José Balmes, Premio Nacional de Artes plásticas de Chile. 1999.
Tan español como chileno José Balmes, artista enraizado en ambas tierras que lo vieron nacer y desarrollarse desde la pintura de urgencia a una noción de agreste realismo. Determinante posición que además supone un giro primordial en el uso de la materialidad, derivado de su paso hacia el informalismo, y que se manifiesta en un activo cuestionamiento en torno a la gestualidad de la obra, enfatizando la incorporación de diversos pigmentos, soportes y objetos cotidianos como esmaltes, aerosoles, cintas adhesivas, brochas, maderas, tierras, arenas, hojas de diarios, bolsas de plástico, letras de molde, sacos, bototos o guantes de trabajo. (Recogido de una semblanza sobre el artista escrita por Ricardo Rojas Behm.
EL COMPROMISO DEL ARTISTA
“Somos aquello que logramos proyectar”
Como ser social, el artista ha de vivir y sentir lo que pasa a su alrededor, tiene un gran deber con ello. No sólo por lo que puede aportar desde el lado de la práctica material de sus objetivos artísticos, ideales, inteligencia e imaginación, sino que ha de aceptar, implícitamente, un grado de responsabilidad, sea social, política, de transformación cultural, religiosa, etcétera. El artista tiene un potencial público al que va dirigido aquello que crea, adquiriendo de este modo un grado alto de significación su obra, de didáctica colectiva, de un cometido que le hacen ser distinto de algún modo al estar sujeto a responsabilidades. A no ser que se dedique al arte por el arte, alejado de inquietudes. Pero aún en ese supuesto, una obra a través de los mensajes que desprende, sigue siendo un medio por el cual un posible espectador descodifique sentimientos, valores y conceptos, pudiendo, aún sin pretenderlo, tener alguna incidencia o cambio sensible en su vida. De ahí la responsabilidad y compromiso de transformación que adquiere el artista desde su lugar de trabajo aunque no sea del todo políticamente consciente. Una emoción, una idea, la sorpresa de lo que ve y siente, alguna situación concreta, es suficiente. Por no hablar del encuentro directo con la belleza, o con formas artísticas novedosas y atractivas que antes desconocía. De ahí la importancia de incluir en la educación de los niños, en primaria y secundaria sobre todo, la asignatura que contemple el arte y su historia, de tal modo que la visión del mundo en ellos crezca en riqueza cultural, algo que sin duda les hará ser mejores personas.
La actividad creativa permite la liberación y el crecimiento personal, al ayudarle a expresar sus emociones a través de conceptos y experiencias, a desarrollar un compromiso de valores, a saber transmitir nociones e ideas a la sociedad que pertenece contribuyendo, a través de distintos puntos de vista, a establecer con otros cuales han de ser los valores que eduquen y enriquezcan esa sociedad, de modo que quien lo reciba quede directamente afectado para bien. Cada pieza de arte, sea fotografía, obra musical, teatral, una canción, una pintura o escultura, posee la particularidad de dejar, posiblemente, algo positivo en quien entusiasmado lo recibe. Es un canal entre autor y público que se ha establecido, una disciplina artística cuyo fin es conseguir dejarse ver propiciando, empáticamente, el desarrollo artístico colectivo. En este sentido, la responsabilidad ha de ser ante todo individual, indicativa del esfuerzo y trabajo realizados desde el punto de vista de la aceptación del compromiso social.
Barcelona, a cuatro de junio del 2020
Interesante enfoque el que nos compartes hoy Teo. Creo como tú bien lo expresas, que un artista tiene un compromiso consigo mismo y con la sociedad en que vive. Toda manifestación artística ha de ser realizada en libertad, siendo consciente el artista, que lo suyo no es contentar a una parte de la humanidad, sino escribir de lo que piensa y siente, si esto es revolucionario o va contra las normas clásicas de la sociedad del momento, el artista ha de ser "esa voz que clama en el desierto"; ese ser visionario que producto de su propia capacidad de percepción "puede ver más allá de lo evidente", como tal, está obligado el artista a manifestar a través del arte, lo que él crea que es malo para el hombre y para la humanidad en su conjunto.
ResponderEliminarEn mi caso pienso que el poeta también ejerce de profeta, que sus versos no sólo deben hablar de amor y desamor, sino que deben hablar de todo lo que considera importante en su vida, si eso lleva a levantar su voz de protesta lo debe hacer, si por ello como Dostoyeski ha de ser presó que así sea, ya que el ser artista es un don y todo don conlleva una obligación y una capacidad de sacrificio.
No quiero pensar en lo que escribo, no quiero releerlo y ver si tiene lógica o es socialmente correcto... Quiero escribir en libertad, quiero escribir lo que siento, así sin más.
Es un placer siempre leerte amigo Teo.
Un abrazo fuerte poeta.
Hermosa y meticulosa reflexión haces a modo de comentario sobre el compromiso del artista, apreciado Alfredo.
EliminarRecojo tus palabras con sumo agradecimiento e interés.
Un abrazo.
'Es un canal entre autor y público que se ha establecido, una disciplina artística cuyo fin es conseguir dejarse ver propiciando, empáticamente, el desarrollo artístico colectivo. En este sentido, la responsabilidad ha de ser ante todo individual, indicativa del esfuerzo y trabajo realizados desde el punto de vista de la aceptación del compromiso social.'Concluyo que siempre me gustan tus notas Teo y eso es comparto tu línea de pensamiento que es como si oyera los míos. felicitaciones.
ResponderEliminarMarisa
Marisa, apreciada "Luna de cristal", gracias por esa fidelidad tuya a estas notas que voy sembrando por este pequeño rincón de palabras y silencios. Y gracias especialmente por ese fragmento recogido que realmente resumen de alguna manera el sentido del escrito.
EliminarUn abrazo.
Creo que es inherente al artista el ser sensible a todo lo que sucede en su entorno o a aquello que esté sucediendo y que afecte a la humanidad. Aún así, creo que al ser humanos existirán variedad de actitudes diferentes ante los problemas que se susciten y no todos podremos coincidir con los que nos hacen sentir esas obras. Por poner un ejemplo, cito a "Okuda San Miguel", que en medio de pandemia mundial presenta su última exposición en Los Ángeles, plena de colores, llenas de vida entre tanta muerte. A otros en cambio, supongo que este entorno les creará una especie de depresión y ese trastorno es muy posible que se presente en sus obras. En todo caso, lo importante es que el artista se integre con su obra como un regalo hacia el espectador y de ser posible, consiga generar una sensación en él. Besos
ResponderEliminarHermosa e interesante reflexión sobre el artista, con la que estoy plenamente de acuerdo, querida karyn. Cada artista, como cada persona, es un mundo con sus intereses, sus maneras de traducir sus vidas, etc... Y eso es lo bueno, de ahí nos llega la rica variedad y riqueza del hecho artístico. Gracias.
EliminarUn abrazo.