo empeño que recorre toda la vida humana: prgamatismo injustificado y devorador de la vida cultural, menosprecio a la filosofía, la reflexión, el diálogo para que nos convirtamos en ciudadanos sumisos y manipulables. Y así triunga el arte de no pensar, de consumir experiencias que ganan prestigio pero ni tienen mucha sustancia, ni son reflejo de nuestra personalidad. Y todo para qué??? Para que el mercado y el mercadeo haga fortuna para una minoría. Y para que el poder se llene aprovechados y ventajistas.
Soy muy crítico, amigo mío, pero mi crítica no me lleva a refundar alternativas que nacieron en el siglo XIX o XX, tan caudcas y tan ineficaces. Hay que mirar al mundo tal y como es hoy, y a nivel social hay que plantear fórmulas renovadas que partan de un análisis serios de lo que hoy es el mundo. Pero para eso hay que recuperar el espíritu crítico (positivo y constructivo, pero aniquilador de todo lo que daña al ser humano) y valorar y juzagar todo lo que hay existe, pero sin prejuicios y fórmulas caducas, sino con seriedad, constructividad e imaginación. En mi opinión, solo así podremos construir un mundo mejor.
Ha habido alguna época que se haya parecido a lo que propongo. Sí, por supuesto. Por no ir más lejos, la Ilustración. Fue una época de luz y progreso. Pero como siempre, llegaron los ventajistas y la utilizaron para su propio beneficio egoísta. La inocencia y la buena voluntad siempre se muestran más débiles, y es el punto que hay que enderezar para conseguir un mundo mejor.
Y me dejo de rollos. Solo decirte que agradezco que hayas sacado este tema, y que coincido plenamente contigo. Plenamente!!!
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
No me alargo ya que escribo fatal por el móvil, ma cuesta, pero quería dejar constancia de mi agradimiento por tu interesante aporte, amigo Emilio, leído con sumo interés.
EliminarUn abrazo grande y buen domingo desde mi rincón cántabro.
sugerente y bien hecho relato de la ciudad que pudiera ser
ResponderEliminarpero que se queda a las puertas del disfrute particular de
sus habitantes a lo largo de su carisma que la defines Teo
con gran visión ...es una pena no dacarles todo su provecho
en el bien generacional de quedarles a nustros hijos lo más precia-
do que vivimos en ellas ,,claro que la vida es un discurrir y de su
rios orillas de calles abren silencios a la imovil mirada del espec-
tador tras el instante donde refluye su tiempo ...felicidades querido
Teo y feliz semana , mis saludos . jr.
Cuánto por hacer y por mejorar y solucionar, amigo José Ramón.
EliminarGracias por unirte a este tema que nos concierne a tantos urbanitas....
Te dejo mi abrazo amigo y mis deseos de que pases un buen domingo.
qué bonita se ve esa Catalunya acerada, con toques cobrizos , hermosa prosa presta a despertar comportamientos conscientes para tener vida en ciudades limpias, cuidadosas del medio ambiente, respetuosas con las especies y la gente , aunque siempre estan los esfuerzos tecnocráticos para dominar, controlar y dormitar a la especie humana mientras resuelven cuestiones que nos atañen adormecen nuestro raciocinio... a estar despiertos.
ResponderEliminarGracias, Marisa, por llegar hasta este pequeño rincón de emociones y palabras. La ciudad y sus circunstancias, ¿verdad? Nos toca ser vigilantes y críticos, saber en qué manos ponemos su gestión....
EliminarUn abrazo muy grande, amiga.
ASI ES AMIGO, LAS CIUDADES, LAS URBES NOS AISLAN. PARECE UNA CONTRADICCIÓN, PERO NO. SON DEMOLEDORES LOS EDIFICIOS, LA AGLOMERACIÓN DE TANTA GENTE, Y ALLI, EN ESE LUGAR ES DONDE NOS SENTIMOS MÁS SOLOS. TODO PARECE RELUCIENTE. TODO PARECE PROGRESO, PERO DETRÁS SE TEJE EL AISLAMIENTO Y NOS SENTIMOS ENCERRADOS, SIN AIRE, RUMIANDO NUESTROS PROPIOS PENSAMIENTOS PARA BUSCAR LA SALIDA. ES UN TEMA TAN PROFUNDO, PORQUE ANIQUILA LO MEJOR DEL SER HUMANA Y DESEAMOS CON DELIRIO QUE TODO CAMBIE HACIA UN CAMINO LIMPIO, CLARO, QUE NOS PERMITA VER EL HORIZONTE TRASLÚCIDO Y BELLO ,ESE QUE NOS INSPIRA Y LOS PROTEGE DE LOS ENCIERROS.
ResponderEliminarGRACIAS TEO POR TRAER ESTE TEMA. ABRAZO.
No lo puedes exponer mejor, amiga. Coincidimos . Y hablas del aislamiento, de la Soledad. Sobre todo de la gente mayor la mayoría desprotegida.
EliminarGracias por tu aporte y por sumarte a los comentarios.
Un gran abrazo.
Éste escrito se me había pasado. Tienes mucha razón en lo que expones, más se siente aún en ciudades como la nuestra, Barcelona, que pese a su belleza, está más hecha para el turismo que para los que logramos vivir en ella. El civismo en muchos casos está olvidado o es inexistente, ya lo sabemos muy bien. Abracitos. Karyn
ResponderEliminarComentábamos respecto al turismo, de algún modo está mañana, como está invadida la ciudad, Karyn.
EliminarUn abrazo de medida tarde.