WINSLOW HOMER. LA NUEVA NOVELA, 1877, detalle. Uno de los grandes pintores realistas norteamericanos del siglo XIX, Homer plasmó aquí el momento en que una joven está absorta en la lectura de un libro. Al tratarse de una acuarela, se muestra en contadas ocasiones por su fragilidad. The Michele and Donald d’Amour museum, massachusetts. Fuente, La Vanguardia.
VALOR DE LA LECTURA
Adquirir la habilidad de la lectura, de pasar las páginas de un libro con asombro desde la niñez, posiblemente se convirtió en una actividad que nos ha acompañado el resto de nuestras vidas produciéndose el encuentro y el aprendizaje de emocionantes temas que nos han hecho sin duda mejores. A la vez se nos abrieron y van abriendo amplios campos para el desarrollo de la imaginación, el saber y la creatividad, aspectos fundamentales para la formación de todo ser humano.
Perderse dentro del mundo de las letras, es una sana actividad que muchos aprovechan en su tiempo de ocio conscientes de que leer, bien sea en papel o en modo digital, es un requisito indispensable para interpretar la propia vida. Parece ser que las personas que leen con atención, desarrollan un pensamiento más reflexivo al encontrar, en esta práctica hermosa, el mensaje de muchas de las cuestiones y preguntas que han acompañado a la humanidad a lo largo de los tiempos.
Es por eso que la lectura ha de tener un propósito eficaz, que ha de ser un grato y ameno ejercicio intelectual. Elegir un buen libro es parte esencial para conseguirlo. Un libro que nos emocione, eduque y entretenga, que logre captar la atención y produzca nobles sentimientos.
Al adquirir pasión por la lectura notaremos cambios en nuestro comportamiento. Notaremos que estamos mejor informados, que comprendemos mejor el mundo que nos rodea, que hacemos frente con más comprensión a nuestras emociones, aprendiendo entre otras cosas a relajarnos, a entretenernos, a comprendernos y ser más tolerantes.
El libro es una de las mejores compañías que podemos tener a mano y en mano en nuestras vidas. Aprovechémosla.
Barcelona, a siete de octubre del 2021.
©Teo Revilla Bravo
Nada como una buena lectura. Me ha encantado como lo has ido desmenuzando. Un excelente relato de como hacerlo y disfrutarlo.
ResponderEliminarEl acuarelas, bellísimo.
Besicos muchos.
Nada como una buena lectura, para comprendernos a nosotros mismos en múltiples aspectos. Me alegra que haya sido de tu ineterés.
EliminarTe dejo un abrazo.
Mi habilidad para la lectura la adquirí leyendo el primer cómic, “Jaimito”, posiblemente 1953, que mi padre trajo un día a casa: se lo he cogido a un soldado, dijo... Todavía recuerdo la historieta central.
ResponderEliminarAlgunos libros antiguos de lecturas, pocos, sí había en casa de niño.
Posteriormente y al hacer bastantes horas sin salir a la calle, me leí todas las novelas de Corín Tellado de mi madre, Marcial Lafuente Estefanía y Keith Luger… Leer leía sin duda!
Y ya en la edad de 18/19 y trabajando en unos grandes almacenes en Madrid, compré mis primeros libros: Enigmas y triunfos del psicoanálisis. (Pierre Daco). La hora 25. (Constantin Virgil Gheorghiu. El lobo estepario. (Hermann Hesse)
Y después ya libros, revistas de política, política, prensa, etc. Otros libros, otros temas, etc. Y un buen día “salieron” de casa más de 300 libros… Quedaron/quedan unos 30…
Comparto tus palabras sobre los libros y su relevancia, pero he querido remarcar, en el plano personal, que también su “ausencia”, llegado el caso, tiene su razón de ser!
Como siempre, amigo, de interés tus reflexiones.
Abrazos Teo.
EliminarEl cómic fue nuestra primera fuente de lectura, sin duda alguna, amigo Ernesto, no puedo´estar más de acuerdo contigo. Con qué ilusión mirábamos los dibujos y absorbíamos los comentarios, cómo la imaginación se ponía a funcionar enseguida.
Mi introdujo mi madre en la lectura. Ella fue una gran lectora, y pedía los libros mediante catálogo. Cuando llegaban mediante el correo, abríamos los ojos con verdadero júbilo.
Un abrazo
Pues he estado leyendo algunas de tus entradas anteriores. Por ejemplo 'Al anochecer' que es un verdadero canto a la palabra escrita.
ResponderEliminarun abrazo
Muchísimas gracia, Inma, no sabes qué alegría me das.
EliminarLeamos, sí, que es una bendición, un verdadero regalo para el alma.
Un abrazo.
Estoy muy de acuerdo contigo. La lectura nos enriquece, y además, nos adentramos en aventuras y parece como si viajáramos al país de los sueños.
ResponderEliminarUn placer leerte, Teo, muchas gracias por tu comentario en mi blog.
Besos.
De nada María. Poco a poco comento por falta de momento, por prescripción médica, pero siempre es un regocijo leerte.
EliminarUn abrazo.
Qué placer volver a leer tus relatos en la blogosfera. Acabo de regresar de Guardo, donde he pasado casi tres mese, y poco a poco voy visitando a los amigos en la Red.
ResponderEliminarHas descrito de manera magistral ese amor por las letras.
Desde muy pequeña me atrajeron enormemente.
Recuerdo muy bien, al igual que el amigo, Ernesto, mis primeras lecturas al calor del hogar. Con la paga que me daban mis padres, solía comprar cuentos de la colección Azucena en la librería Tejerina. Eran de princesas y príncipes, donde mi imaginación calenturienta, hacía acopio de fantasía para el futuro.
También solía coger prestados los tebeos de mi hermano, más propios para chicos, y me encantaban.
Con el paso de los años, mi amor por las letras se hizo cada día más grande. Y aquí estoy, una vez más agradeciéndote la belleza de las tuyas.
Espero te encuentres mejor de aquel problema que comentabas.
Te envío un abrazo enorme.
EliminarVolví de Barruelo algo herido por problemas lumbares, pero poco a poco va yendo mejor, amiga Maripaz.
Qué bien has aprovechado la estancia en Guardo. Ya leí tu post reciente paseándote por sus calles, viviendo y reviviendo aspectos humanos que hoy y de siempre.
Un abrazo grande y salud, apreciada amiga.
Me gusta leer, son buenos amigos. Es como tener un diálogo que cuando terminan, no acaba, continua. Nos hacen pensar, viajar y sobre todo una gran compañía que raramente decepcionan.
ResponderEliminarUso los dos formatos y con frecuencia voy a la biblioteca a por ellos.
Estoy releyendo Viento del este Viento del Oeste. Siempre me conmovió Kweilan y su adaptación a su nueva vida y cultura.
Preciosa la acuarela que refleja muy bien el "vicio"
Buen fin de semana Teo .
Un abrazo.
Un abrazo, laura.
EliminarIndudablemente que son nuestros amigos, de los mejores amigos que podemos tener a mano y sentir que llegan templados a nuestro corazón.
Viento del este Viento del Oeste lo leí siendo jovencito, recuerdo que causó en mí una gran emoción la novela de Novela de Pearl S. Buck. Ese interesante choque de culturas...
Gracias por tu visita y buen fin de semana.
Querido amigo, desde una infancia silenciosa, tímida e introvertida, leer ha sido mi pasión y mayor ocupación. Suscribo tus certeras palabras. Abrazos.
ResponderEliminarPuedo imaginarte, amigo Francisco, pues me siento identificado. Para mí la magia obtenido por lo leído, por los garabatos hechos sobre un papel, entre otras cosas, me ha acompañado toda la vida. Fuerte abrazo.
EliminarEspero que mejores pronto de tu malestar lumbar.
ResponderEliminarMuchas gracias, Francisco. Yo también lo espero.
EliminarSin dudar es una de las mejores compañías que puedes tener. Leer desde la niñez es importante, es en esos momentos que la señora imaginación se desborda y nos muestra otros mundos a la vez que nos hace entender mejor el nuestro. Recuerdo que siempre pedía libros para mi cumpleaños, me encantaban y tuve la suerte que en casa tuviéramos una buena biblioteca con énfasis en el arte, la poesía y clásicos que hacían especial cada uno de mis días. Hoy en día, ya mayorcita, busco en la lectura el entretenimiento así como una buena trama que me agarre desde el principio.
ResponderEliminarComo siempre excelente escrito. Besitos
Karyn, gracias.
EliminarComparto plenamente ese interés por la lectura. Alfo esencial también en el buen funcionamiento de nuestra psique...
Un abrazo.
Beautiful blog
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EliminarMuchas gracias.
Please read my post
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EliminarEn cualquier momento, amigo.