CUENTO, FÁBULA, POESÍA, RELATO…
Se escribe por algún motivo. Se escribe para que se nos entienda, para apagar un poco la quemazón que a veces arde en la cabeza de uno y que ha de salir al exterior por puro desahogo y salud mental. Ya Jesús nos dijo en una frases hermosa y sincera de los evangelios que, “Los que quieran oír, que oigan; los que quieran entender, que entiendan”, o algo parecido, palabras que, salvando distancias y contextos, subscribo poniéndome en la piel de quien desea trasmitir algo. Las sociedades, la ética y normas de conducta de las mismas, todo el progreso del hombre, se ha formado a través de grandes relatos, de fundamentales libros de distracción y enseñanza. Como los son la Biblia, El Corán, la Ilíada, La divina comedia, u otras obras de escritores como Homero, Séneca, Platón, Descartes, Pascal, Rousseau, Cervantes, no hace falta enumerarlos, sería interminable.
El escritor siente el cosquilleo o las ganas. Intuye que tiene que contar necesariamente algo, y se pone a ello con afán de principiante. Este hormigueo que se siente, es inexplicable, es el comienzo de algo importante para él. Una vez puesto a ello, como en una galería de mágicos espejos, las letras van actuando solas para que el lector se mire en ellas, goce, sufra, sonría, ame, se reconozca en ellas, o aprenda a comprender aspectos sustanciosos de su propio latir en el mundo.
Jorge Luis Borges nos decía que todo encuentro casual con la vida es una cita previa, que los cuentos los hallaba fortuitamente en apariencia viviendo, observando, cumpliendo con esa cita... El cuento está ahí, espera, nos espera. En alguna parte sobrevive a la expectativa de que alguien, diestro prosista, de con él y lo recoja, lo abra, lo desentrañe, y comience a narrarlo apareciendo al cabo sobre esas páginas un escrito, una fábula, una parábola, un cuento, un relato, modos literarios que funcionan por separado, pero a menudo se mezclan formando una suerte de simbiosis, todo dependerá de las motivaciones, expectativas, pericias, destrezas y experiencias del escritor.
La literatura nos permite recrear la realidad de distintas maneras, e incluso inventar otra realidad paralela. Un cuento, un relato, una fábula, son una exploración entre los límites de la realidad y la ficción. Es como una pequeña cisura que hacemos en el tiempo permitiéndonos profundizar y sintetizar, enfatizando en las sensaciones, en las ideas, en el ensueño o en el pensamiento, a la vez que fomentamos la imaginación. El lector va olvidándose de sí y de cuanto le rodea para entrar, alejado de lo accesorio, en las entrañas de la emoción y del sentimiento, completando los detalles (superfluos o no) de la historia que quiere narrar como más le plazca. La idea del relato es impactar al posible lector con la menos cantidad de palabras posibles. La labor del relator, del cuentista, del escritor, es lograr substraernos por un rato llevándonos a otros campos mientras nos va hablando de algo o de alguien interesante e imaginario, de animales, de paisajes o de costumbres, emocionando, pues sabe que la vida se mueve y vibra constantemente a su alrededor, que su labor es recrear situaciones, mundos y personajes, entresacando de ello lo más lo interesante. Para ello ha de lograr hallar un tiempo sagrado para escribir, un espacio mágico que se abra al tiempo y al horizonte amplio de los hombres.
Barcelona, mediados de septiembre del 2016.
©Teo Revilla Bravo.
Tu texto, Teo, es un umbral entre lo vivido y lo imaginado, donde la palabra se vuelve rito y la escritura, un acto de fe. Me conmueve esa imagen del “cosquilleo inexplicable” que antecede al relato, como si el alma misma pidiera ser narrada. Has tejido con hondura esa idea de que el cuento nos espera, como si fuera un destino que aguarda ser cumplido.
ResponderEliminarMe ha recordado a Rilke cuando decía: “La única patria del hombre es su infancia”, porque en tus palabras hay una búsqueda de origen, de sentido, de ese temblor primero que nos hace humanos y creadores. Y también a María Zambrano, que supo ver en la poesía “la única forma de conocimiento que no destruye lo conocido”.
Gracias por abrir ese espacio sagrado donde la literatura no solo recrea mundos, sino que nos devuelve a nosotros mismos.
Un fuerte abrazo, Teo y, ah, me ha encantado la forma de plasmar la fecha
Y el tuyo, tu texto, es, como siempre, una maravilla, querido Enrique. Tanta como para recogerlo íntimo y guardarlo, qué poder tienes para ilusionar y compartir momentos tan gratos como estos de escritura y amistad que unen y acercan.
EliminarGracias por tanto, un inmenso abrazo.
Hola, Teo.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte aunque yo no tengo facilidad de palabras para poder decir lo que siento y deseo. A veces me quedo corta, pero plena de satisfacción y eso es lo que me pasa hoy. No por eso, tengo el deseo de desearte feliz fin de semana y mandarte un cordial saludo.
Siempre hay una palabra, incluso un silencio para explicar lo que se siente, así lo detecto en tu entrañable comentario, apreciada Piedad.
EliminarMuchísimas gracias por ese deseo y saludo, te va mi abrazo amigo..
Escribir no es gratuito. Escapa a esa inutilidad que algunos observan para la palabra escrita. Se escribe porque se tiene algo que decir. No se escribe por escribir. Hay una motivación que empuja la mano. No importa qúé tipo de texto. Todo texto sirve. Sólo basta conocer su estructura para que lo que piensa decir no se confusión. Es ahí, en la comunicación donde se valida un texto . Un abrazo, Teo desde este aprecio. Carlos
ResponderEliminarHola, Carlos, alegría de recibir tu visita, tu mensaje y tu aportación al tema, siempre lleno de interés. Sí: hay una motivación, debe haberla, no se puede escribir sin ton ni son, lo hacemos con algún motivo, sea confeso o privado.
EliminarGracias y muy buen fin de semana ahí, en esa Colombia maravillosa.
Se escribe por algún motivo.
ResponderEliminarY desde luego el tuyo, loable y clarificador es muestra de ello.
Y a la vez guía, a mi entender, para esos momentos en que queremos expresar algo, lo que sea, pero no surge el impulso final.
Y como señala acertadamente Enrique, también me había fijado en la forma de plasmar la fecha.
Gran abrazo, amigo Teo.
Ernesto, amigo, qué alegría tu presencia amiga siempre. Actúo poco, de tarde en tarde, de semana en semana, pero voy apareciendo. Gracias por tu lectura, gracias por tu cercanía que valoro mucho y bien.
EliminarAbrazo grande y buen fin de semana.
Estimado Teo. Todo cuanto expresas en estas reseñas sobre: el cuento, relato, fabula, poesía...son las premisas constituyentes del buen hacer de un creador, que con el cauce de la palabra, recorrerá los avatares que la circunstancia vital le propicia y permite por momentos o por instantes sentirse bien o liberado de esos impulsos internos que le conmueven o mueven al recrear lo contemplado para hacer posible ese afán ultimo de sentirse realizado…Feliz domingo.
ResponderEliminarUn abrazo
Dionisio, amigo, qué grata tu visita, qué gratas tus palabras relacionadas con el motivo o los motivos de mi post. Gracias por estar y compartir. Vengo poco, pero siempre me da ilusión encontrarte y saludarte en tu blog.
EliminarUn abrazo muy grande te va directo. Cuídate..
Qué bien los has descrito Teo. Me ha encantado tu narración, es muy ilustrativa.
ResponderEliminarEs verdad, escribimos para sacarnos las espinita que se nos quedó atrancada y nos pincha, la mayoría de las veces. Otras por el puro placer de jugar con las letras, entre otras muchas cosas.
Besicos muchos.
Me alegra que te haya gustado este pequeñísimo "ensayo" sobe el hecho de escribir, Nani. Cuánto que decir o explicar desde la observación y experiencia de uno mismo. Ahí andamos: entre letras.
EliminarUn fuerte abrazo y que pases un lindo fin de semana. Tu último relato, maravilloso.
Your writing is very detailed and I appreciate you sharing. Warm greetings from Montreal, Canada.
ResponderEliminarThank you for your comments and for visiting the blog, Linda.
EliminarHave a great weekend.
Un texto muy bueno y lindo.
ResponderEliminarEscribes excelente.
Un abrazo.
Muchísimas gracias, apreciada Amalia.
EliminarQue tengas un lindo fin de semana.
Un abrazo grande.
Qué gran explicación nos entregas Teo del oficio de escribir. A medida que me interiorizo más en el arte de crear poesía -que es lo mío- más me doy cuenta de su gran efecto, primero que nada, a quien hace de observador de la vida, para después macerar, trabajar, crear y entregar, y finalmente, si el resultado es poderoso, además conmover a quien lo recibe. Nuestro mundo interno está lleno de virtudes y bondades pero también de zonas afectadas a través del caminar de la vida. Escribir de ello, por y para un bien superior, procurando que además que el resultado sea estético, es algo digno de hacer, ver, abrazar y admirar. Gracias por entregarnos tan nutrida y madura descripción amigo. Un abrazo muy grande.
ResponderEliminarP A T Y
Hermosas componen este interesante comentario, amiga Paty. ¡Qué añadir! De momento seguimos con esta hermosa travesía hacia lo más hermoso del alma a través de la escritura.
EliminarUn agradecido abrazo y que pases un lindo fin de semana primaveral por allá.
Hacía rato de no leía algo tan lúcido como sensible. Me imagino que estarás enviando tu impecable trabajo a editoriales...
ResponderEliminarEn pocas pero muy sinceras palabras: abrazo pleno de admiración!!
Carlos, amigo, siempre tardío para contestar y para utilizar este pequeño rincón con mis cosas.
EliminarTu comentario, siempre, positivo, alegra el momento por no decir el día entero. Gracias. Acabo de publicar un libro, es novela, ya daré noticias de ello más adelante.
Un fuerte abrazo y que estés bien.
Vengo a devolverte la visita (debería haber traído una tarta) Hay motivos para escribir y motivos para leer, cuando concuerdan existe la comunión entre dos modos de ver la misma historia. Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias por esta devolución tan inesperada, amiga Ester. Ahí vamos viendo qué ponemos, qué leemos. Entro poco, pero lo hago.
EliminarUn abrazo enorme.
Beautiful blog
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Rajani.
EliminarPlease read my post
ResponderEliminarSí, me pasearé en algún momento, buen día.
EliminarYo soy incapaz de inventar nada. Un beso
ResponderEliminarEs cuestión de ponerse. Desde ese primer momento se comienza a aprender y a ser capaz de seguir aprendiendo. Gracias por tu visita.
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