Foto de Karyn Huberman. Los Vilos, Chile. 2014
REFLEXIÓN
(a un comentario del amigo Alejo Urdaneta, ya retirado por
edad de las vicisitudes literarias)
Muchos poemas están escritos en base a normativas de métrica y ritmo
muy específicos. En la concepción más clásica de la poesía se utilizan rimas
(que pueden ser consonantes o asonantes) entre las palabras finales de cada
verso. Y esos versos, a su vez, suelen componer estrofas (equivalentes al
párrafo del texto ordinario). Sin embargo, actualmente se considera el verso
libre y sin rima la medida absoluta de poesía, permitiendo que cada quien se
exprese a partir de las consideraciones formales, temáticas y sonoras que
prefiera. En cuanto a la normativa, la poesía utiliza recursos que pueden
alterar la gramática y la sintaxis al dejar tomar ciertas “licencias poéticas”.
La poesía se distingue a grandes rasgos de sus géneros hermanos (la
narrativa, el ensayo y el teatro) por algunas particularidades: no cuenta un
relato (como la narrativa), no discurre sobre un tema (como el ensayo), ni
reproduce una situación que acontece (como la dramaturgia). Se trata, en ese sentido, de una suerte de
descripción subjetiva que puede utilizar metáforas y otros recursos literarios,
con el objetivo de embellecer el lenguaje y transmitir verso a verso la
intención sentimental del autor.
Barcelona, marzo del 2025
© Teo Revilla Bravo

Me gusta que la poesía, sea métrica, o no, cuente con cierto ritmo.
ResponderEliminarHay poetas que al leerlos, por la sonoridad de las palabras y la forma en que están dispuestas, suenan maravillosamente.
Salut