Autorretrato del pintor Pablo Ruiz Picasso.
LA INEXORABLE EVOLUCIÓN ARTÍSTICA
(Y SU ETIQUETADO)
Parece ser que el arte, en principio, mirado y contemplado en un estado ideal, no entiende de etiquetas, ya que las obras aparentemente novedosas son consecuencia de otras que les precedieron. Mala cosa la de etiquetarlo o encasillarlo por mor de hacerlo diferente, incomparable e imponderable; mala de poner límites y fronteras entre unas cosas y otras cuando van, como sucede en las formas artísticas, tan ligadas y hermanadas en lo fundamental. En arte hay que saber distinguir muy bien a la hora de hacerlo, ya que suele medirse más por intereses que por mostrar singular tendencia. Hay movimientos de esto y de lo otro; amigos de esto y de lo de más allá; directrices que marcan o lo intentan, supuestos rumbos novedosos. Es un error abusar de la tendencia que tenemos a catalogar y remarcar lo que creemos diferente, ya que si nos pusiéramos a la contra y dejáramos en libertad la perspectiva aleatoria de su visión, podríamos llegar, si fuera esto posible, hasta Altamira a través del tiempo, encontrando por el camino arte de todo tipo, tendencias que van desde lo figurativo primitivo comunicando mensajes a lo abstracto, dándose la mano, permaneciendo sus formas naturales y espontáneas, evolucionando sin hacer tanto ruido como el que produce con frecuencia ahora. Nada hay nuevo bajo el sol. Lo que sí hay, son señores que con su esfuerzo, devoción, valía y nobleza, a lo largo de la historia de la humanidad nos han ido mostrando y demostrando arte como expresión del espíritu de una época, demostrando lo que cambia y cómo cambia, porque así podremos descubrir precisamente lo que no cambia.
El arte por fortuna, siempre nos ha acompañado. Siempre ha sido invención o hallazgo del ensueño y de la idea y, ante los cambios necesarios se ha manifestado vanguardista. El arte se mantiene y no envejece. Nos lo muestra William Turner, en su obra tardía; nos lo enseña Goya, en sus concepciones expresionistas tan adelantadas a su época; nos lo muestran los inspirados italianos del quattrocento; o Velázquez o el Greco… Los grandes pintores –sus obras- nunca dejan de ser modernos, pues no se apaga en ellos, pese al paso inexorable del tiempo, el poder de generar sorpresa. Este es el gran acierto y grandeza de la pintura y del arte en general. Todo lo que es capaz de asombrar y revitalizarse en el espectador a lo largo de los años o de los siglos, es moderno independientemente de la época en que apareció. Partiendo de esta premisa, podemos decir que avanzamos, que seguimos el recorrido, que el buen artista se adelanta a su tiempo con naturalidad, siendo una de sus virtudes sentir el arte más puro, su evolución, lo ineludible de la comprensión artística, la clarividencia y exégesis de los estímulos, la necesidad perentoria de ponerlo en marcha.
Cierto es que hay que liberar al arte de tradicionales fines inmovilistas, algo que hizo muy bien el impresionismo sin que significase por ello el ocaso de la figuración. La voluntad de novedad, es consustancial al artista y a la sociedad. De esta manera se avanza, agrandándose la percepción artística. Un ejemplo de ello, el impresionante movimiento postimpresionista con Paul Cèzanne a la cabeza. Movimiento al que no parecía interesarle continuar con la dinámica decimonónica establecida, y sí la plasmación fugaz de luces y sensaciones, iniciándose de este modo el arte moderno. Al parecer, cosa curiosa, influido también por la estampería japonesa con sus trazos y rebordes gruesos de perspectiva sesgada, que influyó en pintores como Edgar Degas, Toulouse-Lautrec y otros, suponiendo toda una sorprendente revolución artística.
Está claro que en cada paso, en cada forzamiento o sendero por el que ha caminado, camina o caminará el arte, hay una tendencia natural a significarlo, a ponerle nombre, a clasificarlo sea como escuela o tendencia, a querer dejar constancia de que se inicia una nueva etapa. Todos aquellos pintores que ejemplaricen una sensibilidad colectiva, darán lugar a un movimiento diferencial inevitable. Pero todo es consecuencia de algo que le precede y desde donde el arte se impulsa, bagaje artístico donde sin duda maman los artistas. En el caso del impresionismo, las diferentes actitudes y estilos pictóricos que surgirían de rescoldos anteriores desplegarían, en las diferentes corrientes que se dieron a lo largo del siglo XX., la definición conceptual como basamento que perfeccionaría las inmediatas vanguardias. Pero eso no significa nada más y nada menos, que el avance y alimento del cauce de un imparable e inmenso río, caudal de grandes emociones.
Barcelona.-abril.2013.
©Teo Revilla Bravo.
ResponderEliminarDefinitivamente el arte es una expresión viva del sentir humano. Definitivamente el arte está en constante evolución, muchas veces reinventandose a si mismo. Pero bien dices que en el arte nada es nuevo, nada nace de la nada, siempre existe un precedente al artista que inmova, tanto se ve en la corriente artística de la pintura, como podemos encontrarlo en la literatura y la poesía.
Hace un par de días, comentaba un hermoso artículo de sobre Rainer María Rilke, un poeta austro-checo, que en su juventud se presupone que se influenció por los grandes poetas clásicos griegos como Sófocles, Esquilo, Ovidio entre otros. Esta consideración, nace de la dualidad en que se basa su obra, en ese símil de los poetas clásicos griegos, que daban sentido a la vida como una conjunción de echos fatalistas propiciados por dioces pero en los que el hombre siempre tenía su partícula responsabilidad.
Cierto es que este poeta y filósofo que estuvo influenciado por Fredrick Nietszche, que fue amante y protegido por Lou-andreas Salomé, que se influyó mucho por Charles Baudelaire se vio también influenciado por el pintor Paul Cèzanne del cual haces mención en tu escrito, que lo acerca al movimiento postimpresionista, aunque después se le centraría como un exponente del modernismo.
De él, un fragmento de un artículo del periódico de El Mundo dice:
"Rilke era distinto por vocación y por destino. Un rebelde hacia dentro. Un chico vencido por sus alucinaciones. Un poeta extremo y extraordinario capaz de interpelar a lo invisible, lanzando cabos entre lo humano y lo divino".
En él se nota esa influencia de la corriente clásica griega, pero su poesía y su filosofía están más cercarnas a los escritores, pintores y escultores del siglo XVIII y XIX.
Haciendo un paralelismo entre los pintores y los escritores, este poeta y filósofo considerado uno de los máximo exponente de su género en la lengua germánica, dió origen a una mueva forma de escribir, nueva para su entorno pero con raíces que podemos alargarlas hasta los 400 años antes de nuestra era.
Nada es nuevo, nadie descubre nada en el arte, pero el arte evoluciona y se trasforma a su mismo, por eso digo que el arte es una expresión del sentir humano en constante movimiento.
Me agrada mucho tu artículo Teo, y aún siendo un neófito en la parte artística en lo que a pinturas se refiere, soy un gran admirador de Francisco de Goya, sobretodo de sus grabados y sus pinturas negras, pero a buen seguro el genial Goya también tuvo una fuente de inspiración para este tormentoso arte más allá de sus propias dolencias físicas.
Por todo ello es que me gusta la literatura y el arte en general, porque si te sumerges en el puedes navegar a través de los siglos, uniendo el hilo conductor de un artista a otro, hasta remontandarte a las tradiciones orales que fueron previas a la literatura, es que escribo... Y me agrada hacerlo.
Agradezco infinitamente estas notas de información y formación que compartes con nosotros.
Un abrazo fuerte amigo y artista.
Sobre el poeta Rainer María Rilke escribí hace años un artículo, llevado de mi interés por él, lo considero excepcional, un pilar de la lírica. Creo que está en este blog si quieres buscarlo.
EliminarGracias por este repaso que haces sobre el artículo un poco largo que también puse en órbita, Alfredo. Muy interesante su lectura.
Te dejo un abrazo, que todo vaya bien, buenas noches.
La verdad es que es un tema muy actual, pareciera que cuando escribes, pintas o realizas cualquier acción artística o no, debes acompañarla de etiquetas o hashtags, como si sin ellas no pudieras entender de qué se trata lo que ofreces. Encuentro las etiquetas limitantes, por ejemplo para un actor que es conocido por algún papel cómico, pareciera que es imposible verle en uno dramático, lo han clasificado y encasillado y esto es una desgracia. Tú lo planteas en el mundo de la pintura y, es cierto que se pueden separar los estilos, tendencias o eras, pero no dejan de ser arte y eso es lo único importante, el hacer sentir o remover algo en el interior. Besitos
ResponderEliminarEn cine es más flagrante aún, Karyn. Te señalan un rol y a veces no pueden salir de él en toda tu carrera, condicionándola en extremo. Pero es en todo sin duda. Tenemos esa manía adquirida no se sabe dónde ni cómo, quizás desde el universo escolar aleccionador ya de pequeños. Liberarse de esas ataduras, cuesta, hay que tener una personalidad fuerte, convencida y nada manejable. En arte es importante que nadie nos dicte el camino que debemos tomar. Abrazos.
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