LAS REDES SOCIALES
Las redes llamadas sociales han malogrado, cuando no destruido, el uso del lenguaje adecuado. Parece que lo conveniente en ellas es el discurso fragmentario, de limitadas frases y eslóganes llamativos, en muchos casos salidos como salivazos agresivos sin dar espacio ni tiempo a la argumentación ni a la reflexión. Lejos queda el principio básico de atención y comprensión necesarios que necesita y requiere un buen interlocutor.
¿A dónde nos lleva esta prisa de decir sin decir, de leer sin
leer, de comentar sin interpretar, de conocer sin profundizar, de pasar de una cosa
a otra sin haberle encontrado sentido? Miedo da.
Barcelona, octubre del
2024
© Teo Revilla Bravo