ALCANZAR...
Alcanzar el silencio del silencio.
Borrar las miradas de las gentes.
Hallar,en el remanso de los versos,
las alas templadas de la libertad.
Sin dolor. Sin lágrimas. Sin olvidos.
Sin dudas. Sin errores. En integridad
siguiendo el curso atemperado
que marca el poemario de la vida
hasta detenerse en la última página.
Sin máscaras. Desnudo. En nítido
atrevimiento remansado de amor
y música —flor de luz—en infinito
arrebatador compás de partida.
EMERGEN LAS PALABRAS
Cuaderno XXIII
© Teo Revilla Bravo
Me he sentido dentro del remanso de tu poema.
ResponderEliminarHe alcanzado el silencio del silencio, y es un verdadero placer.
Precioso el poema.
Feliz jueves Teo.
Un abrazo
EliminarEso es una alegría, amiga Carmen.
Gracias por entrar en el poema y sentir ese silencio que intenta contagiar.
Un abrazo grande y buen fin de semana.
Hola Teo, a veces busco ese silencio en el silencio. Ese momento en el que solo intentan hablar los pensamientos, pero también se detienen. Después, cuando todo vuelve a la normalidad, me siento renovada. Besos :D
ResponderEliminarSí, lo buscamos pero se resiste. Vivimos en un mundo pleno de ruidos que nos distraen. Pero lo necesitamos para hallarnos y conocernos, para sentir la densidad emocional que guarda el propio alma.
EliminarMuchísimas gracias por tus visitas, amiga, me hacen bien.
Abrazo grande.
Me pregunto, amigo mío, si nos convertiríamos en ángeles si llegáramos a lograr esa maravillosa aspiración que tan bellamente describes.
ResponderEliminarPorque tu poema transmite paz, pero sobre todo anhelo de conquistar esa paz. Y lo digo por mí mismo, cuya alma vive mediatizada totalmente por su mente.
Enlazando lo que dices con aquello que creo haber aprendido en los últimos meses, la pureza de mi alma aspira a esa paz tan bella, a ese estado en el que despojados del momento nos convertimos en experiencias más allá del tiempo y del espacio. Pero mi mente me ata a este mundo, a este espacio y tiempo en el que vivo. Y reconozco que a veces siento que se trata de una incómoda cárcel.
Pero tal vez esté en esta cárcel porque tengo que aprender algo…
Bellísimo poema, Teo. Grandísima reflexión. Fantásticas sensaciones. Y un placer el de encontrarte.
Un fuerte abrazo!!!
Muy posiblemente, amigo Emilio. O si no es así en algo parecido de beatífica conformidad. En todo caso hay un silencio que prodiga esa paz deseada, la carencia por momentos de los desasosiegos tan habituales en nuestro existir.
EliminarOjalá esa aspiración tuya se cumpla, que la paz inunde tus ánimos. Es muy hermoso lo que dices y que anhelas. Para ello como también apuntas, debemos enfrentarnos a las ataduras y liberarnos de la incómoda cárcel.
Gracias por apreciar el poema, por sentirlo, y por el encuentro. Una fortuna ser tu amigo.
Fuerte abrazo.
Tela e poema, deslumbrantes.
ResponderEliminar.
Cumprimentos poéticos
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Gracias, amigo Rycardo.
EliminarA tener en cuenta.
Un abrazo.
Alcanzar silencio del silencio, Teo, es toda un predisposición para el gozo sentado como la ilustración que acompañas en estos versos es todo una premonición para llegar a ese ámbito del interior donde el loto de la belleza se tiene que abrir a tu bien sentir. Gracias amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
EliminarGracias por esa sublime interpretación, amigo Dionisio.
Una alegría recibir tu presencia amiga en este pequeño rincón.
Un abrazo.
Alcanzar el momento único en que nos integramos con todos los elementos, somos en ese alcanzar, el todo y la nada a la vez...es como cerrar los ojos suspirar profundo y sentir como el aire atraviesa todo tu ser. Sentirte al límite, encontrarte y despojar el ser de todo para agigantarse en todo lo que importa. Es un poema precioso. Besitos
ResponderEliminarGracias, karyn.
EliminarTu comentario sí que es precioso.
Emociona.
Un abrazo.
Mi querido y admirado amigo Teo, creo que describes perfectamente el estado que se alcanza con la llamada "meditación yoga" cuando se alcanza el silencio hasta del pensamiento, cosa que no es fácil alcanzar. Te felicito por tu penetración en la idea que es real.
ResponderEliminarAntonio, muchísimas gracias por tu lectura, por penetrar en la hondura del poema. Un abrazo y seremos días de Semana Santa.
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