"Luces y sombras" 2008. Obra de mi autoría.
SABER ESTAR
Los actos de injusticia me producen
indignación apoderándose de mí una impotencia que me provoca irritación, algo
que se acerca a la violencia contenida aunque no sea exactamente lo mismo. Uno
no consigue desasociarse de ese sentimiento frustrante tan fácilmente. No es
habitual en mí carácter, no, huyo de ello, pero la irritabilidad parece estar
en nuestro ADN humano.
La violencia verbal que según en qué momentos
utilizamos, es una reacción común al considerar que algo es injusto, ofensivo,
dañino, una falta de respeto o cualquier otro tipo de daño o maltrato que
ocasionen a otros o a uno mismo. Se puede aplicar la indiferencia, es un
recurso sensato, pero su uso suele llegar con la madurez y no suele ser,
dependiendo del caso, aconsejable. Lo que harta en algunas relaciones humanas
es la estupidez, la coacción, el lado maligno e innecesario que se utilizan con
torticeros propósitos.
Hemos de dejar que la imaginación pastoree
libremente los fértiles campos del pensamiento, de la solidaridad, de la
entrega, de la concordia. El silencio, la ponderación en los gestos y palabras,
la cerrazón, la admiración, la añoranza, el fervor, la pasión, el odio, la
intemperancia y coacción, la mordacidad... Hay tantas formas de comportamiento,
que según cómo debemos aprender a sujetarlos o liberarlos para afirmarse con
voluntad de dar acierto, acomodo y sentido a la vida en relación a los otros,
algo que a veces no resulta fácil. El silencio, la concentración, contención de
nervios y meditación, son factores que ayudan, guiños cómplices que se alían para evitar la llegada de la desolación, de la
truculencia y de la ira.
Hay que cultivar los valores que creemos nos
hacen mejores como la amistad, el amor, la solidaridad y la tolerancia, tratando
de contener las imprecisiones, el escepticismo y las vanas disputas que caminan
hacia lo distópico de un sistema que entontece y aprisiona.
Es preferible agarrarse a la utopía y volar
con ella, pues como bien decía Galeano, nos sirve para caminar en un
mundo mejor buscando metas, ideales, y ganas de aprender a convivir con
paciencia y tolerancia, yendo en pos de lograr una sintonía entre propósitos y
logros que nos acerquen a un mundo más humano y benefactor.
Barcelona, marzo del 2025
© Teo Revilla Bravo
Uno debe aferrarse al os sueños. Te mando un beso.
ResponderEliminarSin duda.
EliminarBeso recogido, te va uno de vuelta, J.P.
No cabría, amigo Teo, añadir o quitar una sola palabra de tus reflexiones. Si bien personales, abarcan el sentir de muchos.
ResponderEliminarSeñalas la utopía como un caminar hacia un mundo mejor... (Doctrina o sistema ideales que parecen de muy difícil realización.)
El mundo es el que es... en cada época o momento. Y no cabría negar lo convulso de la actualidad.
Y sin embargo, la persona, tú, yo, etc., creencias aparte, somos los que, señala la Reencarnación, volvemos una y otra vez al mundo.
Aprendí hace muchos años una pequeña "fórmula" que, si bien no obvia las circunstancias del mundo, su casi constante "problemática", ¡por algo será!, la relativiza, la minimiza.
O lo que es lo mismo, te deja "libre" de todos esos sentimientos que señalas.
Esa fórmula parece confundirse con una oración. Quien así la entienda, adelante.
En sí es más bien una "orden" que das! Y los resultados suelen ser inmediatos.
"Perdono todo lo que deba ser perdonado, y también me perdono a mí mismo. Doy mi amor y mi perdón a todo el que lo necesite".
¡No juzga a nadie! ¡Lo comprende todo!
Abrazos, Teo.
Interesantísimo tu comentario, apreciado Ernesto, tampoco añadiría ni quitaría nada.
EliminarGracias por tu visita, por dedicar un rato a la lectura expuesta y dejar tu impronta amiga.
Un gran abrazo, que estés y estéis familiarmente bien.
Teo, qué necesario resulta detenerse a leer textos como este, donde la palabra no solo comunica, sino que también consuela, sacude y alienta. Me ha gustado especialmente esa reflexión sobre la violencia contenida, esa irritación que brota ante la injusticia y que, aunque uno no quiera, se instala como un nudo en el pecho. Lo dices con una honestidad que desarma, sin imposturas, sin moralinas.
ResponderEliminarY sin embargo, lo que más me ha impresionado es cómo, a pesar de esa desazón, propones un camino: el del silencio que no es huida, sino contención; el de la imaginación como pasto fértil para la concordia; el de la utopía como faro, no como espejismo.
Ese último párrafo es una joya, no por grandilocuente, sino por su verdad serena. A veces, lo más revolucionario es seguir creyendo en la amistad, en la tolerancia, en la posibilidad de un mundo más humano.
Gracias por recordarlo con tanta claridad y belleza.
Enrique, aquí allá en tu rincón, emocionan siempre tus palabras, desbordas humanidad, inflamas y agrandas cualquier texto. Muchísimas gracias por el comentario, sabes qué bien hacen, qué bellamente escritos están, con qué cuidado derramas tu parecer, tu saber, tu amistad.
EliminarFuerte abrazo.
Antes d nada ... enhorabuena por tu obra "Luces y sombras" me encanta , sobre todo esa perspectiva extraña q tiene , no se sabe si visto desde arriba longitudinalmente o desde encima horizontalmente ; )
ResponderEliminarRespecto a cómo controlar el coraje q se nos genera ante las injusticias , lo has desmenuzado tan bien y con tanto detalle q poco más q añadir ..Los humanos somos un cúmulo de pasiones q debemos aprender a gestionar para q nuestra convivencia no se haga imposible y además mencionas a mí querido Galeano..adoro su deliciosa manera de dirigirse al mundo, con esa filosofía profunda q sin embargo envolvía en cuentos como.psfs niños ...y sí, comparto absolutamente esa idea final , sólo aspirando a conseguir un mundo un poco mejor , se logrará algún día , en esa esperanza se camina hacia las utopías y así un día dejan de serlo q es lo q ha hecho avanzar a la humanidad , aunq a veces no lo parezca ; ) Un abrazo muy fuerte y muchas gracias por estos ratitos ...Qué disfrutes de estos días en paz !
Muchísimas gracias, María, amiga que conoce mi pueblo... Gracias, sí, por tu brillante comentario en torno a un tema qeu no siempre se resuelve debidamente. Qué importante conseguir ese mundo mejor poco a poco, viendo que a veces se nos escapa de las manos.
EliminarUn inmenso abrazo, que todo vaya bien.
Impecable, depurada y lúcida prosa, Teo... y visionaria también, agrego, porque tus inspirados postulados auguran que ese ser humano mejor ya está viniendo por ese mismo camino que nos lleva a un destino mejor... Quién dijo que todo está perdido después de leerte, amigo?
ResponderEliminarAbrazo tan admirado como agradecido!!
Muchísimas gracias, cómo animan y ayudan tus palabras, amigo Carlos, ya quisiera yo alcanzar esas alturas estilsiticas y literarias que con generosidad ensalzas.
EliminarUn fuerte abrazo, yo soy el agradecido, celebro la amistad.
Cuánta falta hace la cordura y la sensatez en esos momentos, enque se precipitan confrontaciones. Lamentablemente no hay una cultura para,afrontar los conflictos desde la razón que de la pasión. Cuántos resentimiento e iras cercanas a ka violencia nos ahorráramos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCordura y sensatez, sin eso el mundo está como está, apreciado Carlos Augusto. Ojalá la razón imperase y se diera importancia a lo que de verdad la tiene, como la educación en valores humanos, en sanidad, en vivienda, en solidaridad, etc... Un fuerte abrazo, agradecido.
EliminarLas injusticias me pueden, sobre todo con los niños, mayores y animales.
ResponderEliminarMe ha encantado tu prosa, de lujo Teo, un placer volver después de un largo descanso.
No dejemos de volar con el corazón, ese vuelo nos lleva a todo lugar si nos lo proponemos.
Feliz fin de semana.
Un abrazo
Nos pueden, sí, Carmen. No sé cómo hemos llegado a esto si se supone que somos los seres inteligentes del planeta. En fin. Gracias por la lectura, por el comentario, y siempre por la amistad.
EliminarUn fuerte abrazo.
Una sabia reflexión en tu estupendo escrito. Letras llenas de razón y, sin duda, para meditar y no olvidar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por la lectura, gracias por tu amigable comentario, Amalia.
EliminarUn abrazo grande y muy buen jueves.
Hola Teo, percibo en la imagen que ilustras con tus pinceles, cierta sensación de preocupación...cual efecto de un estado de ánimo maltrecho o preocupado aunque a lo largo del texto se va difuminando para resarcirse de tales marcas, e ir resurgiendo hacia es reflejo positivo que del interior crece.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un abrazo
Es una imagen, un retrato, que muestra un momento de interioridad... Gracias, Dionisio, por reparar en el joven pensativo. Y también por la lectura del texto, reflexivo, que tan bien has sabido hilar a medida que avanzabas en su lectura. Gracias.
EliminarUn abrazo y muy buen fin de semana, que estés bien.
Hola, amigo Teo. Estoy contigo que ante las injusticias y el no saber estar de otros, a veces nos lleve a actuar de esas malas formas de las que a veces nos arrepentimos o nos damos cuenta de que es una pérdida de tiempo que nos hace sentirnos mal.
ResponderEliminarYa se sabe que cada uno es de una madre y un padre diferente, pero ante esas situaciones, como tu bien dices con la edad se van aprendiendo a afrontarlas y a ver la vida de otra manera, hasta que llega el día de ese punto de inflexión en que dejamos de formarnos y pasamos a la acción soltando ese lastre que nos atenaza y no nos deja ser felices; y no es que nos volvamos más egoísta sino que empezamos a querernos un poco más a nosotros mismos, y nos empezamos a dar cuenta de otra forma de vivir la vida, que nos hace más felices, y con ello también empezamos a dar a los demás lo mejor de nosotros. Yo tengo claro que esa decisión la tomé a raíz de mi primer infarto hace ya 22 años, y a pesar de mis limitaciones te puedo dar fe, de que mi vida ha cambiado para mejor.
Me ha encantado tu prosa de este artículo, y disculpa si me he extendido mucho.
Un fuerte abrazo
Hola, amigo Manuel, nada de disculpas, al contrario.
EliminarGracias por tu visita, por tu lectura, por tu extenso y maravilloso comentario que recojo íntimo por su ejemplaridad e interés humano.
Un abrazo muy grande, apreciado amigo.
Un cuadro precioso. Un contenido muy interesante.
ResponderEliminarUn cordial saludo y te invito a ver mi nuevo cuadro :)
Me alegra que te agrade el cuadro, Jenovia.
EliminarPasé por tu blog y dejé mi parece sobre el que ofreces a la vista.
Buen fin de semana.
Estoy completamente de acuerdo contigo, amigo Teo
ResponderEliminarEl retrato es precioso.
¡Que todo te vaya bien!
¡Un abrazo
~~~
Majo, no me deja ir a tu blog, no sé bien la razón. En cuanto tenga enlace iré a visitarlo.
EliminarGracias por tu presencia amiga aquí, me da ilusión.
Un abrazo y buen resto de semana.
Es comprensible esa irritabilidad ante la injusticia que parece tan grande, que sólo queda el sentimiento de impotencia.
ResponderEliminarBuen post, y el retrato ni se diga.
Saludos.
Muchísimas gracias por la sorpresa de tu llegada a este pequeño rincón, Beatriz. Y también por tus palabras, que comparto íntegras.
EliminarSaludos.
¡QUÉ MARAVILLOSO ROSTRO! CON UN "SABER ESTAR" EN SILENCIO, PENSANTE, CON ESE DOLOR QUE TRASCIENDE SUS SENTIDOS, TRATANDO DE BUSCAR RECURSOS PARA PODER CONTINUAR EL CAMINO QUE SE DESDIBUJA ANTE SUS OJOS....
ResponderEliminarTODA UNA VERDAD QUE EMOCIONA Y MOVILIZA EL CORAZÓN.
¡GRACIAS!!!👏👏👏👏👏👏👏
Gracias una vez más a ti, Ana. Por tu presencia amiga, por tu sensibilidad, por hallar motivos hermosos para de la vida algo humano, positivo y con sentido.
EliminarUn abrazo inmenso.